sábado, 30 de abril de 2011
OTRO MUNDO
Another Earth pudo verse en el último festival de Sundance: es una historia sobre cómo se transforman las vidas de algunas personas cuando aparece de repente un planeta igual a la Tierra en nuestro Sistema solar, una especie de copia espejo donde como es previsible también vive… gente.
Puede suceder como ya es común últimamente que el trailer sea incluso mejor que la propia película, aunque lo cierto es que también hay una minoría de seguidores que escribe apasionadamente de ella: probablemente más por la historia de fondo que por el rigor científico, que estará más o menos al nivel de El núcleo o un poco más abajo todavía.
Puede suceder como ya es común últimamente que el trailer sea incluso mejor que la propia película, aunque lo cierto es que también hay una minoría de seguidores que escribe apasionadamente de ella: probablemente más por la historia de fondo que por el rigor científico, que estará más o menos al nivel de El núcleo o un poco más abajo todavía.
viernes, 29 de abril de 2011
BARRA LIBRE
Urbanismo en Canarias: sostenible o "barra libre"
SOFÍA MENÉNDEZ - Fuerteventura - 25/04/2011
La nueva situación internacional, con la crisis de Túnez y Egipto, receptores de turismo europeo, ha vuelto a colgar el cartel de lleno en los hoteles canarios y a dar por sentado que han vuelto los tiempos de bonanza. Sin embargo, algunos sectores económicos y políticos propugnan por liberalizar el planeamiento urbanístico, para agilizar la construcción y reducir así el paro. El debate sobre la conveniencia o no de llevarlo a cabo está servido.
Ante la cruzada de los que quieren un "urbanismo a la carta", lo que supone construir a sus anchas y seguir consumiendo paisaje, dos pesos pesados del urbanismo isleño, Faustino García Márquez y Suso Álvarez, han surgido como voces críticas al afirmar que lo más vulnerable de Canarias es precisamente su mayor atractivo y el verdadero recurso económico es el territorio y sus paisajes, y no el turismo.
García Márquez, exdirector de la Agencia Canaria de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático del actual Gobierno autonómico, dimitió de su cargo por serias discrepancias con la nueva Ley de Medidas Urgentes promovida por el consejero de Medioambiente, Domingo Berriel. En el III Congreso de Derecho Urbanístico que se celebró en Fuerteventura (Corralejo, La Oliva), quedaron patentes dos posturas enfrentadas. Los dos arquitectos urbanistas, García Márquez y Álvarez, proponen coordinación entre administraciones y algunas medidas de simplificación tanto del contenido de los planes como en su tramitación, pero se oponen a la "barra libre" para todo que algunos pretenden.
La expresión "simplificar las normas" se escuchó constantemente durante el Congreso, pero con intenciones muy diferentes.El Gobierno canario aprobó una Ley de Medidas Urgentes, con la que se pretende legalizar más de 20 hoteles en el sur de Lanzarote, a pesar de las sentencias firmes que amenazan con su demolición. Al mismo tiempo aprobó un nuevo Catálogo Autonómico de Especies, que ha supuesto la desprotección de algunas, como es el caso de los sebadales en el puerto de Granadilla en Tenerife.
También se ha dado luz verde a polémicos convenios urbanísticos en áreas vírgenes de Fuerteventura. Por ejemplo, el Plan Parcial de Majanicho, que ha sido anulado recientemente por el Tribunal Supremo después de más de 10 años de pleito entre los ecologistas del grupo local Agonane/ Ecologistas en Acción y el Ayuntamiento de La Oliva. Majanicho es un espacio natural, donde se han levantado 700 villas. La alcaldesa, Rosa Fernández, del PSOE, que ha heredado de anteriores legislaturas planes parciales ahora suspendidos o anulados por los tribunales, considera que después de cuatro años de intentar solucionar los problemas urbanísticos, la situación ha empeorado. Fernández pide "que el urbanismo no sea sinónimo de judicialización y añade que la situación es tal que los propios técnicos tienen miedo de hacer informes".
Canarias es la segunda comunidad autónoma con más casos de corrupción urbanística, según declara Javier Varona Gómez-Acedo, magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. En su opinión, "en Canarias ha habido oportunidades de generar plusvalías urbanísticas, favorecidas por el modelo económico y por un sistema nefasto de ordenación territorial. Esta situación se ha plasmado en multitud de casos de delitos urbanísticos".
De las declaraciones del fiscal superior de Canarias, Vicente Garrido, se desprende que son las propias administraciones las protagonistas de estas ilegalidades: "Los ayuntamientos no han remitido a la fiscalía ninguna denuncia de prevaricación urbanística. El 80% de las diligencias de investigación son urbanísticas. De estas, el 95% son denuncias de particulares. El 5% restante tiene su origen en el Gobierno de Canarias o en el Seprona (Guardia Civil)".
Por su parte, el magistrado del Tribunal Supremo Fernández Valverde afirma que hay que ir hacia un urbanismo sostenible. "Ruido, paisaje, calidad del aire, cambio climático, Ley de la Biodiversidad, evaluación de impacto y el acceso a la información y participación pública son claves", añade. Sobre los convenios urbanísticos, considera que la experiencia ha sido lamentable y apoya las tesis del fiscal delegado de Medio Ambiente de la provincia de Las Palmas, Javier Ródenas, que cree que algunos de estos acuerdos han sido un cauce de prevaricación urbanística y cohecho.
SOFÍA MENÉNDEZ - Fuerteventura - 25/04/2011
La nueva situación internacional, con la crisis de Túnez y Egipto, receptores de turismo europeo, ha vuelto a colgar el cartel de lleno en los hoteles canarios y a dar por sentado que han vuelto los tiempos de bonanza. Sin embargo, algunos sectores económicos y políticos propugnan por liberalizar el planeamiento urbanístico, para agilizar la construcción y reducir así el paro. El debate sobre la conveniencia o no de llevarlo a cabo está servido.
Ante la cruzada de los que quieren un "urbanismo a la carta", lo que supone construir a sus anchas y seguir consumiendo paisaje, dos pesos pesados del urbanismo isleño, Faustino García Márquez y Suso Álvarez, han surgido como voces críticas al afirmar que lo más vulnerable de Canarias es precisamente su mayor atractivo y el verdadero recurso económico es el territorio y sus paisajes, y no el turismo.
García Márquez, exdirector de la Agencia Canaria de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático del actual Gobierno autonómico, dimitió de su cargo por serias discrepancias con la nueva Ley de Medidas Urgentes promovida por el consejero de Medioambiente, Domingo Berriel. En el III Congreso de Derecho Urbanístico que se celebró en Fuerteventura (Corralejo, La Oliva), quedaron patentes dos posturas enfrentadas. Los dos arquitectos urbanistas, García Márquez y Álvarez, proponen coordinación entre administraciones y algunas medidas de simplificación tanto del contenido de los planes como en su tramitación, pero se oponen a la "barra libre" para todo que algunos pretenden.
La expresión "simplificar las normas" se escuchó constantemente durante el Congreso, pero con intenciones muy diferentes.El Gobierno canario aprobó una Ley de Medidas Urgentes, con la que se pretende legalizar más de 20 hoteles en el sur de Lanzarote, a pesar de las sentencias firmes que amenazan con su demolición. Al mismo tiempo aprobó un nuevo Catálogo Autonómico de Especies, que ha supuesto la desprotección de algunas, como es el caso de los sebadales en el puerto de Granadilla en Tenerife.
