miércoles, 24 de diciembre de 2025

OTRAS FELICITACIONES

Personas desalojadas del antiguo Instituto B9 de Badalona acampan debajo de la salida 210 de la C-31.Lorena Sopena (Europa Press)

Feliz Navidad a los cristianos que no creen en Jesús
Seguro que García Albiol y Orriols dedican un pensamiento a los inmigrantes que han dejado a la intemperie mientras ellos descorchan el cava.
Sergio del Molino, 24.12.2025
https://elpais.com/opinion/2025-12-24/feliz-navidad-a-los-cristianos-que-no-creen-en-jesus.html

Quiero desear una feliz Navidad a todos los lectores, pero muy en especial a la alcaldesa de Ripoll y líder de Aliança Catalana, Sílvia Orriols, que acaba de vanagloriarse de cortar el suministro eléctrico a unos marroquíes justo al comienzo del invierno y con esta apostilla tuitera, digna del trato de excelentísima que recibe como alcaldesa: “Mierda de país que nos habéis dejado”. También le deseo una muy feliz Navidad a Xavier García Albiol, alcalde de Badalona, que ha puesto en la calle a decenas de inmigrantes que han ido a montar su portal de Belén bajo el puente de una autopista. Reservo una felicitación navideña muy cariñosa para Santiago Abascal y todos los militantes y votantes de Vox, tan preocupados por la inmigración, sin olvidarme de los dirigentes del Partido Popular que les hacen los coros, secundando, tejiendo complicidades o callando ominosamente ante la escalada racista. Añado a este grupo a todos los partidos que comprenden a los xenófobos y les bailan el agua, desde la modificación de las estadísticas policiales en Cataluña y Euskadi al uso espurio de las tribunas parlamentarias para “entender” la preocupación de los racistas.

Como defensores de una homogeneidad cultural europea basada en el cristianismo, supongo que celebrarán con fervor estos días y se acordarán esta noche del nacimiento de Jesús de Nazaret. Al montar los belenes en sus casas, además de sentirse luchadores cristianos frente a la invasión islámica, habrán tenido ocasión de meditar sobre el significado de la escena. Más allá del caganer y del río hecho con papel de plata, el portal de Belén evoca el nacimiento de un niño desplazado y, pronto, refugiado y víctima de la persecución política de Herodes. Esta noche se conmemora un milagro que sucede en muchos lugares de Europa hoy: niños que nacen en portales, a resguardo precario de la violencia y del hambre. Seguro que García Albiol y Orriols dedican un pensamiento a los inmigrantes que han dejado a la intemperie.

Y si les da por asistir a la misa del Gallo, tal vez el cura recite el pasaje evangélico de Mateo, 25, cuyos versículos 34, 35 y 36 dicen, en la bellísima traducción española de Casiodoro de Reina: “Venid, benditos de mi Padre, poseed el Reino aparejado para vosotros desde la fundación del mundo: porque tuve hambre y dísteme de comer, tuve sed y dísteme de beber, fui huésped y recogísteme, desnudo y cubrísteme, enfermo y visitástesme, estuve en la cárcel y viniste a mí”.

A todos estos guardianes del cristianismo les deseo una feliz y cristianísima Nochebuena.

FELIZ NAVIDAD

 

viernes, 19 de diciembre de 2025

CLIMA

 

El clima que tenemos en España ¡España! no creo que tenga que ver con las estaciones, ni con las lluvias, la nieve o la sequía. El clima patrio se circunscribe a ver qué noticia más asombrosa aparece cada mañana en las portadas de los periódicos. Ayer leía la noticia de la denuncia a Adolfo Suárez por acoso sexual. Claro que no se trata de Errejón el pichabrava, Begoña el hermanísimo o el ya exfiscal general, de manera que esta mañana ni rastro de esta noticia. Ah, só lo de los 124 votos por correo robado por unos chorizos de poca monta y que se han convertido en un nuevo PSOEgate, poco menos. La verdad es que todos(bueno, casi todos) me dan bastante asco, no se merecen ni un minuto de mi sufrimiento vital por lo que nos hacen o nos dicen. Y para aquellos recalcitrantes y nostálgicos que piensan o dicen o ambas cosas que cualquier tiempo pasado fue mejor, no dejen de ver la serie de TVE "Ena". ¡Pasen y vean, señoras y señores. ¡Aquello sí era libertad y no esto de ahora!

 



PADRE

PANA

Continúa la cuenta atrás. Ayer la empresa de mudanzas se llevó los muebles más grandes, todos hechos a medida hace más de 60 años, irreemplazables e incolocables, una pena. Pero así se escriben los renglones de la vida con una pluma que va por su cuenta. A las siete de la tarde estaba cansado y dolido, de manera que opté por echarme a leer y hacer tiempo par que llegase Morfeo, que tardó lo suyo. Contesté mensajes, hablé por teléfono y leí hasta casi las once saboreando cada capítulo de "La península de las casas vacías" como si fuera el último. En los últimos años pocas veces he disfrutado tanto una novela como ésta de David Uclés, cada capítulo -suelen ser cortos- es una joya en sí mismo. Se saborean.
Les dejo como pequeño fondo musical esta preciosidad de Bach que espero logre borrar de mi cabeza la música con la que me obsequió mi compañero del Ayuntamiento que me subió hoy a trabajar. Indescriptible. Lo mejor ¿lo mejor? es que no escuchamos entera ni una sola, pues a media canción pasaba a otra diciéndome ¡ésta si es un temazo! Todas sonaban iguales, las letras y sus rimas sin parangón y el ritmo... ay el ritmo. "Pana" y "se me para", entre un sinfín de palabras boricuas que utilizan los reguetoneros canarios como si tal cosa.
♫ 
Bach, *Jesu, Joy of Man's Desiring.
The Tabernacle Choir at Temple Square 

jueves, 18 de diciembre de 2025

GEOGRAFÍA POLÍTICA

 


