viernes, 8 de enero de 2016

¿PUEDE ALGO EMPEZAR MEJOR?

Leer "Historia de dos ciudades", de Dickens, es sumergirse en la buena literatura, la magnífica, la sublime. ¿Se puede saber cómo será una novela por cómo empieza? No lo sé en todos los casos, para eso tendría que haber leído mucho más, pero me inclino a pensar que sí. ¿Alguien lo puede dudar en esta ocasión?

«Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada; caminábamos en derechura al cielo y nos extraviábamos por el camino opuesto. En una palabra, aquella época era tan parecida a la actual, que nuestras más notables autoridades insisten en que, tanto en lo que se refiere al bien como al mal, sólo es aceptable la comparación en grado superlativo».

Historia de dos ciudades es una de las novelas del escritor británico Charles Dickens, publicada en 1859. Esta novela es particularmente distinta a las demás que escribió, las cuales se basan en su mayoría en historias protagonizadas por niños o adolescentes y muestran una intención de reprimenda o denuncia de la sociedad británica de la época. En esta novela histórica se narra la vida en el siglo XVIII, en la época de la Revolución francesa.
Al mismo tiempo la historia se desarrolla en dos países: Inglaterra y Francia, y en las ciudades de Londres y París, respectivamente en la época de los albores de la Revolución francesa. La primera ciudad simbolizaría de algún modo la paz y la tranquilidad, la vida sencilla y ordenada; mientras la segunda representaría la agitación, el desafío y el caos, el conflicto entre dos mundos en una época en la que se anuncia drásticos cambios sociales.
La primera parte está ambientada en el año 1775, en Francia. Lucie Manette, una joven que creía a su padre muerto, logra, gracias a la intermediación del banquero Jarvis Lorry, reencontrarse con él en Francia. Allí permanece custodiado por un antiguo criado suyo tras haber abandonado la prisión de la Bastilla.
En la segunda parte se relata el juicio a un personaje llamado Charles Darnay, acusado de ser espía de Francia. Mientras en este país va creciendo el clima revolucionario, en Inglaterra se va tejiendo la historia de amor en torno a Lucie. También se cuenta la vida en torno a su familia y amigos, entre ellos el abogado Sidney Carton. Finalmente Lucie se casará con Darnay y juntos tienen una hija. Londres y París se entrelazan en la historia, ya que Darnay decide marchar rumbo a Francia, pues una persona será condenada a morir por su culpa.
En la tercera parte, Darnay, de origen francés, es encarcelado en París y severamente juzgado. Del resultado de este juicio dependerá, en buena parte, el final de la historia. (Wikipedia).

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