También se ha dado luz verde a polémicos convenios urbanísticos en áreas vírgenes de Fuerteventura. Por ejemplo, el Plan Parcial de Majanicho, que ha sido anulado recientemente por el Tribunal Supremo después de más de 10 años de pleito entre los ecologistas del grupo local Agonane/ Ecologistas en Acción y el Ayuntamiento de La Oliva. Majanicho es un espacio natural, donde se han levantado 700 villas. La alcaldesa, Rosa Fernández, del PSOE, que ha heredado de anteriores legislaturas planes parciales ahora suspendidos o anulados por los tribunales, considera que después de cuatro años de intentar solucionar los problemas urbanísticos, la situación ha empeorado. Fernández pide "que el urbanismo no sea sinónimo de judicialización y añade que la situación es tal que los propios técnicos tienen miedo de hacer informes".
Canarias es la segunda comunidad autónoma con más casos de corrupción urbanística, según declara Javier Varona Gómez-Acedo, magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. En su opinión, "en Canarias ha habido oportunidades de generar plusvalías urbanísticas, favorecidas por el modelo económico y por un sistema nefasto de ordenación territorial. Esta situación se ha plasmado en multitud de casos de delitos urbanísticos".
De las declaraciones del fiscal superior de Canarias, Vicente Garrido, se desprende que son las propias administraciones las protagonistas de estas ilegalidades: "Los ayuntamientos no han remitido a la fiscalía ninguna denuncia de prevaricación urbanística. El 80% de las diligencias de investigación son urbanísticas. De estas, el 95% son denuncias de particulares. El 5% restante tiene su origen en el Gobierno de Canarias o en el Seprona (Guardia Civil)".
Por su parte, el magistrado del Tribunal Supremo Fernández Valverde afirma que hay que ir hacia un urbanismo sostenible. "Ruido, paisaje, calidad del aire, cambio climático, Ley de la Biodiversidad, evaluación de impacto y el acceso a la información y participación pública son claves", añade. Sobre los convenios urbanísticos, considera que la experiencia ha sido lamentable y apoya las tesis del fiscal delegado de Medio Ambiente de la provincia de Las Palmas, Javier Ródenas, que cree que algunos de estos acuerdos han sido un cauce de prevaricación urbanística y cohecho.
EL CORTADOR DE CÉSPED
Mis dos mayores y confesables placeres son, por este orden, los perros y cortar el césped. Ahora, si logro aunarlos, la felicidad es completa. Salir al jardín, montarme en el pequeño tractor corta-césped y tener a mis perros correteando alrededor mientras la hierba va menguando, me permite evadirme de la realidad durante, seguramente, los mejores momentos del día.
A medida que recorro la gran extensión verde que separa la casa de la calle me sumerjo, cada vez más profundamente, en mis pensamientos, preguntándome qué sería de aquel compañero abusón de mi época de colegio, después de tantos años. Lo imagino calvo, sin dientes, amargado, divorciado, y con tres hijos que no le dirigían la palabra desde aquella ocasión en la que osó ponerle la mano encima a su mujer porque la cena estaba fría. Me contó un amigo común que había caído en el alcoholismo y últimamente se mal ganaba la vida vendiendo enciclopedias puerta a puerta. Recuerdo también a mi vecina de soltero, a la que le gustaba vestir con abrigos de piel de visón desde que el termómetro bajaba unos grados. La noticia se comentó en los periódicos locales durante una temporada por lo insólita. La habían encontrado en el salón de la casa con la cara destrozada. Sólo su ama de llaves sabía, pues era ella quien la había encontrado, que sus abrigos de visón la devoraron sobre la alfombra persa, empezando por la boca para que no pudiese pedir ayuda. Después de cuarenta años de servicio era la primera vez que disfrutaba de verdad con su señora, aunque esta vez ella poco tuviese que ver. O el grupo de cotillas oficiales de la ciudad, con los que solía coincidir recurrentemente en algunos eventos sociales y donde siempre encontraban la más mínima ocasión para sonsacarme información, siempre amables y educados. A todos ellos les hubiera preparado con sumo gusto un largo crucero sin billete de vuelta. Estaba también el vecino de la manzana de encima que había abandonado ya a tres perros, siempre justo antes de las vacaciones estivales, y que llevaba dos años sin salir de su casa. Sus allegados, desconocedores de sus crueles hábitos caninos, lo achacaban a una agorafobia súbita, aunque la verdad era que cuando se cruzaba con algún perro por la calle creía ver en su mirada un odio visceral y lo imaginaba listo para saltarle al cuello. A él le deseé durante mucho tiempo una enfermedad incurable, horrenda idea según mi mujer, que me decía ¡pero cómo puedes pensar esas cosas!, a lo que siempre respondía: si tuviese el poder para que mis pensamientos se hicieran realidad otro gallo nos cantaría...
Aún me quedaban algunas zonas de césped por cortar, qué delicia. A lo lejos se veía movimiento de la ciudad, aunque yo prefería abstraerme y disfrutar de la felicidad que me proporcionaba el pasear sobre el lento y parsimonioso aparato mecánico con mis perras.
Muchas veces me entretenía observando discretamente a los viandantes que se paraban frente a la valla para admirar el extenso jardín, asignándoles diferentes vidas a cada uno: El señor mayor, antiguo astronauta, que una mañana despertó descubriendo que le daban miedo las alturas y que se dedicaba a dar de comer a las palomas en los pocos parques donde no lo miraban como un bicho raro o donde no estaba expresamente prohibido.
La señora pintada, siempre como recién salida de la peluquería, a la que su marido había abandonado después de 28 años de matrimonio al enamorarse de la cajera del supermercado de la esquina de su casa porque, según decía él, le había deseado un buen día como nadie hasta ese momento. Su mujer, la misma noche en que se encontró sola en su lujoso piso del centro, comenzó a planear cómo recuperar el tiempo perdido contratando, de entrada, un “jovencito de compañía” por toda una semana.
O el que seguro era paseador de perros, que durante las tardes se recorría la ciudad caminando despacio mientras leía a Virginia Woolf para recitarle capítulos completos a su novia como si de poesía se tratara.
Por la esquina izquierda aparecían en eso momento dos niños de la mano, que llevaban atado una pequeña gata con cascabel en el cuello, que daban vueltas a la manzana para escapar de sus casas y de sus padres. Los niños dejaron su hueco en la valla a un señor alto con traje y sombrero gris marengo y un agujero en el calcetín derecho, justo debajo del talón. Se colocaba nerviosamente el pañuelo de su chaqueta mientras miraba de un lado a otro, esperando volver a ver a la vendedora de globos que le había robado el corazón hacía tres años y a la que creyó volver a ver, de lejos, una mañana frente a mi jardín.
La máquina seguía ronroneando, con un amago de pararse que resultó ser una falsa alarma; seguramente tendría que ponerle gasolina de un momento a otro.
