El bullying se gesta en la etapa de Infantil
La Asociación Mundial de Educadores Infantiles publica una
guía dirigida a los maestros.
S. F. @abc_familiaActualizado:18/06/2018
06:01h
La Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE)
acaba de publicar un trabajo coordinado por Franklin Martínez Mendoza dirigido
a los maestros de educación Primaria en el que se aborda la
problemática del bullyng en la etapa escolar infantil.
La guía presenta algunos métodos y técnicas sociométricas
susceptibles de ser utilizadas por los educadores para trabajar con la familia y
los niños sobre determinadas condiciones y variables significativas.
El análisis muestra que el bullying no se manifiesta en el
último curso de infantil, pero decididamente se gesta y condiciona en él cuando
determinadas variables se integran entre sí, sobre todo en el grupo mayor de la
educación infantil, es decir alumnos de cinco a seis años.
De hecho, por su desarrollo mental y físico, los niños de
cinco a seis años son psíquicamente capaces de asumir tareas y
responsabilidades complejas en los que no solamente el juego ocupa su
tiempo fundamental. En el año final de la etapa de educación infantil surgen
las actitudes, conductas y comportamientos, que serán luego dominantes en la
etapa escolar.
Una de estas variables, quizá la más significativa, es la presencia
de una familia disfuncional en aquellos niños que posteriormente se
convirtieron en acosadores. De los resultados de la investigación se deduce que
el personal técnico y educativo del grupo infantil ha de prestar una atención
particular a los niños pertenecientes a familias disfuncionales.
Aunque una familia funcional crea condiciones
favorables para el sano desarrollo general de los niños en su tránsito a la
escuela primaria, ello no quiere decir que estos niños sean «inmunes» a esta
posibilidad, pues ello depende mucho también de cómo se desenvuelve el
grupo escolar, de la cohesión del grupo, de la calidad y buen desempeño de los
maestros, entre otras condiciones. Es por ello por lo que la educación de
padres en la etapa escolar asume un papel significativo en la continuidad de la
escuela.
El siguiente gráfico a modo de ejemplo brinda a los
educadores una información que de modo visual rápida da una imagen clarísima
del funcionamiento de las interrelaciones en el grupo. Estos métodos
permiten a los maestros identificar las rivalidades entre los líderes de los
grupos, sus redes, los niños aislados, los niños rechazados, los inadaptados
neuróticamente, las «eminencias grises», los niños «isla» que forman un grupo
aparte del grupo general, etc.
Este tipo de gráficos constituyen un elemento muy valioso en
el trabajo con los padres y madres, pues se tiene a mano un elemento no
subjetivo para apoyar los planteamientos que puedan hacerles los maestros
respecto a las particularidades y conducta del niño, sobre todo cuando se trata
de una familia supuestamente disfuncional.
Según AMEI, es imprescindible que los maestros, al igual que
realizan sistemáticamente la valoración del desarrollo de todos los alumnos de
su grupo, realicen el análisis del sistema de interrelaciones que se da
entre los niños, pues esto les permitirá detectar particularidades y
diferencias con las que han de trabajar para encaminar el trabajo pedagógico y
la acción educativa que requiere cada uno en particular.
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