jueves, 17 de octubre de 2024

CENTROS DE DEPORTADOS


Recuerdo una película australiana que vi hace algunos años donde una chica, australiana, por una serie de vicisitudes acababa internada en un centro de ilegales. Al cabo de un tiempo se emitió la serie "Years and years", donde se trataba igualmente el asunto de la inmigración ilegal. Al mismo tiempo no dejan de aparecer en los medios los campos de refugiados en Siria, Líbano, Jordania... No hemos aprehendido nada de lo que nos ha enseñado la Historia. ¿Dónde han quedado los campos de concentración griegos durante el éxodo a Palestina de su época, integrados por judíos que querían emigrar tras la 2ª Guerra Mundial? O los terroríficos campos nazis, o los ya mencionados campos de refugiados actuales en Oriente Medio.
Ahora han dado una vuelta de tuerca, como ya lo hizo el inefable Sunak y sus centros en Ruanda, y le toca mover ficha a Italia.
Italia, reducto católico de Occidente, el país donde los avances sociales se miran con lupa, el mismo donde el vientre de alquiler se ha declarado "delito universal", donde el Senado ha aprobado una medida que permite a las asociaciones antiabortistas (también llamadas provida -durante la gestación sí, pero cuando nacen ¡que les den!-) operar dentro de los centros de asesoramiento familiar, el mismo que ahora deporta a los migrantes, o sea se los sacude, enviándolos a "centros de deportación" en Albania.
Pero ¿hasta dónde vamos a llegar? La extrema derecha da muchísimo miedo por su insolidaridad manifiesta y por su paradójica moral: igual va a la Iglesia a darse golpes de pecho y defiende el derecho a la vida que deporta a esta pobre gente al quinto pino como si de animales de granja se tratase.
Esto es lo que hay, lo que tenemos; ésta es la época negra en la que nos ha tocado vivir.

Albania.
Polonia.

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