Me vino a la cabeza en ese momento aquel impresentable personaje al que conocí durante una cena seria y que hablaba de mujeres continuamente, normalmente en tono despectivo y machista, mientras escupía, sin parar de atusarse el peluquín. Al escucharlo siempre pensaba en su pobre mujer, a la que suponía una santa o una demente.
Así mismo recordé aquel hombre, ya mayor, que siempre llevaba prendida en la solapa de su chaqueta una insignia en la que podía leerse una consigna homófoba, al que había conocido en una conferencia algunos meses antes. El mismo señor que, por el rabillo del ojo, repasaba, de arriba a abajo, al joven musculoso repartidor de periódicos del barrio. Éste, al darse cuenta una mañana, se paró frente a su puerta y le preguntó si quería algo de él, a lo que rápidamente había respondido ¡qué bonita tu bicicleta!
La máquina seguía funcionando y poco a poco el césped recuperaba su tamaño perfecto. Escuché a lo lejos la melodía de un teléfono móvil muy parecido a la que en su momento había asignado al número de un amigo y que inexplicablemente había desaparecido de mi vida sin dar explicaciones por ello. Con él era prácticamente imposible mantener una conversación de más de dos minutos sin que saltaran chispas. Lo tenía todo en la vida, era guapo, tenía un buen trabajo y una familia que le quería. Aún así vivía amargado y había alguien que decía que lo había visto reírse alguna vez. Yo, la verdad, lo dudaba.
Esa misma mañana me había vuelto a cruzar con la mujer del despacho de la esquina, que tampoco sonreía nunca, no sé si por problemas faciales, por seriedad o por ambas cosas. A la pregunta deinevitablemente respondía, moviendo los brazos, ¡fatal! Tenía una sobrina, según me había contado una mañana que se debía sentir dicharachera, pelirroja y muy guapa a la que no le gustaba su trabajo -sería cosa de familia-, pero el cual le servía para adquirir un paraguas en cada ciudad que visitaba y que, por obra del destino, había terminando viviendo en un lugar donde nunca llovía.
La semana que viene, si tuviera tiempo para sentarme de nuevo en el pequeño tractor a cortar el césped, seguramente volvería a encontrarme frente a la valla a un nuevo e interesante grupo de personas al que estudiar, pensaba mientras le daba vueltas a una idea que me rondaba por la cabeza en las últimas semanas, la desaparición de los circos con animales. Así, cuando imaginaba a un elefante levantando por los aires al domador me di cuenta cómo se acercaba desde lejos, con paso firme y cara circunspecta, aquel hombre de mediana edad que trabajaba conmigo desde hacía casi cuatro años, quien irremediablemente había terminado con la tranquilidad de mi motorizado paseo: ¡Señor!, ¡señor Presidente!, tiene sólo cuarenta y cinco minutos para cambiarse, el Air Force One despegará en una hora.
Lanzarote, 6 de noviembre de 2010.
A medida que recorro la gran extensión verde que separa la casa de la calle me sumerjo, cada vez más profundamente, en mis pensamientos, preguntándome qué sería de aquel compañero abusón de mi época de colegio, después de tantos años. Lo imagino calvo, sin dientes, amargado, divorciado, y con tres hijos que no le dirigían la palabra desde aquella ocasión en la que osó ponerle la mano encima a su mujer porque la cena estaba fría. Me contó un amigo común que había caído en el alcoholismo y últimamente se mal ganaba la vida vendiendo enciclopedias puerta a puerta. Recuerdo también a mi vecina de soltero, a la que le gustaba vestir con abrigos de piel de visón desde que el termómetro bajaba unos grados. La noticia se comentó en los periódicos locales durante una temporada por lo insólita. La habían encontrado en el salón de la casa con la cara destrozada. Sólo su ama de llaves sabía, pues era ella quien la había encontrado, que sus abrigos de visón la devoraron sobre la alfombra persa, empezando por la boca para que no pudiese pedir ayuda. Después de cuarenta años de servicio era la primera vez que disfrutaba de verdad con su señora, aunque esta vez ella poco tuviese que ver. O el grupo de cotillas oficiales de la ciudad, con los que solía coincidir recurrentemente en algunos eventos sociales y donde siempre encontraban la más mínima ocasión para sonsacarme información, siempre amables y educados. A todos ellos les hubiera preparado con sumo gusto un largo crucero sin billete de vuelta. Estaba también el vecino de la manzana de encima que había abandonado ya a tres perros, siempre justo antes de las vacaciones estivales, y que llevaba dos años sin salir de su casa. Sus allegados, desconocedores de sus crueles hábitos caninos, lo achacaban a una agorafobia súbita, aunque la verdad era que cuando se cruzaba con algún perro por la calle creía ver en su mirada un odio visceral y lo imaginaba listo para saltarle al cuello. A él le deseé durante mucho tiempo una enfermedad incurable, horrenda idea según mi mujer, que me decía ¡pero cómo puedes pensar esas cosas!, a lo que siempre respondía: si tuviese el poder para que mis pensamientos se hicieran realidad otro gallo nos cantaría...
Aún me quedaban algunas zonas de césped por cortar, qué delicia. A lo lejos se veía movimiento de la ciudad, aunque yo prefería abstraerme y disfrutar de la felicidad que me proporcionaba el pasear sobre el lento y parsimonioso aparato mecánico con mis perras.
Muchas veces me entretenía observando discretamente a los viandantes que se paraban frente a la valla para admirar el extenso jardín, asignándoles diferentes vidas a cada uno: El señor mayor, antiguo astronauta, que una mañana despertó descubriendo que le daban miedo las alturas y que se dedicaba a dar de comer a las palomas en los pocos parques donde no lo miraban como un bicho raro o donde no estaba expresamente prohibido.
La señora pintada, siempre como recién salida de la peluquería, a la que su marido había abandonado después de 28 años de matrimonio al enamorarse de la cajera del supermercado de la esquina de su casa porque, según decía él, le había deseado un buen día como nadie hasta ese momento. Su mujer, la misma noche en que se encontró sola en su lujoso piso del centro, comenzó a planear cómo recuperar el tiempo perdido contratando, de entrada, un “jovencito de compañía” por toda una semana.
O el que seguro era paseador de perros, que durante las tardes se recorría la ciudad caminando despacio mientras leía a Virginia Woolf para recitarle capítulos completos a su novia como si de poesía se tratara.
Por la esquina izquierda aparecían en eso momento dos niños de la mano, que llevaban atado una pequeña gata con cascabel en el cuello, que daban vueltas a la manzana para escapar de sus casas y de sus padres. Los niños dejaron su hueco en la valla a un señor alto con traje y sombrero gris marengo y un agujero en el calcetín derecho, justo debajo del talón. Se colocaba nerviosamente el pañuelo de su chaqueta mientras miraba de un lado a otro, esperando volver a ver a la vendedora de globos que le había robado el corazón hacía tres años y a la que creyó volver a ver, de lejos, una mañana frente a mi jardín.
La máquina seguía ronroneando, con un amago de pararse que resultó ser una falsa alarma; seguramente tendría que ponerle gasolina de un momento a otro.
Me vino a la cabeza en ese momento aquel impresentable personaje al que conocí durante una cena seria y que hablaba de mujeres continuamente, normalmente en tono despectivo y machista, mientras escupía, sin parar de atusarse el peluquín. Al escucharlo siempre pensaba en su pobre mujer, a la que suponía una santa o una demente.
