Se trata de la típica serie de catástrofes donde te presentan a varios personajes y muestras sus vicisitudes a lo largo del tiempo, sus reacciones e interacciones, sus traumas, etc. La isla sale muy bonita, a pesar de que hay sitios que no logré ubicar o que parecían estar en otros sitios; en Tenerife, por ejemplo, no parece que hayan rodado. Pero esto me lo sabrán decir los que se conocen la isla palmera al dedillo.
Es verdad que en algunos momentos la isla no sale demasiado modernizada -ni qué decir tiene la actuación de la policía cabezacuadrada -les aseguro que yo he conocido algún funcionario así, tal cual-, pero creo que hay que verlo sin personalizarlo todo, igual podía tratarse de un volcán en Hawaii o en Java, y a esto no pondríamos objeción alguna. Las películas de catástrofes son así, ya sea en Manhattan (destrozada una y mil veces por tsunamis, volcanes, meteoritos, Gotzillas de turno, alienígenas, zombies, etc.) o en Japón, ídem de ídem He ahí la magia del cine que puede convertir en real hasta lo absurdo.
Un guion ñoño, una historia más que flojita, pero una serie entretenida y bastante bien hecha. Yo la disfruté y creo que servirá no para ahuyentar a los turistas (bueno, terraplanistas y conspiranoicos haberlos haylos y esos no vendrán seguro, ni falta que hace) sino para atraer turismo a una isla preciosa -bonita, vale- con buen clima.
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