EL CRACK

Cualquiera que lo haya experimentado, y posiblemente quien no también, saben que una mudanza es de las cosas más estresantes que podemos hacer en nuestra vida. La razón de ella da lo mismo, pero cuando se deriva de una muerte la cosa empeora porque se unen los sentimientos de pérdida. El cerebro es listo y rápidamente acepta que las cosas son sólo eso, cosas, e igual que vinieron se van. Los lugares donde vivimos, al fin y al cabo, son los que nosotros hacemos, grandes o pequeños, momentáneos o eternos. En mi caso particular estos últimos ¿7 años? han pasado en un tris y los recuerdos perdurarán toda la vida, sin duda, al ser los últimos años compartidos con mis padres. Otra prueba palpable más de la impermanencia y de nuestra exigüidad.

Menos mal que las penas compartidas son menos, no sé cómo hubiera pasado por esto solo. La foto es de antes de anoche, ayer la habitación quedó vacía.

FROM NEW JERSEY


La última borrasca ha vuelto a sumir a las islas en un frío al que no estamos acostumbrados. En tenerife, desde donde escribo, las temperaturas han bajado considerablemente, estando El Teide completamente nevado. Es el momento de recibir fotos de todo tipo, incluso algunas de otros años o esta última tomada desde las cumbres de Gran Canaria, dicen que desde donde se tienen las mejores vistas de Tenerife (lo mismo dicen los de New Jersey respecto a Manhattan). Por algo será.
 


16 MIL MILLONES

Pinkfong, *Baby Shark Dance. 
 
"Baby Shark Dance" es el vídeo más visto de la historia de YouTube, siendo el primero en superar los 10 mil millones de reproducciones, superando a "Despacito", y ha seguido creciendo hasta alcanzar más de 16 mil millones de visualizaciones, convirtiéndose en un fenómeno global de la empresa surcoreana Pinkfong. 

Antes de ayer nunca había escuchado esta canción ni visto el vídeo, claro está. Mi broreguetonero de la oficina me habló de él, sumergiéndome de camino en el alucinante mundo de las cifras de visionados en YouTube. Aún no salgo de mi asombro.
Intrigado por estos números hice un pequeño experimento y busqué las visualizaciones del "brindisi" de La Traviata -¿quién no lo ha escuchado, aun sin gustarle la ópera?-. Pues bien, el Concierto de los tres Tenores de 1994, el "Libiamo ne'lieti calici" tiene 67 millones de reproducciones, ¡67! Recuerden ´las 16.000 millones de reproducciones del vídeo infantil.
éste es el mundo (cretinO9 en el que nos ha tocado vivir.
 
Verdi, "La Traviata", *Libiamo ne'lieti calici.

11,2°

 

TIC TAC. 11,2°, sensación térmica a las 5:39h: 9,4°. La Esperanza en su estado puro. Lleva lloviendo sin parar unos días y el ambiente está invernal y navideño a la vez.

Michael Bublé, *Maybe this Christmas.

lunes, 15 de diciembre de 2025

HUMOR, REMEDIO INFALIBLE

 


HOY, CHILE

DIARIO LA REGIÓN DE COQUIMBO

 

 DIARIO EL PINGÜINO

 

JOYAS DE LA ARQUITECTURA

Tempo Masónico de Santa Cruz de Tenerife, por fin rehabilitado.

 

UN PROBLEMA PARA CADA SOLUCIÓN


4:43am, esta mañana me despierto antes de que suene el reloj, soñando, la enésima pesadilla. Cual zombi me arrastro al cuarto de baño, de allí a fichar online y a prepararme el primer café doble de cada día a esta hora en la que aún no soy persona, ni animal ni cosa. Sentado ya en el despacho, con música de Bach -Oratorio- a través de los maravillosos auriculares, unos de esos con cancelación de ruido que te desconectan literalmente del mundo, comienzo la jornada, un día más que descontar, uno más para sumar, que lo mismo es, antes de que llegue mi desembarco de Normandía. Intento conectarme en remoto y no hay manera, algo ocurre, quizá mi ordenador del Ayuntamiento esté apagado o cualquiera sabes. Correo a "incidencias informáticas" dando la nueva y, hasta que pueda conectarme, preparo una memoria para responder a Educación un requerimiento majadero que me llegó la semana pasada. La burocracia no tiene límite y siempre se puede encontrar un obstáculo para que un expediente no se termine. Ya saben, siempre habrá quien encuentre un problema para cada solución, nunca al revés.
¡Lo encontré!, clamó la funcionaria ufana, ¡el Proyecto tiene un error! A mi me la van a pegar, lo tienen claro.
Esta frase la escuché yo una mañana en la Oficina Técnica, tal cual. Una aparejadora se jactada de haber encontrado un fallo (según su criterio, claro está) en un Proyecto de una vivienda y, feliz como una perdiz, pasaba a informar el expediente desfavorable para enviarle un requerimiento de esos que cuando lo recibes te dan náuseas. El poder del mediocre.
Yo lo veo de otra manera y este color del cristal es lo que finalmente me ha llevado a tirar la toalla, a los 251ml, a que se desborde el vaso, a ver la luz al final del túnel; abrir un expediente, que todo esté correcto y concluirlo de manera favorable es lo mejor que me puede pasar, créanme. Cierro uno, abro el siguiente, menos trabajo pendiente, todos contentos. Una normativa farragosa y en muchos casos ininteligible requiere de malabarismos, de una mente abierta y ágil para encontrar solución a los problemas que se plantean, que en la gran mayoría de los casos la tienen, créanme. Una Administración ágil logra que todo fluya, que se recauden impuestos que se invierten en el propio municipio, en definitiva que la gente viva más feliz. 
A la Administración le queda mucho trabajo por hacer para resolver el atasco en las Oficinas Técnicas, la tardanza en la obtención de las Licencias de Obra, la complejidad de las leyes, normativas, ordenanzas; las jerarquía, la línea de trabajo a seguir, la flexibilidad, la amplitud de miras, la empatía con el ciudadano, etc. Una remodelación del sistema tan profunda que me temo que no la veré. Hace falta gente con las ideas claras que realmente quieran que el cambio se produzca y cambiar el statu quo es algo realmente difícil.
Mi compañera de la limpieza me enciende el ordenador, parece que había habido un corte de luz debido a la tormenta, así que ya puedo seguir con mi trabajo como dios manda.
Otro día más en el circo.
¡Feliz semana a todos!
Bach, *Oratorio de Navidad.

