Antes de la Primavera Árabe, del caos en Egipto, de las manifestaciones frente al Museo de El Cairo, tuvimos la suerte de viajar dos semanas por el país. Algo más de una semana de crucero por el Nilo y el resto visitando El Cairo. Todo maravilloso. Conservo una foto, que colgué enmarcada en el pequeño despacho de mi casa, donde estamos todos frente a las pirámides y, por arte de magia -o ya fuese la buena mano del fotógrafo-, aparecemos solo nosotros y el monumento detrás, aunque les aseguro que no éramos nosotros los únicos turistas, como pueden imaginar.
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