Yo, que estudié en un colegio masculino, católico, me siento avergonzado por esta anacrónica sentencia del Tribunal Supremo español. Estando completamente en desacuerdo voy a tener que ayudar a pagar estos colegios con mis impuestos.
Una clase del colegio Altair el pasado viernes. PACO PUENTES
Separados por sexos en el siglo XXI
El respaldo del Supremo a que los centros de educación
segregada reciban subvenciones reaviva un debate en el que la ideología y las
creencias priman sobre la ciencia.
Madrid / Sevilla 28
MAY 2017 - 21:18 CEST
http://politica.elpais.com/politica/2017/05/28/actualidad/1495998184_868332.html
En el tablón de anuncios de la garita de acceso al colegio
Altair de Sevilla cuelga un escrito con el encabezado de
“Noticia de última hora”. “Gracias a Dios puedo daros la buena noticia de que
el Tribunal Supremo ha dictado sentencia dando la razón a Altair. De esta
manera, recuperamos los conciertos”. Son las palabras de agradecimiento que el
director del centro educativo, Javier Delgado, dirige a los padres y al
personal por su “apoyo” durante estos meses de “intranquilidad” a la espera de
la decisión del alto tribunal.
El Supremo notificó el pasado miércoles una sentencia en la que reconoce el
derecho de este y otros ocho centros andaluces que imparten educación
diferenciada (que solo admiten a alumnos de un mismo sexo) a ser sufragados con
dinero público. Esta sentencia reaviva un debate que parecía superado pero que
resurge cada cierto tiempo, casi siempre a golpe de resolución judicial: si los
centros que imparten enseñanza diferenciada por sexos tienen derecho a ser
sufragados con dinero público. El debate lo cerrará el Tribunal Constitucional
cuando dictamine sobre los recursos presentados por el PSOE, y los Gobiernos de
Andalucía, Canarias y Asturias sobre el artículo 84.3 de la LOMCE, la ley
educativa impulsada por José Ignacio Wert (PP), que establece
que la educación segregada no puede implicar “en ningún caso” una desventaja “a
la hora de suscribir conciertos”.
Los socialistas y las comunidades que impugnaron la ley
apelan a la Constitución, que consagra la no discriminación “por razón de
nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición”. Pero los
defensores de la educación diferenciada también se aferran a la norma
fundamental, que recoge el derecho de los padres a que sus hijos “reciban la
formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”.
Aunque, los defensores de este modelo aluden a supuestas evidencias
científicas, el debate es, sobre todo, ideológico y de valores y la mayoría de
los centros españoles que separan por sexos están vinculados al ala más
conservadora de la iglesia Católica.
También es “ideológica” la decisión del Supremo, según José
Luis Pazos, presidente de la Confederación Española de
Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (Ceapa), que representa
a la escuela pública. “Estamos en contra de separar a los chicos de las chicas
porque no es la sociedad en la que viven. Para nosotros el debate ya no es
tanto el concierto sino la propia constitucionalidad de la existencia de un
centro que separa, discrimina y atenta, a nuestro juicio, contra el artículo 14
de la Constitución. Seguiremos luchando para que este tipo de educación
desaparezca”, señala.
El subdirector de Altair, Juan José de Paiz, reconoce que la
suspensión del concierto hubiese supuesto su privatización o cierre, ya que en
ningún momento la dirección se planteó la posibilidad de hacerlo mixto como han
hecho otros colegios andaluces para no perder la ayuda pública. Los
responsables del centro, que pertenece al Opus Dei, hacen ver que este se aleja
de la imagen de colegio elitista con que a menudo se asocia la educación
diferenciada. “Es un colegio de barrio, su privatización haría imposible que la
mayoría de los padres pudieran costearlo”, apunta el subdirector.
Sustentado desde sus inicios con fondos públicos, Altair,
con 1.200 alumnos de Infantil a Bachillerato y Formación Profesional, está
ubicado en el Parque Amate, un barrio obrero donde en las últimas elecciones
generales el PSOE obtuvo el 43,06% de los votos, Podemos el 26,4% y el PP, el
16,06%. El Instituto Nacional de Estadística lo sitúa como el barrio con la
renta media por hogar más baja de España (12.614 euros),
empatado con sus vecinos de Los Pajaritos. ¿Por qué no hacerlo mixto como el
resto de colegios del barrio? “Llevamos 50 años con un modelo de educación
diferenciada que funciona, que las familias demandan... ¿Por qué cambiarlo?
Pese a la incertidumbre de los últimos meses, en marzo registramos más
solicitudes que plazas”, admite el gerente, Esteban Guerrero.
La Junta de Andalucía, sin embargo, reiteró esta semana su
desacuerdo con que “se sostenga con fondos públicos una educación que
discrimine a niños y niñas en pleno siglo XXI”. Similar es la opinión del
secretario general de la Enseñanza de CC OO, Francisco García. “Esas escuelas
no educan, instruirán pero no educan, porque la educación tiene que ver también
con valores, con actitudes, y los valores y actitudes que se aprenden en un
colegio que segrega por sexo están fuera de una sociedad del siglo XXI”,
afirma.
Estereotipos
En el otro extremo de opinión se encuentra María Calvo,
presidenta en España de la asociación europea de educación
diferenciada (EASSE) y profesora de Derecho Administrativo de
la Universidad Carlos III de Madrid. “Este modelo es más necesario que nunca porque
ahora no hay ningún problema de relación entre los sexos. Todos se relacionan
con todos, pero es bueno darles un ámbito en el que construir su identidad
sexual”, asegura Calvo, que cita informes que apuntan que el fracaso escolar
masculino se reduce en estas aulas o que el acceso de mujeres a carreras
técnicas se triplica entre las jóvenes que vienen de colegios femeninos. “La
escuela mixta radicaliza estereotipos. Hay asignaturas que se le dan mejor a
las niñas y otras a los niños y eso les marca”.
Sin embargo, excepto estudios que señalan algunas
diferencias de aprendizaje entre hombres y mujeres, no hay evidencias
científicas que avalen estas teorías, contrarrestadas en un artículo publicado
en la revista Science (La seudociencia de la escolarización por sexos). Según
esta publicación, los datos de mejoras académicas en la educación diferenciada
no son sólidos, las diferencias cerebrales entre sexos no justifican una
educación dual y este modelo aumenta el sexismo y los estereotipos.
UN MODELO QUE SOBREVIVE EN MINORÍA
Según el registro del Ministerio de Educación, en España hay
33.670 centros docentes no universitarios. A los sindicatos, las asociaciones y
la Administración les cuesta dar un dato exacto de cuántos imparten educación
diferenciada, pero coinciden en que rondan los 170, de los que alrededor de
medio centenar son subvencionados. Todos están vinculados a organizaciones
católicas, en especial el Opus Dei y Fomento Centros de Enseñanza, organización
muy cercana a dicha prelatura, que cuenta con 34 centros.
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