martes, 23 de marzo de 2021

GUISANTES

Todo lo que suene a ética y moral, la "de toda la vida", me produce un rechazo casi automático. Los avances sociales que hemos tenido en los últimos años se verán con el tiempo, estoy seguro de ello, como tales, avances. La ley del matrimonio homosexual -con la aprobación de facto de la adopción por parejas del mismo sexo, sin polémica alguna-, Ley/ Plan de regularización de inmigrantes, Ley de pensiones no contributivas, Ley del divorcio, Ley del aborto, Ley de violencia de género, no exenta de polémica como lo es la llamada Ley trans; y finalmente la Ley de eutanasia, aprobada hace unos días, justo 28 años depués de que Ramón Sampedro presentara una demanda judicial para ser ayudado a morir.

Si algo demuestra la Historia es que los avances sociales se aceptan sin mayores problemas, demostrando que el inmovilismo reaccionario es algo terrible. Galileo a principios del siglo XVII, Mendel en el siglo XIX, en el XX las leyes del divorcio y el aborto que iban a terminar con la familia o ahora con la aprobada eutanasia que, por supuesto, nos va a obligar a todos a matarnos en contra de nuestra voluntad, como así estamos obligados a casarnos con hombres/mujeres gays, divorciarnos o abortar.

Llego a aceptar que las diferencias políticas han llegado a estar prácticamente circunscritas a la economía, pero si uno es objetivo estudiando la aprobación de todas estas leyes, que como español me enorgullecen, es fácil concluir que todas han sido aprobadas por gobiernos de izquierda. Da que pensar, ¿no?
Gounod, "Fausto". *Salut! demeure chaste et pure.

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