Leo con pesar que el PP, primer partido de la oposición en España, aquél que fue el "partido conservador" con tintes europeístas y modernos, abraza las ideas de VOX y pide que (sic) el ejército tome las costas africanas para frenar la inmigración.
Esto sería baladí si no fuera por la sombra del resultado de las elecciones francesas, que parece ser tan alargada como la del ciprés y, me atrevo a pensar, de las europeas, donde la derecha se ha diluido en favor de la extrema derecha o de los populistas apolíticos, valga el símil, como Alvise o el youtuber chipriota Fidias.
¿Qué nos espera si Feijóo pierde la oportunidad de oro de convencer al electorado español de que un cambio de rumbo es lo que necesita España si se entrega a las teorías de VOX?
¿Qué nos espera si el PP continúa con esa insolidaridad manifiesta de la que ya no reniega impidiendo el reparto de menores inmigrantes entre las autonomías?
¿Qué dirá el PP canario y el de las Ciudades Autónomas ante esta negativa al reparto?
Siento pena y miedo, VOX se come al PP, visto lo visto. Ellos estarán en la sombra frotándose las manos a rebufo de Marine Le Pen, Meloni, Trump u Orbán.
Claro, Putin feliz como una perdiz, tan bien también.
Ah, por cierto, ¿qué decir de la importancia que tuvo la emigración española durante, sobre todo, la primera mitad del siglo XX, a Europa (Alemania, Bélgica, Francia, Gran Bretaña, etc.) y a las Américas (Venezuela, Cuba, Argentina, México, etc.)?
Se han vuelto las tornas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario