Esta mañana me he acordado de las veces que he estado en un lugar y ha comenzado a nevar. Hoy no ha nevado, no lo hace a esta cota en la isla, pero al ver las pequeñas gotas de lluvia tempranera iluminadas con el faro de la moto me acordé del frío que pasamos este febrero en Nueva York, donde nevó copiosamente un día entero, o en Londres, donde por las mañanas los alféizares de las ventanas estaban completamente cubiertos, o en Las Cañadas, después de pasar el día con Isabel y German en El Médano. Los agentes meteorológicos siguen siendo una maravilla de la naturaleza, si uno se para a pensar un poco. Agua que cae del cielo, sea en forma de gotas o de copos, arcoiris que se pierden entre las nubes o en su encuentro con la superficie de la Tierra, auroras boreales danzarinas -éstas aún siguen pendientes-, cielos naranjas o rojos, tormentas eléctricas...
Mis mañanas continúan frías, aún no llega el buen tiempo a esta zona de Tenerife.
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