Hoy llegué a la oficina algo más tarde, encontrándome con tanto trabajo por empezar que no sabía por dónde hacerlo. Lo de marcar urgente un documento ya no vale, basta con que la urgencia pase de uno a dos, tres, etc., de manera que volvemos al principio, ¿cuál es realmente el urgente? Para empezar tomé una decisión muy simple, una de toda la vida, sencilla: colocar una gran pizarra donde apuntar uno a uno los asuntos en los que ando metido, de manera que en cualquier momento sea capaz de saber el momento en que se encuentra cada uno de ellos, qué he resuelto y qué me queda por hacer.
Al salir del trabajo había terminado un par de cosas y visitado una obra para ver su estado, y pensé, un trabajo bien hecho. Paso a paso, no queda otra solución para no volverse uno loco.
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