Así mismo recordé aquel hombre, ya mayor, que siempre llevaba prendida en la solapa de su chaqueta una insignia en la que podía leerse una consigna homófoba, al que había conocido en una conferencia algunos meses antes. El mismo señor que, por el rabillo del ojo, repasaba, de arriba a abajo, al joven musculoso repartidor de periódicos del barrio. Éste, al darse cuenta una mañana, se paró frente a su puerta y le preguntó si quería algo de él, a lo que rápidamente había respondido ¡qué bonita tu bicicleta!
La máquina seguía funcionando y poco a poco el césped recuperaba su tamaño perfecto. Escuché a lo lejos la melodía de un teléfono móvil muy parecido a la que en su momento había asignado al número de un amigo y que inexplicablemente había desaparecido de mi vida sin dar explicaciones por ello. Con él era prácticamente imposible mantener una conversación de más de dos minutos sin que saltaran chispas. Lo tenía todo en la vida, era guapo, tenía un buen trabajo y una familia que le quería. Aún así vivía amargado y había alguien que decía que lo había visto reírse alguna vez. Yo, la verdad, lo dudaba.
Esa misma mañana me había vuelto a cruzar con la mujer del despacho de la esquina, que tampoco sonreía nunca, no sé si por problemas faciales, por seriedad o por ambas cosas. A la pregunta de
La semana que viene, si tuviera tiempo para sentarme de nuevo en el pequeño tractor a cortar el césped, seguramente volvería a encontrarme frente a la valla a un nuevo e interesante grupo de personas al que estudiar, pensaba mientras le daba vueltas a una idea que me rondaba por la cabeza en las últimas semanas, la desaparición de los circos con animales. Así, cuando imaginaba a un elefante levantando por los aires al domador me di cuenta cómo se acercaba desde lejos, con paso firme y cara circunspecta, aquel hombre de mediana edad que trabajaba conmigo desde hacía casi cuatro años, quien irremediablemente había terminado con la tranquilidad de mi motorizado paseo: ¡Señor!, ¡señor Presidente!, tiene sólo cuarenta y cinco minutos para cambiarse, el Air Force One despegará en una hora.
Lanzarote, 6 de noviembre de 2010.
jueves, 28 de abril de 2011
DE NUEVO LA SONNAMBULA
Quein siga mis gustos musicales, referidos en este caso a la música clásica, habrá adivinado mis preferencias por la ópera italiana. Uno de mis compositores preferidos es, sin duda, Bellini. Últimamente he redescubierto su ópera "La Sonnambula" de la que ya coloqué un aria hace algún tiempo. Hoy vuelvo a la misma ópera, esta vez con un aria a duo estupenda, además cantada por Joan Sutherland y Luciano Pavarotti.
***
La Sonnambula, Bellini.
*Prendi: l'anel ti dono
La Sonnambula, Bellini.
*Prendi: l'anel ti dono
JOYAS MUSICALES
Hoy un vídeo de Robert Palmer con dos versiones de Marvin Gaye: "Merci Merci Me" y "I Want You".
miércoles, 27 de abril de 2011
COSAS QUE ME GUSTAN
...las Moleskine,
el árbol de mi jardín,
el olor a césped recién cortado,
viajar en tren...
NEGRO SOBRE BLANCO, O AMARILLO
Suelo leer cada mañana, al levantarme como las gallinas, algunos periódicos online, entre ellos El País. Cada día la prensa llamada seria, vamos a seguir dándole este voto de confianza (a la prensa, digo), se va convirtiendo en la prensa amarilla tipo inglesa, es decir dar a la gente lo que le gusta: pan y circo. Bueno, como el pan es complicado ahora estamos entre fútbol y fútbol, con algunas dosis de desgracias generales mundanas, automovilismo y, como guinda, crónica taurina. Ya veo que España sigue siendo España, no cabe duda. Cuando pensaba que el tema taurino poco a poco se iba decantando hacia los que, como yo, abogan por evitar la crueldad hacia los animales para gozo del respetable (¿respetable?) e ir educando a las nuevas generaciones para que de una vez se erradique esta barbarie y anacrónica "fiesta", El País, antiguo periódico de izquierdas, nos vuelve a enseñar el lado más cañí de nuestro país, vuelven los toros, permanece el fútbol. Per secula seculorum. ¡Si Nerón levantara la cabeza!
martes, 26 de abril de 2011
HOW DO WE SLEEP WHILE OUR BEDS ARE BURNING?
Ya había hablado de la canción de Midnight Oil "Beds are burning" y su defensa por los derechos de los aborígenes australianos. Hoy vuelvo a escucharla en VH1, durante mi café matutino en la tele del bar, y me apetece volver a colocarla aquí; esta vez con la letra. ¡Una buena manera de empezar la mañana, con marcha y optimismo! ¿Cómo podemos dormir mientras nuestras camas están ardiendo?
***
Out where the river broke
The blood wood and the desert oak
Holden wrecks and boiling diesels
Steam in forty five degrees
The time has come
To say fair's fair
To pay the rent
To pay our share
The time has come
A fact's a fact
It belongs to them
Let's give it back
How can we dance when our earth is turning
How do we sleep while our beds are burning
How can we dance when our earth is turning
How do we sleep while our beds are burning
The time has come
To say fair's fair
To pay the rent, now
To pay our share
Four wheels scare the cockatoos
From Kintore East to Yuendemu
The western desert lives and breathes
In forty five degrees
The time has come
To say fair's fair
To pay the rent
To pay our share
The time has come
A fact's a fact
It belongs to them
Let's give it back
How can we dance when our earth is turning
How do we sleep while our beds are burning
How can we dance when our earth is turning
How do we sleep while our beds are burning
The time has come
To say fair's fair
To pay the rent, now
To pay our share
The time has come
A fact's a fact
It belongs to them
We're gonna give it back
How can we dance when our earth is turning
How do we sleep while our beds are burning
The blood wood and the desert oak
Holden wrecks and boiling diesels
Steam in forty five degrees
The time has come
To say fair's fair
To pay the rent
To pay our share
The time has come
A fact's a fact
It belongs to them
Let's give it back
How can we dance when our earth is turning
How do we sleep while our beds are burning
How can we dance when our earth is turning
How do we sleep while our beds are burning
The time has come
To say fair's fair
To pay the rent, now
To pay our share
Four wheels scare the cockatoos
From Kintore East to Yuendemu
The western desert lives and breathes
In forty five degrees
The time has come
To say fair's fair
To pay the rent
To pay our share
The time has come
A fact's a fact
It belongs to them
Let's give it back
How can we dance when our earth is turning
How do we sleep while our beds are burning
How can we dance when our earth is turning
How do we sleep while our beds are burning
The time has come
To say fair's fair
To pay the rent, now
To pay our share
The time has come
A fact's a fact
It belongs to them
We're gonna give it back
How can we dance when our earth is turning
How do we sleep while our beds are burning
NEMESIS
Preguntarse por un escritor preferido es algo complicado y, posiblemente, imposible de responder. Aún así me atrevería a decir que yo tengo uno, y por varias razones. ¿Es fácil encontrar un autor que te enganche siempre desde la primera página, que su forma de escribir produzca un gran placer de inmediato? Philip Roth es el elegido, sin duda. Anoche comencé a devorar su última novela, "Némesis", que espero terminar este fin de semana. Recuerdo que "La conjura contra América" lo leí durante mi viaje por Nueva Zelanda, a finales de 2009 y escribí acerca del estupendo libro en uno de los primeros posts de mi blog, el cual comencé justo a mi vuelta de las antípodas. Escribiré algo más cuando termine de leer esta nueva joya.
