Continúo con mi atracón de Julia Navarro, ahora con su novela "Dispara, yo ya estoy muerto", unos minutos después de terminar la entretenidísima "Dime quién soy". Reconozco que la señora escribe bien, aunque no es Vargas Llosa -para mi con demasiados tópicos y frases hechas-, pero aún así la novela me entretuvo mucho hasta el final. De esta espero lo mismo, o más si cabe.
Para empezar nos encontramos en Jerusalén, durante el moderno Israel, para saltar en el tiempo hacia Rusia de los zares, durante la persecución a los judíos que tuvo lugar allí a partir del magnicidio del zar Alejandro II.
Uno lee la historia del pueblo judío -a mi me ha interesado siempre-, y le cuesta aceptar cómo se discute del problema palestino-israelí sin tener ni idea de la Historia, de lo que le ha sucedido a este pueblo a lo largo de los años, en Palestina, en Asia, en Europa... la shoá, pogromos, persecuciones de todo tipo; ignorancia pura y dura.
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