martes, 27 de diciembre de 2011

SERIES: LAS DECEPCIONES

Las decepciones de 2011
Quinta Temporada. Por: Natalia Marcos (Con la colaboración de Miriam Lagoa y Álvaro P. Ruiz de Elvira)27 de diciembre de 2011
 
Dentro de nuestro repaso del año, en el que ya hemos desgranado las mejores series de 2011, abrimos un espacio para las mayores decepciones que nos hemos llevado este año. Temporadas que no han satisfecho las expectativas, estrenos con mucho ruido y pocas nueces ... Aviso para navegantes: no es un listado de las peores series del año, sino de nuestras mayores decepciones. Tampoco están en este orden por una razón en concreto. Por las propias características del post, puede tener algún spoiler. Y, por supuesto, los lectores pueden, y deben, estar en desacuerdo y expresarlo (siempre respetuosamente) en los comentarios.
- Sexta temporada de Dexter: La última temporada no ha hecho más que acentuar la caída en picado que ha sufrido la serie tras una brillante cuarta temporada. Un oponente nada carismático, nuevos personajes a medio desarrollar, hilos argumentales que van a ninguna parte (al menos de momento), algunas tramas casi surrealistas (véase el caso de Debra en los últimos capítulos) y giros de guion nada sorprendentes han acompañado a Dexter en su periplo por el mundo de la religión. La excepción es una rareza en mitad de la temporada: el capítulo titulado Nebraska, con guiños a los mejores momentos de la serie. Con dos temporadas más ya confirmadas, los guionistas tendrán que aplicarse a fondo para reconducir el destino de una serie que nos regaló grandes momentos seriéfilos en el pasado y que hoy es una sombra de lo que fue.
- El final de The Killing: Nos enganchó con su gran arranque, con ese aire oscuro y triste, ese Seattle siempre lluvioso, con esas tres historias paralelas unidas por el asesinato de la joven Rosie Larsen. Sin embargo, el final... Ay, el final. ¿Expectativas equivocadas? Tal vez. Al tener como referente la original danesa, buena parte de los seguidores de la serie vio el cierre de temporada como una tomadura de pelo. Está claro que la decepción es generalizada y justificada ante una conclusión que deja todo pendiente.
- Misfits: La incorporación de personajes nuevos a un núcleo ya formado siempre es complicada, pero a pesar del arranque a trompicones de Rudy, ha terminado medio encajando en el grupo. El problema de la tercera temporada de Misfits ha estado en unas historias sin la fuerza de las anteriores. No ha sido una temporada mala, incluso ha tenido momentos interesantes. Pero le ha faltado gancho y fuerza comparada con los episodios previos. Unos poderes nuevos de los que casi no se puede sacar provecho y el escaso desarrollo de los personajes no ha ayudado. Y, sobre todo, nos queda la duda de lo que ocurrirá en los próximos capítulos. El final de la tercera temporada podría haber sido una conclusión redonda para la serie. ¿Era necesario alargarla en estas circunstancias?
- La lentitud de The Walking Dead: La serie basada en los cómics de Robert Kirkman nunca se ha caracterizado por una gran velocidad en la narración. Si en la primera temporada ya comprendimos que la historia se iba a centrar más en los personajes y sus relaciones que en los zombies, en los primeros capítulos de la segunda temporada, los emitidos antes del parón, la lentitud se ha hecho desesperante. Lo peor es que las relaciones entre personajes y sus diálogos interesan más bien poco. El último capítulo emitido ha dado algo de esperanzas. Habrá que seguir dándole una oportunidad, a pesar de la decepción.
- Cheers a la española: En realidad ha sido una de las decepciones más previsibles de este año. Desde el principio, el proyecto no hacía prever nada bueno. ¿Adaptar la clásica serie de los 80 al estilo español? La presencia de Antonio Resines y el sabor a Los Serrano que le otorgaba no ayudaba a la combinación. El estreno de la serie solo confirmó lo que ya se esperaba: una versión sin gracia que no llegaba ni a sombra borrosa del original. Poco más de dos meses después, y tras haber paralizado el rodaje para reescribir los guiones, fue cancelada. Para guardar en el museo de los horrores, la versión de la canción de apertura que interpretaba Dani Martín.