domingo, 14 de diciembre de 2025

OTHER NEWS





LOS EXPRESIDENTES (SÍ, UNA NUEVA SERIE)


A favor del arrepentimiento
Debiera ser el tiempo quien señalara los aciertos y errores de un expresidente. Ahora queda pensar en qué se escribirá de Sánchez en 20 años, cuando se haya desvanecido, espero, el odio.
Elvira Lindo, 14.12.2025

A los 20 años, cuando mi vida estaba toda por hacer, me dio por escuchar a Edith Piaf, y cantaba como si me fuera la vida en ello aquella canción, Non, je ne regrette rien. Como pocos errores me había dado tiempo a cometer había algo cómico en mi vehemencia. Ahora, cuando ya me separan tantos años de aquella chica, pienso a veces en lo que pude evitar o no me atreví a hacer.

Suelo entender poco a quienes defienden como aciertos los errores pasados. Hay mucho de narcisismo en esa actitud. Veo el documental dedicado a los expresidentes vivos. Cada uno narra su experiencia, ayudado por los colaboradores más cercanos. Siendo ellos, pues, los que manejan el relato hay claramente un sesgo contra el que el espectador ha de luchar todo el tiempo. Felipe González se presenta como un hombre cansado; le cansan otros seres humanos, porque él desea estar solo, paseando por el campo del que procede. Es como si todo aquel tiempo que ostentó el poder hubiera deseado estar en otro sitio. La Historia perturbó la tranquilidad del hombre que, paradójicamente, más días acumuló en la presidencia. En la actualidad interviene en el debate público, siempre desabrido, sin reconocer que él gozó, como ningún otro presidente, del fervor popular.

José María Aznar, en cambio, opina que ser presidente es el mayor honor que puede vivir un hombre (o una mujer), lo cual denota la idea que de los hombres tiene. El hombre que disfrutó de tal honor quiso devolver a la patria algo de su pasado imperial y para ello involucró a nuestro país en una guerra basada en falsedades de la que aún hoy sentimos las ondas de desestabilización que provocó. ¿Arrepentido? En lo absoluto. Más bien deberíamos darle las gracias porque apareciera en la célebre foto de los invasores como uno más. Vive un retiro en falso: influye activamente para que el que puede hacer, haga.

Llegamos a José Luis Rodríguez Zapatero, el hombre que cambió el estilo presidencial: protegido por su presunta blandura acometió decisiones asombrosas, como retirar las tropas que Aznar había mandado a Irak, además del matrimonio gay, divorcio exprés o la ley del tabaco, decisiones hoy arraigadas, pero que la derecha recibió como afrentas. Zapatero sí reconoce errores: no vio venir la crisis de 2008, no debió creer que la batalla contra ETA estaba ganada antes de tiempo, aunque pudo marcharse a casa con el alivio del cese de la violencia. El expresidente opina, con gran éxito de público, en una suerte de monólogos humorísticos.

Y el último capítulo lo protagoniza Rajoy, más Mariano que nunca, porque a pesar de acabar su mandato sepultado por casos de corrupción, aún tiene algo, un je ne sais quoi, que te llevaría a dejarle las llaves de casa para que te regara las plantas, aunque luego se te fumara un puro en el salón, porque cada acto suyo conlleva su correspondiente marianada.

Es curioso que el espíritu de Suárez ronde por otra serie, Anatomía de un instante, basada en hechos reales interpretados por Javier Cercas. Dado que Suárez no puede opinar, opinan nuestros recuerdos. Hoy lo vemos astuto, valiente, sin duda más guapo de lo que creíamos. Debiera ser el tiempo quien señalara los aciertos y errores de un expresidente. Ahora queda pensar en qué se escribirá de Sánchez dentro de veinte años, cuando se haya desvanecido, espero, el odio que provoca en el adversario, cuando se hayan dejado de utilizar siniestros calificativos, como psicópata, capo, dictador, beneficiario de una red de prostíbulos. Quienes así se expresan, ¿reconocerán que ese juicio impidió una verdadera crítica racional? Sánchez también tendrá asuntos de los que arrepentirse, y puede que para no agravar sus errores fuera aconsejable no agotar lo agotado.

