Qué feos son los celos, y qué infantiles. Dicen mucho de la persona que los padece y, normalmente, no es precisamente bueno; complejos, inferioridades, mezquindad, envidia insana. El celoso lo es con todo, o casi. Es tan absurdo todo que llega a envidiar que lo hace hasta de una enfermedad o de una desgracia por no ser él o ella el centro de atención. El/la celoso/a sufre todo el tiempo, si no es por esto es por lo otro. Si me llaman, porque no han sido demasiado vehementes, si no me llaman por razones obvias. No disfrutan haciendo nada porque quisieran hacer otra cosa y eso lo trastoca todo. Son misteriosos, su mediocridad les hace intrigar para parecer lo que no son, siempre remolcados, nunca locomotoras.
Los celosos, ellos y ellas, como buenos envidiosos, suelen gustar de sentenciar, siempre intentan ser el centro de atención no vaya a ser que, por el camino, se fijen más en otro o en otros y he aquí que volvemos al principio. Son retorcido, chismosos, sibilinos; nunca están contentos con lo que han conseguido, con lo que tienen, con lo que son. "Yo menos, tú más" es siempre su lema.
No son de fórmulas sencillas, 2+2 resulta ser el logaritmo neperiano de 54.598.
Los celosos, ellos y ellas, como buenos envidiosos, suelen gustar de sentenciar, siempre intentan ser el centro de atención no vaya a ser que, por el camino, se fijen más en otro o en otros y he aquí que volvemos al principio. Son retorcido, chismosos, sibilinos; nunca están contentos con lo que han conseguido, con lo que tienen, con lo que son. "Yo menos, tú más" es siempre su lema.
No son de fórmulas sencillas, 2+2 resulta ser el logaritmo neperiano de 54.598.
De la cofradía, pero ávidos de apuntarse a un bombardeo, no se pierden una.
Aportan nada, restan todo. Cómo no, lo han visto todo, lo han sentido todo, lo han experimentado todo. Aquí es cuando cambian su lema a "Yo más, tu menos siempre". Qué más da. Sus principios son como los de Groucho Marx.Nunca ganas una discusión con ellos, o pierdes o empatas, como mucho, normalmente por aburrimiento. Así son los Mr. & Mrs. Scrooge.
Todo esto me vino a la cabeza esta mañana al recordar el día del velatorio de mi padre, en particular en una visita que hice al par de días y allí no me preguntaron por mi padre sino por lo que la esquela decía. Fue una situación tan surrealista, por incomprensible e inesperada, que me costó reaccionar como debí hacerlo y nunca me lo perdonaré. Claro que, si algo nos regala la edad, si no sabiduría (sólo a unos pocos afortunados), sí, al menos, capacidad para espantar moscas. Abejas todas, moscas ninguna.
¿Cómo te atreves a decir esto? Intuyo que alguien lo está pensando al leerme. Fácil, porque soy yo el que escribe, se trata de mi blog y así pienso. Soy conscientes que entre mis numerosos defectos no están los celos, es lo que hay. Si te ves reflejado no te mosquees conmigo, anda, háztelo ver, colega. ¿Agujeros negros? Sí, pero en el espacio sideral.
Mala gente vade retro.
♫
Los Ronaldos, *Idiota.
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