Me despierto esta mañana con la triste noticia de la muerte de una familia española en el río Hudson, frente a Manhattan, en un accidente de helicóptero donde también falleció el piloto. Parce que algo pasó en pleno vuelo y se desprendieron las palas del aparato que obviamente cayó en picado hasta estrellarse en el agua. Qué terrible, pobre gente. Te vas tan contento con tus hijos a visitar NY, te subes a uno de estos helicópteros que sobrevuelan los alrededores de la isla y muere hasta el apuntador.
En todos mis viajes a Nueva York no se me ha ocurrido nunca subirme a un helicóptero, no sé por qué. Las primeras veces, antes del 11-S, cuando aún se volaba sobre el interior de los rascacielos, nunca lo hice, imagino porque Durante los viajes no podía gasta un duro salvo para comer y poco más. Luego, con los años, perdí el interés, supongo. El hecho es que sí volamos en uno de estos para visitar el Glaciar Franz Josef (Ka Roimata o Hinehukatere en maorí), ubicado en el Parque Nacional Westland en la costa oeste de la Isla Sur de Nueva Zelanda y junto al Glaciar Fox. Recuerdo que en ningún momento durante el vuelo te planteas que al helicóptero pueda pasarle algo, aunque te sientas una hormiga ante la inmensidad del paisaje. Así son los accidentes, inesperados y siempre tristes. DEP la familia barcelonesa Escobar-Camprubí.
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Yusuf (Cat Stevens), *Peace Train.
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