viernes, 19 de julio de 2024

MEDIA HORA

Sí, solo con media hora de diferencia, esto es lo que he tardado hoy en llegar a La Esperanza desde santa Cruz, donde el termómetro de mi coche marcaba 23° a las 5:15am. No nos queda nada.
El recorrido hasta mi oficina, de unos 20 minutos, en el que normalmente me cruzo con un par de coches únicamente, fue hoy completamente diferente. Salir media hora más tarde me ha hecho encontrarme una carretera mucho más animada: coches, camiones, motos y hasta un patinete que bajaba desde La Esperanza por la oscura carretera. Hasta un gato cruzando vi, además de las consabidas y recurrentes ratas, o a saber qué pobre animal- aplastadas. Con música de Tom Petty aparqué en el bar para tomarme ese primer cortado con el termómetro exterior de la farmacia indicando 21° a las 5:35h. Sí, dos grados nada más -o nada menos-, pero se agradecen, menos da una piedra. 
A esta hora el pueblo está desierto, tranquilo, con el bar abierto y la panadería a pleno rendimiento a puerta cerrada. Como no estamos a final de mes no hay ancianos apostados en la puerta del banco y en la Plaza permanecen las farolas encendidas esperando el amanecer o, quizá, añorando la época navideña donde la engalanan.
Ayer, cansado como nunca, me acosté a las 9 y me quedé frito, no recuerdo nada más que moverme mecido por el aire del colchón, apagar el aire acondicionado cuando noté ya suficientemente frío mi cuarto, conectar el móvildespertador a su cable nodriza y apagar la lámpara bloque de hielo que dejé atrás cuando la mudanza. Lámpara, literalmente un bloque de hielo de unos 25cm, con una bombilla dentro, con la cual me pararon en la aduana de NY hace muchos años porque la que estaba frente al ordenador vio something weird en su pantalla. 
Esta mañana, incluso después de dormir como un tronco algo más de 7 horas, no podía levantarme del airoso colchón, de manera que añadí media hora de sueño, he ahí la razón de mi rally de hoy hasta La Esperanza. Hoy me espera una mañana tranquila con una única reunión, posterior almuerzo de despedida a un compañero informático del Ayuntamiento -solomillo o bacalao, datos requeridos al apuntarte a la comida previo abono por bizum, ¡qué modernos!- y avión de vuelta.
Un viernes con sabor a viernes, sí.
Tom Petty, *Free fallin'.

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