viernes, 10 de mayo de 2024

LO CURA LA LOCURA


Sigue siendo emocionante y esperanzador, en estos tiempos grises que vivimos, el homenaje a estas personas buenas que, de una forma u otra, han contribuido a la bondad general del ser humano. "Quien salva una vida salva al universo entero", dicen. 


Ésta es la frase que lleva inscrita la "Medalla de los Justos", la cual remite una frase del Talmud que simboliza la fe en la humanidad. Dicha medalla es entregada por el Yad Vashem, luego de que el parlamento israelí en 1953 decidiera otorgarle un reconocimiento a aquellas personas ilustres, humanitarias, de conducta moral tan elevada y que sin ser judíos, de alguna forma evitaron la muerte de judíos durante el Holocausto en la Segunda Guerra Mundial mediante el ocultamiento de judíos en los hogares de los rescatadores o en sus propiedades; falsificación de documentos e identidades; traslado clandestino y asistencia para la fuga o el rescate de niños. 
La Institución ha otorgado tal reconocimiento a un total de 24.356 personas que "en un mundo de debacle moral generalizada, fueron una pequeña minoría que supo desplegar un extraordinario coraje para mantener los valores humanos en pie. Ellos fueron los Justos de las Naciones, que remaron contra la corriente general de indiferencia y hostilidad que prevaleció durante el Holocausto. Contrariamente a la tendencia generalizada, estos salvadores veían a los judíos como seres humanos comunes y corrientes, incluidos dentro de su universo de obligaciones"; conocidos como Justos entre las Naciones del Mundo.
El pasado 6 de mayo el auditorio principal del Colegio Olami ORT, en Ciudad de México, fue sede de la conmemoración de Yom Hashoá Vehagvurá, en la cual se reconoció la heroica labor del diplomático español Ángel Sanz Briz, quién obtuvo la distinción de "Justo entre las Naciones" al poder salvar a 5,000 mil judíos en Budapest. En este homenaje se contó con la presencia de su hijo, Juan Carlos Briz, quien, apoyado por un excelente material audiovisual, relató como su padre arriesgó su propia vida con tal de salvar a la mayor cantidad de judíos perseguidos. En este homenaje se contó con la presencia, entre otras, del embajador de España en México Juan Duarte Cuadrado. Cientos de estudiantes quedaron cautivados con la historia del héroe. Mediante una representación teatral, alumnos del colegio dieron vida a las acciones que llevó a cabo Ángel Sanz Briz.

Sanz Briz, llamado el Ángel de Budapest fue un diplomático español, embajador durante la Segunda Guerra Mundial en Hungria.

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