He sabido esta mañana de la muerte del padre de mi amiga P. Aunque era ya una muerte anunciada no por ello deja de ser una muy triste noticia. Más de un siglo con nosotros, una vida plena para celebrar ahora con él, aunque nos haya dejado. Uno no está nunca preparado para una pérdida de este calibre, no sabría ponerme en el lugar, pero sí sé, o al menos quiero pensar en ello, que deben ser tantos los buenos momentos para recordar que estos lo llenan absolutamente todo.
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