Está claro que mi viaje iniciático a Jerusalén debe esperar a que la economía mejore, así que me he puesto manos a la obra con un par de libros que tenía pendiente sobre la ciudad, empezando por el cómic "Crónicas de Jerusalén", de Guy Delisle, el cual había empezado pero no terminé nunca. El libro es una delicia y los dibujos magníficos, da gusto leer y disfrutar las viñetas mientras se descubre la idiosincrasia de una ciudad como Jerusalén, sus habitantes, sus personajes. Un barrido completo por los barrios y sus gentes, la Historia de la ciudad, las tres religiones que lo impregnan todo, la violencia y la paz, todo bajo el prisma del dibujante y su sentido del humor. Habré leído el 60% y estoy completamente enganchado a él, se los aseguro.
Después de este leeré un ensayo que compré hace un par de años y que da una visión, digamos, políticamente incorrecta sobre el estado judío, sabido es que parece ser que no es progre no defender ciegamente la causa palestina ni dejarlo de hacer y ser de izquierdas, por ejemplo. Para entender Israel hay que saber la historia desde el principio, la Historia, y tener la mente abierta y sin prejuicios, cosa harto difícil. No obstante ya he escrito en otras ocasiones mi afinidad con el pueblo judío y mi total repudio al antisemitismo o a la judeofobia. Ah, olvidaba el título del ensayo: "En defensa de Israel" (VVAA).
Finalmente tengo otro cómic en la recámara, "Fabricar historias", de Richard Scarry, un inclasificable libro al que han denominado el cómic del año e incluso de la década.
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