Recupero una crítica del libro des estupendo blog:http://lasvacacionesdeholden.blogspot.com/2010/10/nemesis-philip-roth.html
Dice J. M. Coetzee en su crítica de Nemesis que no es posible profundizar en ésta, la última novela de Philip Roth, sin desvelar la ingeniosa vuelta de tuerca que experimenta cerca de su final. A continuación, sin paños calientes, revela impunemente su secreto y les roba a los lectores cualquier posibilidad de sorpresa o, cuando menos, de anticipación. Y se equivoca, no sólo porque condiciona la lectura e invita a una suerte de deconstrucción de la historia de Eugente “Bucky” Cantor, sino porque peca de soberbia, de hybris, que dirían los griegos, arrogándose un papel que no le corresponde y considerando el suyo el único modo posible de criticar Nemesis. Comprenderán Vds. que les ahorre el enlace y la tentación de leer donde no deben; al menos, hasta haber dado cuenta de la novela. Avisados quedan. Yo, por mi parte, intentaré hacer “lo imposible”, a saber, una crítica de Nemesis exenta de spoilers.
Nemesis es una novela sobre el exceso de responsabilidad y la culpa; no los de un pueblo –nunca ha sido Roth muy dado a erigirse en portavoz del pueblo judío- sino los de un individuo, el mencionado Bucky Cantor, que compensa con una exagerada atención y devoción a sus chavales del campo de deportes de la Escuela de la Avenida Chancellor la vergüenza de no hallarse en el frente europeo en el muy caluroso verano de 1944. Su severa miopía lo ha incapacitado para lanzarse en paracaídas sobre las playas de Normandía pero no para velar por el bienestar de los niños que tanto lo admiran. Por cierto que no le faltan al buen Bucky motivos de preocupación, pues otra guerra se libra en Newark, tan cruda o más que las de Europa y el Pacífico: la guerra contra la polio que se ceba con virulencia sobre los inocentes niños de Weequahic (Newark).
A estas alturas de la partida, me objetarán Vds., no resulta ninguna novedad que Philip Roth haya publicado una novela protagonizada por un joven de su Newark natal. Otra más, dirán algunos. Saben Vds. que, en mi opinión, el condescendiente y ya habitual “otra más” de la crítica significa muchísimo y muy bueno cuando se refiere a la obra de un maestro como Roth. Además, una gran distancia separa a Bucky Cantor de cualquiera de sus personajes previos. No hay rastro en él de humor, doblez, ironía o sarcasmo; tan sólo “determinación, dedicación y disciplina”. Bucky Cantor es un héroe trágico a la vieja usanza, sin grietas ni fisuras, del estilo de Aquiles y Héctor o, aun mejor, de Edipo. Y, como Edipo averiguó demasiado tarde, no les es dado a los héroes escapar de su destino, sea éste un plan urdido por el Dios vengativo del “ojo por ojo, diente por diente” o mero resultado del frío y caótico Azar de los ateos que en el mundo somos. No es de extrañar, pues, que en esta ocasión haya elegido Roth la tercera persona para su narración. La tragedia de un héroe no puede contarse en primera persona[1], sino que precisa de la perspectiva que aquí aporta un Arnie Mesnikoff que recuerda muy mucho al maduro Nathan Zuckerman de Pastoral Americana, Me casé con un comunista y La mancha humana y que nos permite conocer el último acto de la tragedia del Sr. Cantor cuando casi habíamos perdido la esperanza.
La magnífica Nemesis es, en efecto, pariente de la gloriosa trilogía americana de los ’90 y, por más que carezca de la rotundidad y aliento épico de aquella, merece ser revelada al lector página a página, sin importunas intromisiones, por más que éstas vengan firmadas por todo un Nobel como Coetzee.
[1] Menos aún en una primera persona tan ambigua y confusa como la del autor de Los hechos y Operación Shylock.
A estas alturas de la partida, me objetarán Vds., no resulta ninguna novedad que Philip Roth haya publicado una novela protagonizada por un joven de su Newark natal. Otra más, dirán algunos. Saben Vds. que, en mi opinión, el condescendiente y ya habitual “otra más” de la crítica significa muchísimo y muy bueno cuando se refiere a la obra de un maestro como Roth. Además, una gran distancia separa a Bucky Cantor de cualquiera de sus personajes previos. No hay rastro en él de humor, doblez, ironía o sarcasmo; tan sólo “determinación, dedicación y disciplina”. Bucky Cantor es un héroe trágico a la vieja usanza, sin grietas ni fisuras, del estilo de Aquiles y Héctor o, aun mejor, de Edipo. Y, como Edipo averiguó demasiado tarde, no les es dado a los héroes escapar de su destino, sea éste un plan urdido por el Dios vengativo del “ojo por ojo, diente por diente” o mero resultado del frío y caótico Azar de los ateos que en el mundo somos. No es de extrañar, pues, que en esta ocasión haya elegido Roth la tercera persona para su narración. La tragedia de un héroe no puede contarse en primera persona[1], sino que precisa de la perspectiva que aquí aporta un Arnie Mesnikoff que recuerda muy mucho al maduro Nathan Zuckerman de Pastoral Americana, Me casé con un comunista y La mancha humana y que nos permite conocer el último acto de la tragedia del Sr. Cantor cuando casi habíamos perdido la esperanza.
La magnífica Nemesis es, en efecto, pariente de la gloriosa trilogía americana de los ’90 y, por más que carezca de la rotundidad y aliento épico de aquella, merece ser revelada al lector página a página, sin importunas intromisiones, por más que éstas vengan firmadas por todo un Nobel como Coetzee.
[1] Menos aún en una primera persona tan ambigua y confusa como la del autor de Los hechos y Operación Shylock.
lunes, 25 de abril de 2011
JOYAS MUSICALES
Blind Melon es una banda de rock alternativo formada en 1989 en el estado de California. Su actividad se extendió desde 1989 hasta 1995, año de la muerte de su vocalista, Shannon Hoon, aunque fue reformada en 2006 al ser sustituido Hoon por Travis Warren, ex-miembro de Rain fur Rent.La banda se formó en 1989 en la ciudad de Los Ángeles, con miembros procedentes de diversos estados norteamericanos, como Indiana, Pennsylvania o Mississippi, y firmaron un contrato con Capitol Records en 1991. La aparición del vocalista Shannon Hoon en el vídeo musical del tema "Don't Cry" de Guns 'N Roses consiguió una cierta popularidad para el grupo reforzada por la publicación de su primer álbum, homónimo, producido por Rick Parashar, quien había trabajado anteriormente con Pearl Jam. Aunque el disco no consiguió muchas ventas al poco de salir al mercado, el single "No Rain" contribuyó en gran medida a difundir a música de Blind Melon por los Estados Unidos. El vídeo de esta canción, protagonizado por una niña disfrazada de abeja, alcanzó una inusitada y espectacular popularidad, y el disco consiguió superar los cuatro millones de copias vendidas. Este disco presenta influencias del rock de los años '70, el folk y el pop.
