miércoles, 4 de septiembre de 2019

SOLUCIÓN LOLA FLORES


Esta tarde me he tomado un café de sobremesa con mi amigo A, al que no veía al menos desde hace tres o cuatro meses. En esto se ha(n) convertido nuestra(s) vida(s), nos decíamos el uno al otro. Él me contaba su realidad y era pura simetría con la mía. Yo, con el cinismo filosófico que ya me caracteriza, le decía que me temía que no existía solución para nuestros males salvo lo que llamo "solución Lola Flores": ¡irse! Hipertensión, azúcar, estrés, insomnio, obesidad, ictus, infarto; un vademécum completo y una farmacia en casa con pastillero. Alto precio pagamos por seguir girando en esta rueda.

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