viernes, 22 de enero de 2016

LA MALDAD

Me pregunto cada día qué mueve a una persona a hacer el mal. No hablo de las guerras, del crimen organizado, del mal derivado de la codicia por el poder o el dinero, que también, sino al mal en su estado puro, el mal por el mal. ¿Qué satisfacción se siente maltratar a un niño, a un anciano, a una mujer, a un animal, solo por el placer de hacerlo? 
Leo ayer horrorizado esa noticia de la muerte de no-sé-cuántos lechones por unos sádicos, o también aquella otra del pobre Toro de la Vega de este pasado año, o las muertes de tantas mujeres a manos de sus "enamorados", o tantas y tantas fiestas donde se hace sufrir a un animal desalmado, o las palizas a los ancianos en algunos centros de mayores, o quemaduras de cigarros a un bebé y tantas y tantas barbaridades que perpetra el ser humano en contra de su naturaleza. 
Sigo y seguiré sin entender tanta maldad, estoy seguro de ello.

Cuando mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros.
Cicerón (106 AC-43 AC) Escritor, orador y político romano.

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