PALOS PORQUE REMA, PALOS PORQUE NO REMA
Esa frase le vengo oyendo desde que tengo uso de razón, y estoy más cerca del siglo, que del nacimiento; pero quizás sea en éstos críticos momentos que atraviesa nuestro país, cuando la misma toma carta de naturaleza. A nadie se le esconde que Zapatero el optimista, ha dejado paso al Zapatero explorador. Busca y rebusca en éste laberinto económico financiero que nos ha tocado vivir, el filón que nos pueda sacar de la crisis. Quizás sea por ello, que con su afán de tranquilizar a la “parroquia” adelante acontecimientos, que, en petit comité se pergeñan, para que nadie se vaya de “rositas” a la hora de contribuir solidariamente en el reparto de esa carga, que desgraciadamente, no hemos provocado, y, que es fruto del crecimiento de las “alimañas” financieras que abarrotan los parqué de todas las Bolsas mundiales.
Los que por diversificación de la profesión, hemos conocido los entresijos y tejemanejes de la banca, estamos en disposición de explicar de forma practica, lo que hoy está ocurriendo en los mercados globalizados de éste planeta llamado Tierra. Los especuladores ponen en practica las ventas “a corto”. ¿Que significa esto? Significa el apostar por la caída en Bolsa del precio de un activo. El modus operandi habitual del “depredador” financiero es pedir prestadas acciones, divisas o bonos a terceros, a corto plazo y a un interés reducido. Concluido los plazos del préstamo el inversor recompra los títulos para retornárselos a sus propietarios, con la “esperanza” de su devaluación, apuntándose las plusvalías. Éste modus operandi es conocido como “evasión y consolidación de deuda”. ¿Que efecto tiene esta acción sobre el precio de los activos? Un primer paso, es hundir los activos en cuestión, A posteriori cuando los inversores recompran sus títulos, la presión es alcista. Estas truculentas operaciones, tienen sus defensores y detractores, pero mientras se buscan fórmulas que eviten los riesgos, los “buitres” del parqué, están haciendo su agosto, y fiel reflejo de ello, son los vaivenes del IBEX y de tantas Bolsas mundiales.
Inicialmente Zapatero remaba en favor de las rentas del trabajo, pero hoy, no estamos solos, y nuestros socios comunitarios, nos han dicho: por ahí no. Cuando eso se produce, Elena Salgado pone a trabajar a todo ritmo a la Agencia Tributaria, para localizar a los ricos “declarados” y a esos otros, que siéndolos, tienen montados sus “chiringuitos” que les permiten evadir, una parte sustanciosa de la “tarta”. Ahí pecó el Presidente, el Vicepresidente Tercero, y el Ministro de Fomento. ¿Por qué?, pues porque puso sobre aviso a esa “camarilla” que cada vez abunda más en la España pícara, y que de inmediato, puso en marcha la “Gran Evasión” Por ello, lo que la mayoría de los comentaristas, han criticado, y con razón, los mensajes contradictorios; que han sido sólo fruto del afán de serenar a la opinión pública. ¿Habrá llegado a tiempo nuestra Dama de Hierro, para localizar esas fortunas, cuya opacidad, les hacen casi invisibles? Esperemos que sí. Pues nadie se cree que sean sólo 750.000 ciudadanos los que declaran más de 60.000 euros al año.
O los españoles fardamos de ricos, pero a la hora de compartir y ser solidarios, somos unos mendigos, O no nos hemos desprendido del Typical Spanish, que tan famosos nos hicieron en épocas pretéritas; y si no, preguntemos a D. Esperanza, esa dama de alta alcurnia, que duerme en un “albergue” pues no llega a fin de mes, con la mísera paga que percibe. Y como exige que sea el Sr. Bono el “paganini” bien que podría servir de “Tabla de Referencia” entre “pobres” y “ricos” la fortuna del Presidente del Parlamento, que por lo datos que tengo, son fruto del trabajo de sus padres, y del buen hacer de su esposa, algo que no podrá decir ni Dª. Espe, ni su amigo del alma de Francisco el de los trajes, ni Josema el “padrino” de Agag, ni la Dolores de La Mancha, y tanto y tantos más que conforman y han hecho realidad, la ficción de aquel cuento de nuestra niñez Ali Babá y los cuarenta ladrones que ya para los que ni canas peinamos, se ha convertido en una pesadilla.
