Empecé a ver el partido de Nadal hoy, pero después de una hora y pico decidí dejar de verlo y pasar a la peli que tenía preparada: "Muerte en el Nilo". La verdad es que me gusta el tenis y me apetecía mucho seguir viéndolo, pero no soporto a los comentaristas en general, y a los deportivos en particular; es superior a mi. Escuchar cómo está de ánimos Nadal, en qué piensa, si está nervioso o no, si está fuerte, etc., etc., etc., me puso de tan mal humor que al final opté por cambiar de canal. ¡Menos mal que Rafa Nadal no los podía escuchar!
Metido de lleno en la película sobre la novela de Agatha Christie, que casi cierra mi maratón, pues únicamente me queda por ver "El espejo se rajó de parte a parte", que me temo que habrá envejecido mal... como yo.
Estuve en Egipto en un viaje con mis amigos hace ya algunos años. Volamos hasta Luxor desde Madrid y de allí remontamos El Nilo. Luxor, Aswan, El Cairo y sus numerosos templos. Un viaje que salió muy bien, perfecto para repetir.
Encontré algunas fotos del viaje, más joven, más flaco y con más pelo. Pero sigo aquí, ¿no es esto lo importante?
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