miércoles, 31 de julio de 2024

ENEMIGO EN CASA Y MÁS

Pensaba anoche, mientas esperaba quedarme dormido, lo que había acontecido durante el día, todo a contrarreloj, para terminar después de una ducha fría y un par de horas de ordenador, en la cama mirando el techo blanco de la habitación con el aire acondicionado encendido un rato para enfriar convenientemente mi despachodormitorio santacrucero.
Una mañana recluido en mi oficina rodeada de pirañas, un almuerzo de trabajo con una conversación larga interesante con mi interlocutor, donde me daba otro punto de vista, fundamentado, sobre la realidad española actual. El suyo, distinto al mío completamente, me hizo pensar, aunque durante encuentros como éste prefiero escuchar y opinar poco. así, con media ración de cherne guisado como vianda, pasamos el tiempo hasta que pude volver a casa para terminar el Pliego de un proyecto de demolición que nos dará paso a una nueva vivienda.
El trabajo de por las tardes sigue bien, sin prisa (o con ella) pero sin pausa, aprovechando los buenos tiempos, recargando la energía mañanera perdida. Menos mal que parece que el calor nos da una pequeña tregua y, al menos por la noche, la cosa está algo más fresca.
Mientras en París se suceden las medallas y los diferentes espectáculos, empezando y terminando con Simon Biles, la guerra de Gaza continúa sin visos de finalizar -líderes de Hamás y Hezbolá pal'piso-, así como la invasión rusa de Ucrania y en Venezuela la cosa pinta mal. Varios muertos en el país, estatuas de Chávez derribadas y arrastradas por la calzada, Maduro enrocado en su empecinamiento de opacidad y la comunidad internacional presionando por otro lado. A estas alturas ya se sabe que nada de lo que nos cuentan es verdad o es mentira o viceversa, así que a saber en qué va a deparar todo esto. Ya se sabe que a perro flaco todo son pulgas.
Si Venezuela se encuentra sumida en el caos y sin luz al final del túnel, farolillos cubanos, chinos e iraníes encendidos, según dicen, en Estados Unidos Kamala Harris sigue buscando apoyos para, una vez nombrada candidata por el Partido Demócrata, lograr ganar las inciertas próximas elecciones contra Trump, personaje inefable donde los haya, el mismo que lleva como segundo a un fundamentalista religioso que guárdame un cachorro. ¿Se imaginan en Europa a un candidato que dijera que las mujeres sin hijos no son dignas de gobernar? Creo que nosotros no podemos llegar a imaginar qué debe sentir un norteamericano con sentido común ante estos personajes.Se rumorea que, incluso, hay republicanos que serían capaces de votar a esta señora con tal de no hacerlo por el loco ese.
Todos carne de memes, eso sí.
 

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