Me gusta el cine, los que me conocen lo saben de sobra. Ahora, con estos televisores enormes y las plataformas, podemos acceder a prácticamente cualquier película que a uno se le antoje. Muchas de ellas se estrenan incluso al mismo tiempo que en las salas de cine; salas que, por otro lado, continúan reinventándose para no sucumbir a este mundo encerrado en sí mismo. ¿Alguien ha visto a adolescentes en un cine? Pues eso.
Volviendo a la tele, me encontré ayer con una película absolutamente desconocida, con título impronunciable, en España "Cop Secret", un facilón juego de palabras. La peli en cuestión, una suerte de asesinatos, persecuciones, explosiones, robos, etc., de producción islandesa y rodada en Reikiavik, se deja ver por entretenida y por surrealista. Argumento: los dos superpolicías más famosos de la capital islandesa se embarcan en una compleja serie de robos a bancos donde no roban nada y, además, terminan enamorados uno del otro. Sin desperdicio.
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