- El regreso a los 60: Inspiradas por el éxito de Mad Men, las cadenas estadounidenses NBC y ABC se apuntaron a la fiebre del regreso a los 60 y a sus looks vintage y glamurosos. La primera decidió hacerlo adentrándose en el mundo de las conejitas de Playboy. Ya el piloto de The Playboy Club hizo prever el desastroso final que tuvo la serie, que aguantó en antena solo tres capítulos. ABC se decantó por recuperar la mítica compañía aérea Pan Am. Sus azafatas protagonizan una serie que camina por la línea floja por culpa de unos guiones que no terminan de despegar y una audiencia que la va abandonando poco a poco.
- El fiasco de Terra Nova: A principios de año era uno de los proyectos señalados en rojo en nuestro calendario seriéfilo. En primavera comenzaron los primeros rumores sobre los problemas que se estaban viviendo en el rodaje del piloto y en septiembre los temores se confirmaron con el aburrido primer capítulo de la serie. Dos horas de trama atropellada, personajes planos y dinosaurios de saldo. Terra Nova no mejoró en los capítulos siguientes, de vez en cuando aparecían algunos destellos, pero en general la primera temporada ha sido uno de los fiascos de 2011. Los directivos de Fox todavía no se han pronunciado sobre el futuro de la serie, pero a estas alturas tampoco es algo que nos quite el sueño.
- El estreno de Falling Skies: Hubo un tiempo en que la marca Spielberg significaba aventura, calidad casi extrema, una promesa de entretenimiento absoluto. En el cine, bajo su sello aparecieron Los Goonies, Los Gremlins o Regreso al futuro. En la televisión, Cuentos Asombrosos. Pasó el tiempo y llegaron pequeñas grandes joyas (Hermanos de sangre) intercaladas con productos peores. Hasta que llegó 2011. Dos series, dos. Y las dos por el mismo camino mediocre: Terra Nova, y la gran decepción: Falling Skies. Una mezca de V, los Visitantes, con cualquier película de invasión aliénigena, donde todo es previsible y los momentos edulcorados sobran. Bien hecha, sí. Pero muy por debajo de las expectativas. ¿Remontará en la segunda temporada? ¿Tendrá un presupuesto similar? ¿Aportará algo nuevo, o al menos, algo más entretenido y sorprendente en su historia?
- Escaso riesgo en los premios: Tanto los Globos de Oro como los Emmy no depararon grandes sorpresas este año. En especial, los Emmy no arriesgaron nada en los premios de las comedias. Modern Family sigue siendo la preferida, igual que Glee lo fue en los Globos de Oro. Sin novedades en unas categorías en las que se podría tener más en cuenta series más rompedoras como Community o Parks & Recreation.
- La despedida edulcorada de Entourage: La comedia de HBO nos había dejado grandes momentos y sorprendentes cameos a lo largo de sus ocho temporadas. La última, que se emitió en verano en EE UU, solo tuvo ocho capítulos y la consecuencia fue que todas las tramas que se arrastraban desde la séptima se cerraron deprisa y corriendo. La serie se había adentrado en el lado oscuro de la fama en Hollywood pero tuvo un final de comedia romántica. Ni siquiera la promesa de que Vince Chase y su séquito se despedirán definitivamente en forma de película es suficiente: Entourage no era esto.
- Sin noticias de Mad Men. El drama de de AMC lleva más de un año y medio sin estrenar capítulos nuevos. Las tensas relaciones entre Matthew Weiner y la cadena de cable hicieron incluso que peligrara su continuidad. Meses y meses de negociaciones que supusieron primero que se suspendiera su regreso en verano y luego que se retrasara el inicio del rodaje a agosto: un culebrón fuera de pantalla y un año flojo en estrenos que han provocado que hayamos echado aún más de menos la serie. Si no se tuerce nada a última hora, la quinta temporada se estrenará en EE UU en marzo.
- Las nuevas comedias de la temporada de otoño: Si exceptuamos New Girl, Suburgatory y, quizá, Dos chicas sin blanca, las series cómicas que se estrenaron en septiembre en Estados Unidos no brillaron precisamente por su comicidad. Up all night y Whitney se mantienen en antena, a pesar de unos datos de audiencia más bien discretos. Sin embargo, Free agents fue cancelada rápidamente. Mejor borrarla de nuestros recuerdos.

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