Después de una noche accidentada -tirón en el interior del muslo izquierdo, mientras dormía, que me levantó de la cama coin un dolor terrible y que me duró un buen rato-, escucho el Bolero de Maurice Ravel en la radio y lo repito en casa, sonando ahora, una forma perfecta de llenar de energía este Jueves Santo (barriguitra llena, corazón contento después de desayunar), día que pretendo rellenar con el primer capítulo de la última temporada de Juego de Tronos, ¡cómo no!, almuerzo familiar y redistribución de las plazas de garaje del proyecto en el que ando inmerso. Un día con el cielo azul y gris, fresco y que con el que empieza este fin de semana más largo de lo normal.
♫
Ravel, *Bolero.
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