martes, 4 de febrero de 2020

ODIO LA CALIMA

Me mudé a una zona alta buscando el fresco, el aire limpio, huyendo de los coches y del estrés de la ciudad. Lo último no sé yo si lo conseguí porque el estrés es listo y si no aparece en la ciudad lo hace en cualquier otro lugar, pero el fresco sí lo encontré, a veces demasiado. Ahora, si hay algo que me pone enfermo -literalmente por mi alergia al polvo- es la calima, y si encima viene acompañada por viento ya es terrible. Conducir la moto dando bandazos y chupando este aire con tierra es, cuando menos, muy desagradable.

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