Comienza una nueva semana tras unos días de relativo descanso al tener, más o menos, el trabajo al día. Recuperar los fines de semana se agradece, la cabeza lo necesita. Teatro el viernes en el auditorio Víctor Jara de Vecindario, en esta ocasión el monólogo de Edu Soto "Más vale solo que ciento volando". Me río, sí, pero no estoy relajado, no me gusta el teatro interactivo nada de nada. Eso de que el actor hable con el público, pase el micrófono, haga preguntas e incluso suba a un espectador al escenario me pone bastante nervioso, por lo que estoy todo el espectáculo a la defensiva, sufriendo.
Algo de lectura, un par de cajas abiertas de las últimas que restan: libros, y una serie de NETFLIX de hace un par de años que no había visto, "La chica de Oslo", muy entretenida.
Otra semana más u otra menos, según se mire.
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