Reconocer errores denota inteligencia. La canción de Piaf se convirtió en el himno de la Legión Extranjera en la guerra de la Independencia en Argelia. Mal destino para una canción, porque lo cierto es que siempre hay algo de lo que arrepentirse.

DEJAR DE FUMAR


Las personas una a una
¿De qué pozo ciego han salido tantos progresistas rijosos, babosos, depredadores?
Manuel Vicent, 14.12.2025
https://elpais.com/opinion/2025-12-14/las-personas-una-a-una.html

Recuerdo un día ya lejano en que mientras estaba escribiendo dejé en el cenicero rebosante de colillas la mitad de un cigarrillo encendido. De pronto me di cuenta de que tenía otro cigarrillo, también encendido, humeando en los labios. Me estaba fumando dos cigarrillos a la vez. Ese día decidí dejar de fumar al comprobar que el tabaco dirigía mi inconsciente y mandaba mucho más que yo. Un pestilente olor a humo frío se había apoderado de toda la casa, del interior del coche, de la piel entera de mi cuerpo. Pensé que mis pulmones también estarían abrasados puesto que los tenía sometidos a dos cajetillas diarias de Marlboro. Esa sensación de estar totalmente intoxicado es parecida a la que siento después de oír la degradación sistemática de la política española en las noticias por la radio, de seguir las tertulias de varios canales de televisión todas poseídas por los mismos gritos que porfían por ver quién acarrea más basura de uno y otro bando a la superficie hasta lograr que la atmósfera sea irrespirable. La derecha ataca al Gobierno por tierra, mar y aire, y el Gobierno no cesa de dar motivos para perder ese combate. ¿De qué pozo ciego han salido tantos progresistas rijosos, babosos, depredadores? ¿Queda todavía algún político decente que no esté pringado? ¿Cesará de una vez ese sucio manantial de escándalos del partido socialista? He tenido que cortar por lo sano como hice con el tabaco para evitar que la depresión me cause un vuelco ideológico irreversible. Hace tiempo que dejé de creer en la superioridad moral de la izquierda después de descubrir que muchos la han usado como una coartada para envolver sus latrocinios, su machismo, sus bellaquerías. No solo la extrema derecha nos lleva al reinado del mono, también la izquierda, según se ve, está sometida a unos instintos primarios. Hoy ya no sabes a quién das la mano, por eso hace tiempo que juzgo a las personas una a una, no por lo que dice sino por lo que hace. Se acabaron los sueños. Es como quitarse del tabaco.

UN ELEFANTE DENTRO DE UNA SERPIENTE


‘El Principito’ vuela más alto que nunca: el fin de los derechos de autor dispara la fiebre por el clásico de Saint-Exupéry
El paso a dominio público en España propicia reediciones, exposiciones y el lanzamiento de una secuela autorizada, firmada por el superventas español Eloy Moreno.
Tommaso Koch, 13.12.2025

La historia de El Principito está llena de vuelos. Empezaba con uno, que el narrador de la novela debía interrumpir por una avería, en pleno desierto. Varado entre las dunas, con agua solo para ocho días, escuchaba aquella célebre vocecita: “Por favor…, ¡dibújame un cordero!”. Su asombro en el libro, ante el extraño encuentro con un niño y su aún más extraña petición, aumentaba cuando el chiquillo se ponía a contarle sus propios viajes espaciales. Así Antoine de Saint-Exupéry juntó en 1943 en una fábula de un centenar de páginas sus dos grandes pasiones: escritura y aviación. Aunque otra travesía fallida, poco después, le costó la vida: su caza de combate desapareció el 31 de julio de 1944 cerca de Córcega. Destino, talento literario, interés póstumo y unos cuantos elementos más empujaron entonces el despegue de la propia obra, rumbo al estrellato: se calcula que solo La Biblia cuenta con más traducciones.

Ocho décadas después, se siguen vendiendo al menos cinco millones de ejemplares al año, según la Fundación Antoine de Saint-Exupéry por la Juventud, que gestiona la marca y el legado del escritor. Y que acaba de autorizar por primera vez una secuela, El nuevo viaje de El Principito, de Eloy Moreno con ilustraciones de David Sierra, donde aviador y muchacho se reencuentran a raíz de un nuevo accidente aéreo, en medio del mar. La edición de Salamandra se presenta como la única con el sello oficial. En absoluto, sin embargo, es la única en las estanterías: el paso a dominio público de la obra en España ha disparado su presencia. Prácticamente cada sello tiene su principito, ya sea idéntico al original, con pop-ups, solapas, carruseles, o nuevos dibujos.

“Nunca ha sido tan popular. Todos hablan de él. Ahora, además, todos lo publican”, celebra Thomas Rivière, responsable de licencias y marca global de la fundación. Habla desde Dortmund, adonde ha acudido estos días a inaugurar una exposición inmersiva que ya estuvo en Francia y visitará otros países. Y detalla planes de aquí a 10 años: musicales ―menciona Antoine, en Barcelona―, videojuegos, reediciones, cómics, animación. El mito de El Principito no tiene previstos aterrizajes de emergencia. Al revés, aspira a volar cada vez más alto. Para disgusto de quienes colocan su calidad cerca del suelo. O incluso por debajo.

