Cualquiera que viva en las Islas Canarias es sabedor del terrible problema con los menores inmigrantes, recluidos en estos lugares que no dejan de ser una suerte de campos de concentración, aunque con las puertas abiertas y, quiero creer, buen trato. Meses ¿años ya? lleva el Gobierno intentando que las demás Comunidades Autónomas acepten parte de estos menores, así como el Defensor del Pueblo o hasta el Tribunal Supremo. Nada, no cambian las cosas, los menores siguen aquí y la falta de solidaridad allí, en esta España ¡España! que, cuando quiere, puede llegar a ser muy cruel. El mejor ejemplo lo tenemos en la inefable Ayuso, que cierra centros de acogida no vaya a ser que le planten algún negrito de estos que va a afear su bonita y turística ciudad.
Ahora están con otras cosas, no seas pesado con tus majaderías. Ahora lo importante es que los que se dedican a buscar en la mierda encuentren CV falsos, que haberlos haylos. Y ya ven tres, casi del espectro completo: PSOE, PP y VOX; ¿alguien da más?
Toda la vida, al redactar un currículum, uno mentía como Dios manda, es decir en el nivel de idioma: inglésnivelmedio, algo así como el esperanto español. Hoy, como parece que idiomas habla todo el mundo porque viajar con Ryanair da para esto y para más, hay que ir al meollo, al título, cuánto más rimbombante mejor. Un título en una universidad de Guatemala, un máster en otra americana de título impronunciable y así uno tras otros. Dentro de poco acabarán por instalar un polígrafo, o varios, en la entrada del Congreso por si las moscas.
¿Lo dudan?
Ya no sólo ladrones o corruptos, ahora también mentirosos. Dan asco.
Y aún no hemos empezado a oír hablar de esta nueva crisis que se nos vine encima, la crisis de los aranceles. No nos queda nada.
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