Para presentar el disco, Blind Melon abrieron en conciertos de Lenny Kravitz, Neil Young, Soundgarden y los Rolling Stones, y encabezaron su propia gira que tuvo que ser suspendida al poco de comenzarse debido al abuso de drogas por parte de Shannon Hoon.
En 1994, la banda comenzó a grabar su segundo disco de estudio, Soup, en Nueva Orleans con el productor Andy Wallace. Este álbum fue publicado en 1995 y significó un ligero avance hacia el rock alternativo, con canciones más cortas y recortando la influencia del folk y el pop. Aunque este disco fue un poco más accesible al gran público a pesar de su cambio de estilo, Soup no consiguió las ventas esperadas.Poco después de la edición de este álbum, la banda contribuyó a la grabación de Encomium, un disco en tributo de Led Zeppelin en el que grabaron el tema "Out on the Tiles".
La gira de promoción del trabajo estuvo marcada por los constantes problemas de Hoon con las drogas. Éste tuvo que llevarse a su tutor en la clínica de rehabilitación en la que estaba ingresado para que le impidiese reincidir en su adicción, pero debido al constante desobedecimiento por parte del vocalista, este tutor fue despedido a los pocos días de comenzar la gira. Este hecho fue acusado por Hoon, quien el 21 de octubre de 1995, en Nueva Orleans, fue encontrado muerto en el autobús del grupo a causa de una sobredosis de cocaína, horas antes de una presentación en dicha ciudad. Sus compañeros decidieron editar un disco póstumo, titulado Nico, que contiene temas descartados, canciones inéditas y versiones de John Lennon y Steppenwolf. El título del álbum es el mismo que el nombre de la hija de Hoon, que contaba con sólo trece semanas de vida al morir su padre. Los beneficios recaudados por las ventas del disco fueron destinados a la manutención de la hija de Hoon y donados a asociaciones de ayuda a músicos con problemas de adicción al alcohol y a las drogas.
Después de un breve intento de seguir adelante por parte de los restantes miembros de Blind Melon, la banda se separó el 4 de marzo de 1996, y sus integrantes se separaron para formar distintos proyectos.
La muerte del cantante y el correr de los años, han hecho que Blind Melon pasara a ser una banda de culto, haciendo que el público revalorizara su música con mayor intensidad, debido a su gran legado, que trajó los sentimentos musicales caraterísticos de los años '60 y '70, pero llevados a la modernidad, y así como el movimiento Grunge, las canciones del grupo fueron toda una voz para la furiosa "Generación X".
En 2002, Capitol Records editó un DVD titulado Classic Masters que contiene videos y entrevistas de la banda. La gran acogida que recibió este DVD hizo que los antiguos miembros editasen Live And The Woodstock 1994 en 2005 junto con un DVD que muestra una actuación de la banda en septiembre de 1995 en Chicago. El 16 de diciembre de 2006 salió a la venta un álbum tributo a Blind Melon sólo en Nueva Zelanda, aunque contiene canciones de grupos de todo el mundo. Poco antes, en abril de ese mismo año, Capitol Records editó Otro DVD en directo, Live at the Palace.
El 15 de septiembre de 2006 se anunció una reunificación de la banda con un nuevo vocalista, Travis Warren, proveniente de Rain fur Rent. Poco después, el 9 de noviembre, se publicaron tres nuevas canciones de Blind Melon, "Make a Difference", "For My Friends", y "Harmful Belly", y en agosto de 2007 se les unió otra más, "Wishing Well", que puede ser escuchada en el sitio de la banda en MySpace. El 7 de octubre de 2007, Blind Melon realizó su primer concierto en doce años en la ciudad de Providence, Rhode Island.
For My Friends, el nuevo álbum de Blind Melon, salió a la venta el 22 de abril de 2008 en Adrenaline Records. Anteriormente había sido publicado el primer sencillo, "Wishing Well", el 4 de marzo.
En septiembre de ese año se publicó el libro A Devil on One Shoulder and an Angel on the Other: The Story of Shannon Hoon and Blind Melon, del periodista musical Greg Prato, basado en la carrera de la banda antes de la muerte de Shannon Hoon. En noviembre de ese año la banda anunció la salida de Warren, por razones no oficiales: mientras Warren adujo que le habían expulsado de la banda tras perder la voz a causa de la gran cantidad de conciertos que dio, el resto de miembros apuntó a la irresponsabilidad y a la falta de comunicación con el resto como los detonantes de la marcha del vocalista, añadiendo que había sido una decisión del propio cantante. A fines de 2010 y comienzos de 2011, la banda se vuelve a juntar para dar una serie de conciertos por Estados Unidos.
En 2011, se oyen rumores de que la banda podría tocar en el Festival Lollapallooza, que se llevará a cabo en Chile, ilusionando a los fanáticos con que Blind Melon podría estar por primera vez en Latinoamerica.
LA MOLESKINE EN EL MÓVIL
Una nueva aplicación permite usar el iPad o iPhone como una libreta de notas.
PREDICAR CON EL EJEMPLO
Gitanos expulsados del templo
El Vaticano acoge en la basílica de San Pablo a 150 rumanos, pero les niega la entrada a la misa y les ofrece 500 euros para que vuelvan a su país.- Cáritas se hace cargo de realojar a los 'sin techo' tras la negativa del Ayuntamiento.
MIGUEL MORA Roma 24/04/2011
Un grupo de unos 150 ciudadanos gitanos rumanos, desalojados esta semana de sus chabolas de Casal Bruciato por el Ayuntamiento de Roma, se refugiaron el Viernes Santo en la basílica de San Pablo Extramuros, en territorio de la Santa Sede. Este domingo por la mañana, mientras el Papa exhortaba desde San Pedro a los europeos a acoger a los prófugos de Libia, África y Oriente Medio, las familias gitanas habían sido divididas, y una treintena de mujeres y niños rumanos de etnia rom se recuperaban de una noche pasada al raso, bajo la lluvia, en el parque adyacente a la basílica de San Pablo. Dentro, el párroco ofició la misa de Pascua sin hacer referencia a los gitanos, que el sábado no pudieron asistir a la vigilia porque los agentes de la gendarmería vaticana les negaron la entrada en el templo. Las puertas de la basílica se cerraron entre las protestas de algunos fieles y gritos de "vergüenza, vergüenza".
"Fue inhumano e inaceptable", comentaban miembros de las ONG que acudieron a solidarizarse con los sin techo. "Los gendarmes vaticanos filtraron el acceso a la basílica. No a los gitanos, mujeres y niños incluidos, no a los activistas y sí a los peregrinos".
Lo que parecía iba a ser una Pascua ecuménica y solidaria derivó en escenas de tensión y desconcierto. Algunos fieles italianos y extranjeros, al observar la segregación, decidieron no entrar en la basílica.