“¿Cuántos libros se habrán escrito en estos 80 años? ¿Cuántos clásicos hay? Es un milagro que aún esté vendiendo tanto. Resulta muy emocional, cuando lo lees quieres compartirlo con tus seres queridos”, agrega Rivière. “Se dirige a la humanidad entera”, subraya en un vídeo promocional Olivier d’Agay, sobrino nieto de Saint-Exupéry y presidente de la fundación. La imagen del principito ocupa ya todo tipo de utensilios, pero Rivière relata que el objeto más exitoso sigue siendo el original: el libro. Lo cual, junto con la desaparición de los derechos de autor, explica por qué tantos sellos lo hayan hecho suyo. Ya sucedió en China o Japón, donde hace décadas que es de todos: existen hasta 20 versiones distintas solo en manga. En Francia o EE UU, en cambio, todavía está sujeto al copyright. Aunque los seguidores en todo el mundo llevan tiempo difundiendo en internet sus propias versiones y continuaciones.

En España no ha habido mes, este 2025, sin que se anunciara la publicación de otro principito. Tanto que, cuando Salamandra le planteó a Moreno si quería escribir una continuación, pidió una semana para responder. “Era una responsabilidad muy grande. Hay mucha gente fanática, que tiene hasta tatuajes. Intenté ser respetuoso con la historia y el autor”, explica. Su carrera ofrece otra clave: es el creador de superventas infantiles y juveniles muy emotivos como Invisible o Redes. Y celebra estas semanas otra marca inédita: ha entrado en el Guinness de los Récords por la mayor cantidad de libros firmados en 12 horas, con los 11.088 autografiados el pasado febrero en Madrid.


“El público lo compra porque es El Principito. Y, ahora, también por Eloy Moreno. Mi objetivo es que se lea lo más posible”, destaca Rivière. Finalmente, una vez aceptado el reto, el español apostó por mantener la estructura original y tocar el interior. Piloto y niño vuelven a juntarse, el chico sigue necesitando un dibujo ―un topo, en este caso― y describe un periplo parecido: ha visitado unos cuantos planetas peculiares antes de regresar a la Tierra. Reaparecen así temas como el cuidado de la naturaleza, la tolerancia, la amistad o el amor. Y personajes como la rosa o el zorro. En la novela original, el pequeño conocía a un hombre de negocios afanado en contar estrellas o un rey sin súbditos. Aquí, pisa una avenida masificada, descubre la invasión de pastillas y pantallas u observa a un niño a bordo de “una barca que no sabe a dónde ir, porque quienes están en ella no tienen casa”.

Moreno aclara que descartó enseguida un planteamiento rompedor: “No habría sido El Principito”. Y, a la vez, rechaza que se haya limitado a una copia actualizada: “Quería reproducir la idea de observar con los ojos de un niño, sin posicionarme, pero con otras temáticas. He recibido mensajes de gente que ahora ha leído los dos seguidos y percibe la misma esencia”. Lo cierto es que El nuevo viaje suma ya 20.000 copias vendidas. Aunque Salamandra no se conforma: prepara una edición del original ilustrada por María Hesse y traerá a España la de los célebres diseñadores MinaLima, uno de los lanzamientos estrella de la fundación para 2026.

“Todos los ilustradores que deseábamos hincarle el diente ahora somos libres para abordar ese imaginario”, apunta Antonio Lorente, que se ha atrevido a dibujar la versión editada por Edelvives. Él también sintió cierto peso, porque los diseños del propio Saint-Exupéry han contribuido junto con los textos a la leyenda. Así que se lo leyó por tercera vez. Y luego, guiado por el mismo respeto que Moreno, encontró otro camino: un estilo “completamente diferente” y aun así parecido “en la línea y el punto de vista”, con mucha “alma”. Dejó amplios espacios blancos, para evocar el infinito del que habla el libro. “Es la magia de El Principito. Cada uno le busca su lectura. Es filosofía pura”, añade. Por eso Irene de Puig y Roser Grivé i Solé se pasaron hace años 15 cursos escolares debatiéndolo con clases de adolescentes. Y, finalmente, sacaron de la experiencia otro libro: Cómo se puede leer El Principito (Octaedro).


“Es una obra simbólica que permite una variedad infinita, desde la moralina, hasta la autoayuda o la sociopolítica. Tiene un tono ingenuo, que no lo es en realidad, que nos lleva a la infancia. Al alumnado de 12-15 años le habla de sí mismo, pero sin decírselo. Afronta temas tremendos como el abandono, la soledad, la muerte, con una sensibilidad exquisita”, apunta De Puig. La filósofa y filóloga añade que la respuesta en las aulas fue “magnífica”, y recuerda jóvenes que contagiaron la lectura a sus familias. Aunque, por más que ofrezca una oda al entendimiento, la novela se ha ganado opositores igual de pasionales. En el libro, el protagonista se sorprende por la rigidez de los adultos: a saber qué opinaría de la enemistad que despierta su fábula, a priori tan inocente. Y tan desprovista de asuntos polémicos que se le lanza otra acusación: ser una ñoñería.

Las mismas frases que ejemplifican su poética compleja según los adoradores, de “Lo esencial es invisible a los ojos” a “Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos”, revelan su vacuidad, en opinión de los detractores. El cómico Héctor de Miguel, hace cuatro años, lo resumió en tres palabras: “Es una mierda”. “No puede gustar a todos. Quien la critica no se imagina cuánto ayuda a gente que se siente mal. Es un libro triste que, sin embargo, hace estar bien”, responde Rivière. “Hay capítulos más o menos conseguidos, situaciones quizás un poco sensibleras, pero ocurre en las mejores novelas”, valora De Puig. Y Lorente atribuye el desapego de algún lector al elemento “místico” de la novela. Eloy Moreno, cuyas exitosas obras han sufrido algún ataque parecido, afirma: “Hay muchas capas y también depende de dónde te quedes. De todos modos, no hago novelas negras, escribo de forma emocional sobre temas muy sentimentales”.

