Se acaba el fin de semana, este último algo extraño, relajado en Gran Canaria, por un lado, pero con la cabeza puesta en el trabajo; ¡no hay manera de quitármelo de la cabeza! Tiempo hubo, no obstante, para pensar un poco en el urbanismo moderno, en la ciudad ideal, y de pasear por el Barranco de los Cernícalos en una tarde de sábado muy agradable.
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