http://economia.elpais.com/economia/2017/01/19/actualidad/1484828653_113780.html
España se encuentra bajo una ola de frío polar donde parece que sólo nos libramos en Canarias y, justo en este momento, -los astros siempre se alinean como dios manda y en el momento de debe ser-, sube el precio de la electricidad a máximos históricos. O sea, para entendernos, media España, o más de media, la empobrecida, la que se muere de frío, tendrá a) que apagar la calefacción porque no podrá pagarla, b) dejarla encendida y ver cómo le cortan la luz porque no podrá pagarla, que no es lo mismo pero es igual. ¿Y qué hace el Gobierno? Preocuparse, sí, mucho, preocuparse repito; reunir a ministros y a los capos de los partidos que salen sonrientes cuando se saludan, tan ufanos como siempre, tan pagados de sí mismos, hablar hablar hablar, pero el precio es el que es. Me dirán que esto que escribo es pura demagogia, que el mercado es así y bla bla bla. Vale, demagogia, lo acepto. Pero también otros problemas que han surgido, cuando el Gobierno deciden que son importantes, cruciales o como sea, los resuelve bien rápido a base de decretos o decretazos y se quedan tan pancho; ¿no es éste un problema vital, nunca mejor dicho, para todos los españolitos? Supongo que no, los verdaderos problemas del país son Susana Díaz trepando, la guerra dentro de Podemos, la Secretaría de Cospedal, las cláusulas suelos de los pobres bancos, etc., etc. Que le corten la luz a una familia importa una mierda.
¡Feliz viernes!
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