miércoles, 31 de julio de 2024

EN TRANVÍA


 
Dejé ayer el coche en el taller y, tras un almuerzo de trabajo, mi potencial cliente me dejó en La Laguna y de allí bajé a Santa Cruz en el tranvía. Un tranquilo y lento recorrido hasta llegar a la Plaza Weyler donde me encontré con la fuente restaurada y flamante. Por cierto, la restauración ha sido realizada por CÚRCUMA, empresa referente en este campo a la par que de mi amiga F. Unas notas sobre la misma, la fuente: La plaza Weyler, encrucijada de calles principales y antesala del Palacio de Capitanía, estaba llamada a ser una de las más importantes de la capital. Una vez acondicionada, siendo alcalde Pedro Schwartz (1897-1899) [mi antepasado], se encargó una fuente monumental a Génova (Italia). La fuente forma parte de una continúa tradición generalizada en el siglo XIX de colocar pilas de mármol en las plazas para mejora del ornato público. Lo habitual es que adoptaran formas escultóricas profanas, mascarones, infantes desnudos, etc. El conjunto escultórico es obra de Achille Canessa.
 
Volviendo a mi paseo en tranvía., entretenido viendo el paisaje urbano que se iba sucediendo, parada tras parada, me fijé en cada uno de los pasajeros que tenía frente a mi que, salvo una señora de cierta edad, todos iban absortos en sus respectivos teléfonos móviles (en la foto, 5 personas enganchadas). SKYNET nos ha ganado la partida, pensé. Sin duda.

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