El alcalde de Roma, Gianni Alemanno, comprometido a fondo con su política de desalojos forzosos sin conceder alternativas de acogida, prometió 500 euros por familia a los gitanos que aceptaran ser repatriados a Rumanía, y el cardenal vicario, Agostino Vallini, se sumó a la iniciativa añadiendo 500 euros más. De los 150 refugiados, solo 23 aceptaron ser repatriados, 11 adultos y 12 niños.
El centenar restante seguían pasada la noche del sábado y buena parte del domingo divididos en dos grupos: 80 estaban en los locales de la basílica, custodiada por agentes vaticanos, y una treintena de mujeres y niños dormitaban y comían huevos de pascua en el jardín vecino.
Finalmente, ya en la tarde del domingo, salieron en autobuses hacia unos locales de Cáritas y el Papa envió a través del sustituto del secretario de Estado un mensaje de apoyo en el que expresa a los gitanos su personal cercanía. El Vaticano ha emitido también una nota en la que asegura que espera que la disponibilidad de Cáritas anticipe "una instalación estable adecuada".
Nicoletta, madre dos niños, de 23 años, en Italia desde hace seis, explicaba así la situación: "Nuestros maridos están dentro y nosotros fuera. Quieren separarnos y obligarnos a volver a Rumanía, pero llevamos aquí mucho tiempo y nuestros niños han nacido aquí. ¿No tenemos derecho a una casa, un trabajo y un colegio?".
Una pancarta que rezaba "Ayuntamiento y Vaticano, sigamos siendo humanos" fue colgada en la valla de la basílica. Dentro, el sacerdote Enrico Feroci, director de Cáritas Roma, trataba de disculparse por lo ocurrido: "Estamos buscando una solución, queremos trasladarlos a todos juntos a algún local de Caritas en Roma. Pero estamos en Semana Santa y no es fácil".
El sacerdote no cree que El Vaticano haya actuado mal. "En todo momento el vicario les ha dicho que están en territorio vaticano y que no les echaremos. Queremos respetar su derecho a estar en familia pero no podemos dejar entrar a los que han salido porque ya no sabemos si son del mismo grupo o no, y eso no sería ya un estado de derecho sino un estado de fuerza".
Sobre la retribución de 500 euros, Feroci desmiente que se haya tratado de una "invitación" para que se vayan. "Es solo un acto de caridad, algunos querían irse a su país y hemos tratado de ayudarles".
"No queremos saber nada de Rumanía", explica la joven Nicoletta. "Allí no quieren saber nada de nosotros. Aquí tampoco, somos los malos y cada poco nos echan de nuestras chabolas, pero así y todo es más fácil encontrar un trabajo".
Según los datos de la Comunidad de San Egidio, en Roma hay actualmente unos 8.500 ciudadanos de etnias roma y sinti, 6.500 de ellos en campamentos legales. "Una cifra ridícula", dice Paolo Ciani, "que se hace insufrible solamente porque el ayuntamiento ha decidido echarlos de las chabolas a la calle olvidándose de que tienen derecho a ser realojados".
La nota de Cáritas explicaba que la solución alcanzada con los refugiados se ha tomado sin informar al Ayuntamiento. Alemanno ha replicado que seguirá adelante con su política de desmantelar los campamentos ilegales.
El Vaticano acoge en la basílica de San Pablo a 150 rumanos, pero les niega la entrada a la misa y les ofrece 500 euros para que vuelvan a su país.- Cáritas se hace cargo de realojar a los 'sin techo' tras la negativa del Ayuntamiento.
MIGUEL MORA Roma 24/04/2011
Un grupo de unos 150 ciudadanos gitanos rumanos, desalojados esta semana de sus chabolas de Casal Bruciato por el Ayuntamiento de Roma, se refugiaron el Viernes Santo en la basílica de San Pablo Extramuros, en territorio de la Santa Sede. Este domingo por la mañana, mientras el Papa exhortaba desde San Pedro a los europeos a acoger a los prófugos de Libia, África y Oriente Medio, las familias gitanas habían sido divididas, y una treintena de mujeres y niños rumanos de etnia rom se recuperaban de una noche pasada al raso, bajo la lluvia, en el parque adyacente a la basílica de San Pablo. Dentro, el párroco ofició la misa de Pascua sin hacer referencia a los gitanos, que el sábado no pudieron asistir a la vigilia porque los agentes de la gendarmería vaticana les negaron la entrada en el templo. Las puertas de la basílica se cerraron entre las protestas de algunos fieles y gritos de "vergüenza, vergüenza".
"Fue inhumano e inaceptable", comentaban miembros de las ONG que acudieron a solidarizarse con los sin techo. "Los gendarmes vaticanos filtraron el acceso a la basílica. No a los gitanos, mujeres y niños incluidos, no a los activistas y sí a los peregrinos".
Lo que parecía iba a ser una Pascua ecuménica y solidaria derivó en escenas de tensión y desconcierto. Algunos fieles italianos y extranjeros, al observar la segregación, decidieron no entrar en la basílica.
El alcalde de Roma, Gianni Alemanno, comprometido a fondo con su política de desalojos forzosos sin conceder alternativas de acogida, prometió 500 euros por familia a los gitanos que aceptaran ser repatriados a Rumanía, y el cardenal vicario, Agostino Vallini, se sumó a la iniciativa añadiendo 500 euros más. De los 150 refugiados, solo 23 aceptaron ser repatriados, 11 adultos y 12 niños.
El centenar restante seguían pasada la noche del sábado y buena parte del domingo divididos en dos grupos: 80 estaban en los locales de la basílica, custodiada por agentes vaticanos, y una treintena de mujeres y niños dormitaban y comían huevos de pascua en el jardín vecino.
Finalmente, ya en la tarde del domingo, salieron en autobuses hacia unos locales de Cáritas y el Papa envió a través del sustituto del secretario de Estado un mensaje de apoyo en el que expresa a los gitanos su personal cercanía. El Vaticano ha emitido también una nota en la que asegura que espera que la disponibilidad de Cáritas anticipe "una instalación estable adecuada".
Nicoletta, madre dos niños, de 23 años, en Italia desde hace seis, explicaba así la situación: "Nuestros maridos están dentro y nosotros fuera. Quieren separarnos y obligarnos a volver a Rumanía, pero llevamos aquí mucho tiempo y nuestros niños han nacido aquí. ¿No tenemos derecho a una casa, un trabajo y un colegio?".
Una pancarta que rezaba "Ayuntamiento y Vaticano, sigamos siendo humanos" fue colgada en la valla de la basílica. Dentro, el sacerdote Enrico Feroci, director de Cáritas Roma, trataba de disculparse por lo ocurrido: "Estamos buscando una solución, queremos trasladarlos a todos juntos a algún local de Caritas en Roma. Pero estamos en Semana Santa y no es fácil".
El sacerdote no cree que El Vaticano haya actuado mal. "En todo momento el vicario les ha dicho que están en territorio vaticano y que no les echaremos. Queremos respetar su derecho a estar en familia pero no podemos dejar entrar a los que han salido porque ya no sabemos si son del mismo grupo o no, y eso no sería ya un estado de derecho sino un estado de fuerza".
Sobre la retribución de 500 euros, Feroci desmiente que se haya tratado de una "invitación" para que se vayan. "Es solo un acto de caridad, algunos querían irse a su país y hemos tratado de ayudarles".
