Ayer, temprano, hago una llamada para preguntar, a instancias más altas, por una señora que que, a su vez, me había llamado por un problema y a la cual no recordaba.
La respuesta fue: cada vez que hablo contigo me recuerdas a Dory, la de Buscando a Nemo.
Sí, respondí, debo ser como Dory porque, si bien me reúno con muchísima gente cada día, yo soy al que vienen a ver y ellos me suelen recordar, pero a la inversa es complicado que retenga tantas caras y tantos nombres. Pensé, igual los políticos tienen superpoderes y éste es uno de ellos, la supermemoria.
Y esto fue nada más empezar la mañana, el resto es otra historia.
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