Los que por diversificación de la profesión, hemos conocido los entresijos y tejemanejes de la banca, estamos en disposición de explicar de forma practica, lo que hoy está ocurriendo en los mercados globalizados de éste planeta llamado Tierra. Los especuladores ponen en practica las ventas “a corto”. ¿Que significa esto? Significa el apostar por la caída en Bolsa del precio de un activo. El modus operandi habitual del “depredador” financiero es pedir prestadas acciones, divisas o bonos a terceros, a corto plazo y a un interés reducido. Concluido los plazos del préstamo el inversor recompra los títulos para retornárselos a sus propietarios, con la “esperanza” de su devaluación, apuntándose las plusvalías. Éste modus operandi es conocido como “evasión y consolidación de deuda”. ¿Que efecto tiene esta acción sobre el precio de los activos? Un primer paso, es hundir los activos en cuestión, A posteriori cuando los inversores recompran sus títulos, la presión es alcista. Estas truculentas operaciones, tienen sus defensores y detractores, pero mientras se buscan fórmulas que eviten los riesgos, los “buitres” del parqué, están haciendo su agosto, y fiel reflejo de ello, son los vaivenes del IBEX y de tantas Bolsas mundiales.
Inicialmente Zapatero remaba en favor de las rentas del trabajo, pero hoy, no estamos solos, y nuestros socios comunitarios, nos han dicho: por ahí no. Cuando eso se produce, Elena Salgado pone a trabajar a todo ritmo a la Agencia Tributaria, para localizar a los ricos “declarados” y a esos otros, que siéndolos, tienen montados sus “chiringuitos” que les permiten evadir, una parte sustanciosa de la “tarta”. Ahí pecó el Presidente, el Vicepresidente Tercero, y el Ministro de Fomento. ¿Por qué?, pues porque puso sobre aviso a esa “camarilla” que cada vez abunda más en la España pícara, y que de inmediato, puso en marcha la “Gran Evasión” Por ello, lo que la mayoría de los comentaristas, han criticado, y con razón, los mensajes contradictorios; que han sido sólo fruto del afán de serenar a la opinión pública. ¿Habrá llegado a tiempo nuestra Dama de Hierro, para localizar esas fortunas, cuya opacidad, les hacen casi invisibles? Esperemos que sí. Pues nadie se cree que sean sólo 750.000 ciudadanos los que declaran más de 60.000 euros al año.
O los españoles fardamos de ricos, pero a la hora de compartir y ser solidarios, somos unos mendigos, O no nos hemos desprendido del Typical Spanish, que tan famosos nos hicieron en épocas pretéritas; y si no, preguntemos a D. Esperanza, esa dama de alta alcurnia, que duerme en un “albergue” pues no llega a fin de mes, con la mísera paga que percibe. Y como exige que sea el Sr. Bono el “paganini” bien que podría servir de “Tabla de Referencia” entre “pobres” y “ricos” la fortuna del Presidente del Parlamento, que por lo datos que tengo, son fruto del trabajo de sus padres, y del buen hacer de su esposa, algo que no podrá decir ni Dª. Espe, ni su amigo del alma de Francisco el de los trajes, ni Josema el “padrino” de Agag, ni la Dolores de La Mancha, y tanto y tantos más que conforman y han hecho realidad, la ficción de aquel cuento de nuestra niñez Ali Babá y los cuarenta ladrones que ya para los que ni canas peinamos, se ha convertido en una pesadilla.
Antonio Ortega Santana.
http://www.canariasahora.es/opinion/5732/
No hay comentarios:
Publicar un comentario