Es fácil ver en las terrazas de las ciudades y los pueblos un grupo sentados alrededor de una mesa en plan tertulia. En ellas se habla de todo; bueno, casi de todo. Impera una regla de oro: PROHIBIDO HABLAR DE FÚTBOL, DE POLÍTICA O DE RELIGIÓN. Puede parecer esto una chorrada, pero no lo es. Cualquier reunión entre amigos puede ensombrecerse cuando sale a la palestra un tema conflictivo que posiciona en lados opuestos. ¿El mejor remedio? pues hacer caso a la máxima de antes, nada de religión ni de política... (de fútbol no hablo porque no me gusta). La sabiduría popular siempre tan sabia.
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