“Sin ser yo la persona más ñoña del mundo, ¿cuál sería el problema incluso si El Principito lo fuera?”, plantea Silvia Riesco, filóloga clásica, profesora de secundaria y bachillerato en Madrid. Fue otro enseñante quien le descubrió el libro, cuando ella aún estudiaba en la universidad: dio a la clase las primeras páginas de la novela en griego moderno. Luego, en 2004, Riesco compró en un viaje a Bolonia la versión italiana. La española, paradójicamente, vino más tarde. Siguieron la tailandesa, la armenia o la extremeña, El Prencipinu, y muchas más, hasta una colección que suma más de 40 ejemplares. Por compras propias, y regalos de amigos que ya conocen y alimentan su tradición. “Tampoco es que ofrezca la calidad de la Ilíada, pero sí creo que tiene más profundidad de lo que a priori parece”, agrega la profesora.

Mark Osborne, director de la última adaptación cinematográfica, hace una década, le debe de alguna manera su familia a la novela: ha contado que su novia se la regaló cuando él tuvo que mudarse de Nueva York a California, con 18 años. Sostuvo que el libro les sirvió como un vínculo. “Hoy están casados y con hijos”, celebra Rivière. El directivo asegura que la fundación nunca ha recibido propuestas muy disparatadas y que solo imponen unos pocos límites: “En cada proyecto tenemos que compartir los mismos valores. Toda la gente con la que trabajamos ama El Principito. No hacemos productos que dañarían su imagen, ni alianzas con compañías petrolíferas o de comida rápida”.

Hoy colaboran con unas 400 empresas, abrieron un parque temático o una tienda ad hoc en París. Aunque De Puig ofrece una mirada más escéptica: “Separaría la lectura del libro del bum de objetos que ha generado. Como en tantas otras cosas, han surgido un merchandising y un negocio que a veces no tienen mucho que ver”. Rarezas de la Tierra. Aunque el Principito sabe que cada planeta tiene las suyas.

HUMOR, REMEDIO INFALIBLE

 

RAÍCES

 

España no es Extremadura pero sí viceversa. Quiero creer que no todos están pendientes de la caza, la misa y los toros. Si no es así, estamos perdidos.

sábado, 13 de diciembre de 2025

LA TAL LEIRE


A pesar de creerme una persona bien informada, de las que lee los periódicos diariamente y hasta las portadas del enemigo, he tenido que preguntarle al ChatGPT qué pintaba en todo esto la tal Leire, a la que presentan siempre como "exmilitante del PSOE", como si de un título universitario, o nobiliario, se tratase. No creas que me he enterado del todo sobre este personaje un tanto siniestro.
He aquí lo que he sacado en claro, por decirlo así:

- Presunta trama de corrupción en contratos públicos.
La Audiencia Nacional y la Guardia Civil están investigando a Leire Díez por su supuesta implicación en una red que amañaba contratos y concesión de ayudas públicas a cambio de comisiones ilícitas. La causa se dirige por posibles delitos como prevaricación, malversación, tráfico de influencias y pertenencia a organización criminal. ElHuffPost+1

- Relación con empresas y ex altos cargos.
La investigación también incluye a Vicente Fernández (expresidente de la SEPI) y al empresario Antxon Alonso, vinculado al exsecretario de Organización del PSOE Santos Cerdán. Se les acusa de colaborar con Díez para influir en adjudicaciones públicas y favores políticos/empresariales. ElHuffPost

- Interceptaciones y pruebas bajo secreto de sumario.
El caso está aún en una fase inicial bajo secreto de sumario. Los investigadores han acudido a diferentes dependencias (Correos, Hacienda, Ministerio de Transición Ecológica y otras) para reunir expedientes vinculados a la causa. Diari ARA

- Medidas cautelares tras detención.
Díez fue detenida por la Guardia Civil y posteriormente puesta en libertad provisional con medidas cautelares: retirada de pasaporte, prohibición de salir de España y comparecencias periódicas ante el juez.

Aunque la investigación principal se centra en una trama de contratos públicos supuestamente amañados, también hay antecedentes de otras diligencias en las que se le atribuían maniobras para desacreditar a fiscales y mandos de la Guardia Civil, pero esos elementos forman parte de causas conexas que han sido objeto de investigaciones judiciales anteriores. LaSexta

Después de leer me surgieron nuevas dudas acerca del "poder" de esta señora. ¿Estaríamos, tal vez, ante otra "pequeña Nicolas"?

El por qué y en qué sentido se considera que Leire Díez tenía “poder” o influencia (más allá de ser simplemente una exmilitante del PSOE) dentro de varios ámbitos, según lo que está saliendo en la investigación judicial y periodistas:

1. Relaciones con altos dirigentes socialistas.
Aunque no ocupaba un cargo público formal alto, Díez se presentaba a terceros como muy cerca del PSOE y daba a entender que hablaba o actuaba en nombre del partido o de dirigentes relevantes. En una grabación entregada al fiscal, ella aseguró que era “mano derecha” de Santos Cerdán, entonces secretario de Organización del PSOE, lo que sugiere que se autopercibía o se posicionaba como un enlace con la cúpula socialista. infobae

2. Experiencia y cargos en empresas públicas.
Leire Díez no era una desconocida: trabajó en empresas públicas vinculadas al Estado —por ejemplo fue responsable de comunicación en Enusa (empresa pública participada por SEPI) y tuvo cargos en Correos (como directora de Filatelia). Según EFE, formó parte de plantillas con cierta responsabilidad en organismos dependientes del Estado. EFE Noticias

3. Capacidad de conectar con empresarios, fiscales y fuerzas de seguridad.
Lo que más notoriedad le ha dado en el caso es que actuaba como intermediaria entre empresarios, fiscales y fuerzas del Estado, con la presunta intención de:
Influir en investigaciones judiciales o desprestigiar a quienes investigan casos sensibles, como la UCO (Unidad Central Operativa de la Guardia Civil) o la Fiscalía Anticorrupción, según la Fiscalía. El País
Negociar (según las acusaciones) algún tipo de trato o favor con empresarios involucrados en causas, como Javier Pérez Dolset, a cambio de información u otros beneficios. EL ESPAÑOL
Este tipo de contactos y propuestas (aunque estén en investigación y no probados en sede judicial) dan la impresión de que contaba con una red de relaciones que trascendía a la de una militante normal del partido.

4. Influencia política y mediática percibida.
Antes de su detención, Díez había ganado notoriedad en medios como “la fontanera del PSOE”, un apodo que alude a que trabajaba en las supuestas “cloacas” o labores internas delicadas del partido —sea como agente, contacto o intermediaria—, tratando asuntos sensibles relacionados con investigaciones, fiscales y fuerzas de seguridad. El Debate

¿Tenía “poder oficial”?
No oficialmente.
No era ministra, ni directora general ni tenía un cargo directivo en la estructura formal del Gobierno o del PSOE en ese momento.
No figuraba en altos puestos electos o ejecutivos públicos recientes.
Sus funciones formales en organismos públicos habían terminado antes de la actual investigación. EFE Noticias

Pero sí tenía —o al menos así lo percibían otros actores— cierto tipo de influencia o capacidad de acceso a personas con poder político, empresarial y judicial, y era vista como alguien que movía hilos detrás de escena o al menos intentaba hacerlo, lo que ha alimentado el interés judicial y mediático en su figura. El País

DOS MENOS



Muere Roberto Iniesta-ROBE (10.12.2025), muere Héctor Alterio (13.12.2025), DEP.

Extremoduro, *La vereda de la puerta de atrás.

SÍ, SE VIVÍA MEJOR

LA FOTO


Fíjense con detenimiento en esta foto, es de un mitin de VOX en Badajoz un día de este mes; habla Santiago Abascal, supongo que de los inmigrantes, de la conspiración comunista, de Sánchez el Anticristo o Feijóo el pusilánime (a Ayuso ni la toques, que cabezas más altas han caído por ello). Lo que me parece más elocuente no es que estas señoras talluditas estén en éxtasis añorando aquellos tiempos donde estaban subyugadas a sus maridos, como dios manda, no. Lo que me impresionan son los jóvenes a la derecha de la foto, igualmente en trance, echando de menos algo que nunca han conocido.
La ignorancia es tan peligrosa.

HUMOR, REMEDIO INFALIBLE

 

NO HAY IGNORANCIA QUE NO SEA DESPECTIVA


Una novela de ahora mismo
Un siglo después de su publicación, el tiempo ha confirmado la total modernidad de ‘El gran Gatsby’.
Antonio Muñoz Molina, 13.12.2025

Hay regalos que duran toda la vida. Cuando nos despedíamos al final del último curso en la universidad, un amigo me regaló una edición barata de El gran Gatsby, que traía en la portada una foto de Robert Redford en esmoquin, reclamo evidente por la película de mucho éxito basada en la novela. Con distraído esnobismo de universitario, adicto a las severidades de los cineclubs, yo no había hecho caso a la película, y la portada de la novela no me había llamado la menor atención, imaginando que sería una historia romántica de las que abundaban entonces, a la zaga del éxito de Love Story. No hay ignorancia que no sea despectiva. El gran Gatsby, cada vez que vuelvo a ella, me parece un modelo de esa perfección que se alcanza tantas veces en la música, y creo que con bastante menos frecuencia en la novela. El gran Gatsby apareció en el mismo año prodigioso en el que Virginia Woolf publicaba Mrs. Dalloway y John Dos Passos Manhattan Transfer, y un año después de nada menos que La montaña mágica, de Thomas Mann. Proust había muerto en 1922, pero los últimos volúmenes de En busca del tiempo perdido seguían editándose, y en ese mismo año la heroica y muy sufrida librera Sylvia Beach le había costeado a James Joyce la publicación de Ulises, que en algunos capítulos tiene concordancias misteriosas con Luces de bohemia, impresa en libro en 1924. El “Madrid absurdo, luminoso y hambriento” de nuestro Valle-Inclán se parece mucho en ciertos pasajes de esperpento y desgarro al Dublín de Joyce, por donde también deambulan un maestro y un discípulo tan beodos como Max Estrella y don Latino de Hispalis.

