Ha saltado la noticia de la prohibición de dar muerte al Toro de la Vega, impuesta por la Junta de Castilla-León. ¿Darle muerte? pregunté, ¿y torturarlo? No, parece que eso no lo han prohibido. ¿Y tú qué prefieres, sustito o muertita? Yo no lo entiendo, volveremos a ser, ante los ojos del mundo civilizado, un país de salvajes. De todas maneras, y como menos es nada, debemos alegrarnos aunque sea un poco. Supongo.
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