sábado, 5 de mayo de 2012

BLACK MIRROR

La televisión nos sigue sorprendiendo con series de altísima calidad que parecen ser inversamente proporcionales a los programas de producción propia, salvo honrosas excepciones, claro está. Hablo en esta ocasión de la serie británica Black Mirror, difícilmente encasillable en ningún género y políticamente muy muy incorrecta. Sólo tres episodios, independientes entre ellos pero con el nexo de unión que se desarrollan en una futura hipoptética sociedad donde todo, o casi todo, está controlado. Tres únicos capítulos que seguro se convertirán en serie de culto; y si no tiempo al tiempo. ¡Ah!, y si quieren ver algo más del director echen mano a la muy irreverente "Dead Set", donde los zombies se apoderan de Londres y queda un pequeño reducto dentro de un plató de televisión: los aislados concursantes de "Gran Hermano".

Primera parte: The National Anthem
Suena el teléfono. La llamada saca del letargo a Michael Callow, primer ministro británico: la princesa Susana, el miembro más querido de la Familia Real, ha sido secuestrada. Las órdenes de su captor son suficientemente claras: sólo será liberada si el primer ministro accede a practicar sexo en directo con un cerdo en el horario de máxima audiencia. El tiempo corre siempre en contra; retrasar lo inevitable no es una opción.
Gabinete de crisis, gritos ahogados, dudas.
Moral. Dudas. Reputación. Rechazo.
Salvar una vida.

Segunda parte: 15 Million Merits
Pedalear o destacar. Cada día se instala más al fondo la rutina en una vida anclada a la monotonía de la soledad. Pedalear o destacar. Pedalear para sobrevivir y tener una oportunidad de participar en Hot Shots, el concurso de talentos más visto de todos los tiempos. Destacar para dejar atrás pedalear. Pedalear para alimentar con la energía de la pedalada el mundo al completo, el cubículo digital en el que amanece cada mañana, el ascensor en el que desciende hasta la sala de spinning del futuro.
Los demás son innecesarios cuando la vida pasa de ser analógica a digital.

Tercera parte: The entire history of you
Ver. Mirar, analizar, vigilar, contemplar. Disfrutar, rebobinar, disfrutar. Avanzar. Proyectar.
El dispositivo electrónico situado en el cerebro permite la grabación y posterior análisis y reproducción de todos y cada uno de los momentos registrados por las retinas. El más insignificante detalle pasado por alto puede hacer caer al más sólido de los cimientos. Y es posible revivirlo tantas veces quieras.
No queda lugar a la improvisación cuando eres un blanco permanente.
By blog SESIÓN GOLFA

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