lunes, 2 de agosto de 2010

DOLORES PARK


Vivir en San Francisco es una experiencia increíble. No sólo porque la ciudad es preciosa y donde puedes encontrar zonas completamente diferentes unas de otras; donde pasear es un placer a pesar de las pendientes; donde la arquitectura es espectacular; donde la gente es amable, tolerante y abierta... Pero si hay que destacar algo de la ciudad son sus parques. Un plan perfecto es sentarse en uno de ellos para disfrutar del paisaje, de la gente, de los perros. Cerca de mi casa allí (tengo la suerte de tener uno de mis mejores amigos viviendo en San Francisco) se encuentra Dolores Park, desde donde se contempla una vista de la ciudad que aún me asombra (ésta es, junto a Alamo Square, la atalaya perfecta para fotografiar la ciudad). El parque se ha convertido en una playa de césped los días de buen tiempo y es normal ir a tomar sol, a leer o a tirarse sobre la hierba a ver parar las nubes.
La esquina suroeste está ligeramente elevada sobre el resto del parque y allí hay un banco. Cuántos buenos ratos no habré pasado sentado en él leyendo y, entre capítulo y capítulo, saborear la vida.

No hay comentarios: