Ya sabemos que los políticos no sólo piensan que somos estúpidos sino que nos tratan como tales, se ríen de nosotros cuando no los vemos y, a estas alturas, también en nuestra cara.
Rosa Dávila, flamante Presidenta del cabildo de Tenerife, donde dije digo digo Diego, embauca a sus votantes con la histórica mentira de las colas nunca desaparecidas tras los 90 días. Mentira tras mentira continúa nuestra vida sin que a los políticos se les caiga la cara de vergüenza. Lo que me extraña es que EL DÍA, vocero de CC, no le haya echado la culpa a Las Palmas... Tiempo al tiempo.
Yo, que trabajo en un ayuntamiento, veo cada día las necesidades, un ejemplo que serviría, a menor escala, de las necesidades de la isla: ayudas sociales, envejecimiento de la población, residencias de ancianos, guarderías, falta de vivienda pública, etc., verdaderos problemas que claman solución al cielo, y no sólo la terrible movilidad del tráfico, que también; Tenerife y Los Ángeles, ciudades hermanadas.
Ahora, como si no hubiera un mañana, la Sra. Dávila vuelve a poner un caramelito a la puerta de la escuela, un gran estadio Tenerife Arena. No tengo palabras.
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