Lo que a unos nos pueda parecer parece fácil entiendo que no lo sea para todos. Desde el colegio, pasando por la universidad y después por la vida de adulto, la vida nos brinda muchas ocasiones para compartir nuestro tiempo profesional o de estudio. ¿Quién no tuvo que hacer "trabajo en grupo"? compartir apuntes, reunirse para estudiar antes de un examen, etc. En la vida adulta la cosa se complica un poco, nos jugamos nuestros puestos de trabajo si lo hacemos mal por lo que el trabajo en grupo se hace aún más serio, necesario y obligado en la mayoría de los casos cuando se trabaja en una oficina donde existe una gran interdependencia.
Desde la infancia la familia ayuda mucho a forjar el carácter y a dar normalidad a lo que en ella sucede de manera natural. Por ejemplo, si unos padres reúnen en su casa, con asiduidad,a sus amigos para pasar el día juntos, comidas, excursiones, etc., los hijos verán como algo normal el que repartir el tiempo con los amigos sea lo más natural; posiblemente esos hijos, al crecer, tengan también un grupo de amigos con los que compartir su vida y enriquecerla. Quién no tiene la suerte de esto -visto siempre desde mi perspectiva personal- quizá tenga una vida más solitaria y quizá le cueste un poco más compartir. Desde el punto de vista profesional, el trabajo compartido se hace más fluido y menos monótono y hay que aprender a hacerlo, unas veces de manera innata (he aquí la experiencia adquirida desde la infancia,el colegio, la universidad, etc.) u otras porque no queda más remedio. Qué duro debe ser, para alguien a quien le cueste el trabajo en equipo, hacerlo en una oficina donde es necesario y obligatorio compartirlo, interactuar constantemente, debatir... Quien no sepa trabajar en equipo, o peor si no quiere, no le gusta o se siente autosuficiente, crea un ambiente desagradable y completamente perjudicial para el conjunto y los resultados seguro que se ven reflejados en este malestar.
La humildad es imprescindible, todos podemos aprender de los demás y creerse el ombligo del mundo solo lleva al desequilibrio personal.
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