Gucci abandona las pieles en sus
colecciones
El veto entrará en vigor a partir
de la colección primavera-verano 2018 y la firma italiana subastará las prendas
que le queden.
Madrid / Londres 13
OCT 2017 - 18:58 CEST
Alessandro Michele lleva
revolucionando Gucci desde que asumió su dirección creativa en enero de 2015.
No solo ha unificado en sus desfiles las
colecciones de hombre y mujer, también se ha involucrado en un nuevo
perfume de la firma o en la colección de decoración
y ha revitalizado sus ventas, que aumentaron casi un 50% en el primer cuatrimestre
de 2017 y un 39,3% en el segundo. El gigante del lujo italiano ha anunciado
este miércoles un nuevo e inesperado movimiento: prohibirá las pieles en sus
nuevas colecciones a partir del próximo año y se subastarán las prendas de piel
que le queden.
Una decisión que contrasta con el
uso de la piel que ha venido haciendo la firma, que llegó a convertir en un
éxito sus mocasines con talones descubiertos y pelo en el interior a finales de
2015 y tiene entre sus prendas mini abrigos de piel por unos 28.000 euros. La
prohibición del uso de pieles en sus prendas entrará en vigor a partir de la
colección primavera-verano 2018, según declaró hoy el presidente de Gucci,
Marco Bizzarri, en el London College of Fashion de la capital británica. Este
aseguró que la decisión se ha tomado junto al diseñador italiano. “Cuando
escogimos a un nuevo director creativo queríamos a alguien que compartiera la
creencia de la importancia en los valores”, ha añadido Bizarri sobre la unión
de la firma a la organización Fur-Free Alliance, lo que implica que no va a
utilizar piel de visón, coyote, zorro, conejo o mapache.
Esta evolución “demuestra nuestro
compromiso absoluto en hacer del desarrollo sostenible un elemento inseparable
de nuestra actividad”, agregó Bizzarri, quien además aseguró que los ingresos
conseguidos con las subastas de las últimas prendas de piel de Gucci serán
entregados a las organizaciones de defensa de los derechos de los animales
Human Society International (HSI) y LAV (Italia).
“Lo hemos estado hablando con
Alessandro [Michele] en los últimos meses. La tecnología que ahora tenemos
presenta infinitas oportunidades en cuanto a tejidos y sería un error para
nosotros no ponernos al frente de ello. Necesitamos invertir en estas start up
porque pueden revolucionar el sector en términos de sostenibilidad,
consiguiendo la misma calidad de piel”, ha añadido Bizzarri, unas declaraciones
recogidas en la web especializada WWD. Este gesto de Gucci, parte del conglomerado
del lujo de la moda Kering, “cambia el panorama" y "tendrá un efecto
contagio enorme en el mundo de la moda”, reaccionó la presidenta de HSI, Kitty
Block, en un comunicado. “Ser socialmente responsable es uno de los valores
centrales de Gucci, y seguiremos esforzándonos por mejorar el medioambiente y
la fauna. Con la ayuda de HSUS y LAV estamos excitados en dar este paso y
esperamos que ayude a inspirar la innovación y aumentar la conciencia,
cambiando la industria del lujo para mejor”, ha dicho el presidente de la firma
sobre la decisión.
Otra famosa marca del lujo
italiana, Armani, ya anunció en 2016 que
no incluiría más pieles en sus colecciones. Lo mismo hizo Hugo Boss
y Stella McCartney. La firma de la diseñadora británica, también parte del
grupo Kering, está hoy centrada en la moda sostenible, y no utiliza para sus
diseños ni pieles de animales ni cuero ni seda, como tampoco lana de la Patagonia
según decidió en 2015 tras ver un vídeo de la organización
animalista PETA en el que se mostraban las condiciones en las que vivían los
animales en la granja que le proporcionaba material a su marca.
Desde hace muchas semanas de la
moda, es fuerte la presión que ejercen los ecologistas que protestan por el uso
de la piel y el maltrato animal en la industria de la moda a las puertas de los
desfiles, lo que también ha hecho que sean varias las marcas que se han vuelto
más sensibles y han cambiado sus políticas sobre de dónde provienen las pieles.
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