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Supongo que mis amigos profesores tendrán algo que decir al respecto y seguro será más certero que lo que aquí escribo, pero el hecho es que leo este artículo y me quedo un poco sorprendido, aunque no extrañado. Ante tremendo titular estoy sin palabras. Bueno, no del todo, ya me conocen.
La sobreprotección a los hijos ahora es exagerada, no creo que vayan a rebatirme esto, aunque a saber... Parecería que no acompañar a los hijos mientras estudian convierte a los padres en mala gente: el profesorado tiene que ayudarles, ¡increíble, hasta aquí podríamos llegar!.
En mi caso -casi me atrevería a asegurar que en mi época de estudiante-, (mi experiencia, que no es ni la verdadera, ni mejor ni peor, sólo la mía), jamás mis padres me echaron una mano cuando estudiaba. No lo digo como crítica, al contrario, ellos me inculcaron los valores del esfuerzo, o al menos así lo veo.
En fin...
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