No tengo tiempo para un brunch en casa, se me ha ido el santo al cielo, pero igualmente voy a prepararme unos huevos benedictine con salmón para comer. Tengo preparados nuevos capítulos de la penúltima temporada de Braking Bad y me sentaré un rato a ver la tele antes de meterme en el jardín mientras haya sol. Bueno, quiero podar la hiedra antes.
Para preparar la receta de Huevos benedict con salmón.:
Nueva York. Finales del siglo XIX. Mr. y Mrs. Benedict
acuden al mítico y lujoso restaurante Delmonico’s de la Gran Manzana. ‘¿No
tiene usted hoy algo nuevo y diferente que sugerirnos?’, preguntan. Entonces el
maître propone un desayuno a base de huevos escalfados sobre una tostada de
muffins ingleses y una tira de bacon o jamón, todo ello recubierto de salsa
holandesa’.
No es la única teoría sobre el origen de los ‘huevos benedictine’ (también conocidos como Eggs Benedict, huevos a la benedictina, etc), pero sí una de las más extendidas. Sea como fuere, de lo que no hay duda es del delicioso sabor de esta receta.
COMENZAMOS CON LA SALSA:
Clarificar la mantequilla. Para ello fúndela en un cazo de fondo grueso, a fuego bajo y sin revolverla. Con una cuchara ve retirando la espuma que se formará en la superficie. Viértela después en otro recipiente, con cuidado, para que el depósito blanquecino que se haya formado no caiga también.
Por otro lado, echar en un cazo las yemas y 30 ml de agua; una pizca de sal. Mezcla las yemas sin batirlas . El agua permite que las yemas queden líquidas antes de calentarlas.
Pon agua en una cacerola grande y caliéntala. Cuando esté a punto de hervir, coloca en el interior de esa cacerola el cazo donde estaban las yemas de huevo (como para cocer al Baño María). Baja un poco el fuego para mantener un punto de ebullición muy bajo pero constante (esto último es muy importante).
Ve batiendo las yemas con unas varillas hasta que la mezcla coja espesor, sin dejar de batir, ve agregando también poco a poco la mantequilla clarificada, templada.
Cuando la mezcla sea consistente, apaga el fuego, sigue mezclando e incorpora una cucharada de zumo de limón. Sigue mezclando hasta obtener la textura deseada y reserva.
MOMENTO DE ESCALFAR LOS HUEVOS:
Poner a hervir un cazo con agua y unas gotas de vinagre.
Cuando hierva, meter el huevo sin cáscara con mucho cuidado. Dejar hacer 3 ó 4 minutos a fuego medio hasta que la clara cuaje y cubra la yema.
Sacar con la ayuda de una espumadera. Utiliza una cacerola grande y, si puedes, escálfalos de uno en uno (nunca más de 4 a la vez).
Si no vas a utilizar los huevos enseguida, introdúcelos en agua fría para que no se sequen.
PRESENTACIÓN:
Tostar el pan de molde (si utilizas bagels, ábrelos por la mitad, de manera que, de cada bagel obtendrás dos rebanadas).
Coloca sobre los platos el pan, encima ena rodaja de tomate, las espinacas (crudas o hervidas) el salmòn (también puede ser jamón o bacon), y el aguacate, por último el huevo y báñalo todo con la salsa holandesa. Fundamental: servir de inmediato.
No es la única teoría sobre el origen de los ‘huevos benedictine’ (también conocidos como Eggs Benedict, huevos a la benedictina, etc), pero sí una de las más extendidas. Sea como fuere, de lo que no hay duda es del delicioso sabor de esta receta.
COMENZAMOS CON LA SALSA:
Clarificar la mantequilla. Para ello fúndela en un cazo de fondo grueso, a fuego bajo y sin revolverla. Con una cuchara ve retirando la espuma que se formará en la superficie. Viértela después en otro recipiente, con cuidado, para que el depósito blanquecino que se haya formado no caiga también.
Por otro lado, echar en un cazo las yemas y 30 ml de agua; una pizca de sal. Mezcla las yemas sin batirlas . El agua permite que las yemas queden líquidas antes de calentarlas.
Pon agua en una cacerola grande y caliéntala. Cuando esté a punto de hervir, coloca en el interior de esa cacerola el cazo donde estaban las yemas de huevo (como para cocer al Baño María). Baja un poco el fuego para mantener un punto de ebullición muy bajo pero constante (esto último es muy importante).
Ve batiendo las yemas con unas varillas hasta que la mezcla coja espesor, sin dejar de batir, ve agregando también poco a poco la mantequilla clarificada, templada.
Cuando la mezcla sea consistente, apaga el fuego, sigue mezclando e incorpora una cucharada de zumo de limón. Sigue mezclando hasta obtener la textura deseada y reserva.
MOMENTO DE ESCALFAR LOS HUEVOS:
Poner a hervir un cazo con agua y unas gotas de vinagre.
Cuando hierva, meter el huevo sin cáscara con mucho cuidado. Dejar hacer 3 ó 4 minutos a fuego medio hasta que la clara cuaje y cubra la yema.
Sacar con la ayuda de una espumadera. Utiliza una cacerola grande y, si puedes, escálfalos de uno en uno (nunca más de 4 a la vez).
Si no vas a utilizar los huevos enseguida, introdúcelos en agua fría para que no se sequen.
PRESENTACIÓN:
Tostar el pan de molde (si utilizas bagels, ábrelos por la mitad, de manera que, de cada bagel obtendrás dos rebanadas).
Coloca sobre los platos el pan, encima ena rodaja de tomate, las espinacas (crudas o hervidas) el salmòn (también puede ser jamón o bacon), y el aguacate, por último el huevo y báñalo todo con la salsa holandesa. Fundamental: servir de inmediato.
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