Son, a mi juicio, los años cumbre en el arte de la novela. Proust había acarreado a la estética del nuevo siglo los hallazgos del realismo folletinesco de Balzac y la agudeza social y psicológica de George Eliot. Virginia Woolf admiraba abiertamente a Eliot, modelo para ella de mujer novelista, y leía con fervor cada nuevo volumen de Proust que iba apareciendo. A Joyce lo detestaba, no sin el desagrado de una inglesa de clase alta hacia un descastado irlandés resuelto a no prescindir ni disimular ninguna grosería, pero su instinto de narradora era más lúcido que sus prejuicios literarios y sociales, así que, escribiendo Mrs. Dalloway no tuvo escrúpulo en aprender de Ulises. A partir de 1925, Virginia Woolf emprendió una sucesión sobrecogedora de obras maestras que iba a durar hasta el fin de su vida, cada una de las cuales tiene la virtud de ser del todo original, no solo con respecto a las novelas de los otros, sino a las que la misma Woolf había escrito antes o escribiría después.

Todas estas novelas de los años veinte, siendo tan variadas, tienen algo en común: la mezcla entre el retrato de la cruda inmediatez de lo real y la experimentación en la forma. Uno y otra son inseparables. A Joyce, a Mann, a Woolf, la vida que se agita en torno suyo y en el interior de la conciencia les apasiona tanto como a Balzac o a Flaubert, pero ellos saben que el mundo en el que viven ya está muy alejado del de sus predecesores, y por tanto necesitan nuevas herramientas formales para reflejarlo, y recrearlo. Cuando yo era joven, a todo lo que sonara a realista se le añadía el calificativo de “la berza”, cuando no el todavía peor de “costumbrismo”. Parecía que una novela “experimental” —palabra que los críticos pronunciaban con reverencia— debía ser tan impenetrable a la realidad cercana como un cuadro de Mark Rothko a la acera convulsa de la calle de Nueva York donde estaba su estudio.

En esta edad de oro de las novelas, los años veinte del siglo pasado, El gran Gatsby ocupa un espacio tan singular como su propio autor. Comparado con los otros, Scott Fitzgerald era un personaje mundano y algo sospechoso, una especie de estrella pop que triunfa de golpe en la primera juventud y posa en las revistas con una pareja glamurosa, los dos vestidos a la última moda, conduciendo coches rápidos y bebiendo cócteles en fiestas de sociedad que duran noches enteras. Su primera novela, A este lado del paraíso, la publicó en 1920, y fue un éxito masivo entre el público joven que lo hizo célebre y rico a los 23 años. Solo cinco años más tarde, cuando apareció El gran Gatsby, su salud y su vida empezaban a desbaratarse, y tenía la angustia prematura del artista pop por estar pasándose de moda. La novela, en la que él confiaba apasionadamente (una de esas raras veces en las que un autor es consciente sin vanidad ni delirio del valor de lo que ha hecho), tuvo críticas excelentes, y también mediocres, y pareció que estaba siendo un best-seller, pero luego resultó que no, no en la medida en que él y sus editores esperaban. Y su novedad no es tan visible como la de otras novelas contemporáneas: a no ser que al fijarnos en la limpieza y la claridad de su forma, en el aire de liviandad con que sucede la historia, pensemos no en ejemplos literarios, sino en las arquitecturas más originales de la época, los edificios en apariencia sin peso de la Bauhaus.

El gran Gatsby, apenas con 170 páginas, con una sola voz narrativa, con un relato casi en línea recta que va de principio a fin, en el curso de un solo verano, es casi una novela corta. La escritura es transparente, con el impulso romántico y el contrapunto de ironía y desengaño que hay en muchas canciones americanas de la edad del jazz. Hace un siglo justo que se publicó, y se mantiene tan tersa, tan perfecta en su concisión, como el primer día. El tiempo, en vez de gastarla, ha confirmado su modernidad, en el sentido más pleno. Una gran novela es un reflejo de su tiempo, y también de los tiempos de sus lectores sucesivos.

Yo leí El gran Gatsby las primeras veces como una historia de amor excesivo, ensoñado, fracasado. Esta vez vuelvo a ella y la melancolía de aquel amor sin realidad ni porvenir no es tan poderosa como el retrato de un mundo en el que la riqueza y el poder deforman por igual a quienes los poseen que a quienes los ansían y los sufren, y en el que los más ricos aplastan sin miramiento a los débiles en la persecución de sus caprichos, y nunca pagan los destrozos que causan, y además se quejan de los invasores que amenazan la civilización representada en exclusiva por ellos.

La novela sucede en el verano de 1922, pero nosotros la leemos inevitablemente a la luz de lo que vino después, la crisis de 1929, causada por el enloquecimiento de la especulación financiera, el supremacismo blanco y el resentimiento de los privilegiados que se aprovecharían del desamparo y la rabia de los pobres para levantar regímenes homicidas. Los ricos viven en mansiones monstruosas a la orilla del mar. El narrador de la novela, Nick Carraway, negocia bonos en la Bolsa. Tom Buchanan, heredero de una riqueza de generaciones que le hace despreciar el arribismo de nuevo rico de Gatsby, le explica a Nick su visión sombría del mundo, que se parece bastante a la “gran sustitución” de los fascistas y tecnólogos de ahora: “La civilización se está cayendo en pedazos… Si no nos mantenemos alertas, la raza blanca será avasallada por completo… Es todo científico. Nos toca a nosotros, la raza dominante, estar vigilantes, o si no otras razas tomarán el control”. Tom Buchanan, dice Fitzgerald, tiene un cuerpo cruel: hombros hercúleos, como de gimnasio, mentón alzado, como los esbirros de trajes azules de Donald Trump. Puede que Trump no supiera lo que estaba haciendo cuando en su mansión monstruo de Florida dio una fiesta de Halloween a la que había que asistir con disfraces inspirados por El gran Gatsby.

BELLEZA