sábado, 23 de febrero de 2019

ARQUITECTOS

No me gusta en lo que se ha convertido mi profesión, al punto que me planteo tirar la toalla. Los arquitectos nos hemos convertido en burócratas administrativos, además de seguir sujetos a un colegio profesional recaudatorio y muy caro. Una memoria de proyecto formada por 600 páginas entre anexos, fichas y textos, increíble. ¿Esto dónde parará? Los clientes no entienden tanta lentitud, tanta normativa, tanta burocracias, y se quejan. Claro que se quejan, a nosotros. Es muy frustrante.

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