"No queremos saber nada de Rumanía", explica la joven Nicoletta. "Allí no quieren saber nada de nosotros. Aquí tampoco, somos los malos y cada poco nos echan de nuestras chabolas, pero así y todo es más fácil encontrar un trabajo".
Según los datos de la Comunidad de San Egidio, en Roma hay actualmente unos 8.500 ciudadanos de etnias roma y sinti, 6.500 de ellos en campamentos legales. "Una cifra ridícula", dice Paolo Ciani, "que se hace insufrible solamente porque el ayuntamiento ha decidido echarlos de las chabolas a la calle olvidándose de que tienen derecho a ser realojados".
La nota de Cáritas explicaba que la solución alcanzada con los refugiados se ha tomado sin informar al Ayuntamiento. Alemanno ha replicado que seguirá adelante con su política de desmantelar los campamentos ilegales.
ROBIN HOOD EN EL LIMBO
La defensa de un impuesto financiero global abandona la utopía, pero se queda estancada en los discursos de líderes políticos - El G-20 no logra el consenso internacional suficiente.
La mano invisible, esa que Adam Smith creía capaz de mover con diligencia al mercado, no debería convertirse en "un puño". El antiguo modelo de globalización, que sacó de la pobreza a millones de personas, tenía, al cabo, una cara oculta: un creciente abismo entre ricos y pobres. La mundialización financiera ha aumentado las desigualdades. Es hora de una globalización más justa.
Quien se despachó así hace un par de semanas en una universidad de Washington no era portavoz de ningún movimiento anti-globalización, ni de una ONG. Era ni más ni menos que el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, quien, dicho sea de paso, se perfila como uno de los posibles candidatos socialistas y rival de Nicolas Sarkozy en las elecciones presidenciales francesas que se juegan de 2012, aunque aún no ha dado el paso.
Strauss-Kahn, claves políticas al margen, defendió la implantación de un impuesto a las actividades financieras para obligar a la banca a absorber parte de los costes sociales de su comportamiento de vértigo, germen de la tormenta financiera. Reclamó la mejora de la supervisión mundial y un marco macroeconómico para un "nuevo mundo". Y con este, dijo, "el péndulo se desplazará -por lo menos un poco- del mercado hacia el Estado". Más Estado y menos mercado, binomio sacrílego antes de esta crisis. El patrón del FMI dando por amortizado el consenso de Washington y, con él, sus grandes mantras. A saber: que desregulación y privatización generan prosperidad per se, que nada como el propio mercado se supervisa y corrige mejor a sí mismo...
Adiós al tabú. Hablar de un impuesto global a los bancos ya no es mentar la bicha. Un millar de economistas de 53 países distintos enviaron hace dos semanas una carta al G-20 (el grupo formado por las grandes potencias económicas y las emergentes) para reclamar la implantación de lo que se ha rebautizado por las ONG como una tasa Robin Hood, una nueva versión de la tasa Tobin que grava las transacciones financieras no minoristas cuyos ingresos se destinasen a combatir la pobreza, el cambio climático y la población castigada por la crisis. En la lista de economistas figuran nombres como el de Jeffrey Sachs, de la Universidad de Columbia, o Dani Rodrik, de Harvard.
Líderes como Sarkozy que ahora ocupa la presidencia del G-20, y José Luis Rodríguez Zapatero también defendieron una tasa global de estas características en septiembre ante la ONU, durante la Reunión del Alto Nivel sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Y el FMI, aunque rechaza gravar las transacciones financieras, ha dado en esta crisis un vuelco a su postura al defender por primera vez impuestos al sector.
La mal llamada tasa Tobin -se utiliza el mismo nombre para fórmulas muy dispares- ha viajado del terreno de la utopía al debate de los grandes órganos de poder económico, aunque de momento se halla en el limbo de las buenas intenciones. El impuesto sobre los intercambios monetarios internacionales fue ideado por el Nobel James Tobin en los setenta, inspirado en Keynes, con el fin de "echar arena" en los engranajes de los mercados financieros y frenar la especulación. Luego fue tomada como bandera de los movimientos antiglobalización en los noventa -sobre todo de ATTAC-, de los que el economista de Yale se desmarcó.
¿Una tasa Tobin verá la luz? Cuando le hicieron una pregunta similar al propio Nobel, fallecido en 2002, respondió: "En absoluto, se oponen a ella los que deciden". Al menos tres giros en el guion del capitalismo reciente explican su oportunidad: la tecnología hace posible registrar los millones de transacciones financieras diarias que hace 40 años no se podían controlar; políticos de alto nivel y académicos de prestigio la han adoptado sin complejos como bandera; y tercero, los estragos que el capitalismo de casino -o de bingo- han provocado han resultado la mejor campaña para ganarse el respaldo social. Pero lagunas como la falta de definición y de consenso internacional, la mantiene de momento en el limbo de las buenas intenciones.
"La mentalidad está cambiando de un modo que yo no había anticipado", explica el economista alemán Paul Bernd Spahn, quien lideró en Alemania a principios de la década de 2000 un debate para implantar una Tobin reformulada para gravar los flujos de divisas. Juan José Rubio, catedrático de Hacienda Pública, destaca las dificultades de la implantación de una tasa, aunque cree que "tarde o temprano, la tendencia es ir hacia la creación de una Agencia Tributaria mundial y el G-20 sería el padrino idóneo".
Pero el G-20 celebra sus reuniones muy lejos del bosque de Sherwood, ese en el que un héroe robaba dinero a los ricos para dárselo a los pobres. Y Robin de Locksley no se ha dejado caer por las últimas citas. La UE aprobó en su cumbre de junio la implantación de una tasa de transacciones financieras, pero la supeditó a un acuerdo global con los países del G-20. Y el encuentro de Toronto de aquel mismo mes, en el que se debatió el establecimiento de nuevos impuestos los bancos e incluso la famosa tasa, lo descartó. Los mandatarios europeos y estadounidenses no lograron a convencer a los emergentes (Brasil, China, India) y otros desarrollados, como Canadá y Australia, que no han tenido que llevar a cabo rescates bancarios.
Oxfam ha retomado la defensa por la Tobin, con la Campaña por la tasa Robin Hood, un movimiento nacido en Reino Unido y trasladado a varios países cuyo ideólogo es Max Lawson, quien da por seguro que "2011 será el año de la tasa financiera". En España es Intermón Oxfam quien defiende esta campaña por el gravamen, que se aplicaría a las operaciones financieras de instituciones y profesionales, como el intercambio de acciones, bonos y otros en mercados organizados y operaciones extrabursátiles (OTC). Un tipo del 0,05% permitiría recaudar unos 400.000 millones de dólares en el mundo, y del 0,005%, 40.000 millones, según sus estimaciones. "El retorno sería recaudado a nivel nacional para destinarlo a las prioridades decididas por cada uno, aunque pedimos a cada Estado rico que done la mitad para luchar contra la pobreza", apunta Lawson.
El FMI, en concreto, propone una tasa fija sobre activos bancarios, sobre todo los de mayor riesgo, y una tasa sobre los beneficios que contribuiría a reducir el tamaño de las entidades: la Financial Activities Tax (FAT), cuyas siglas forman la palabra gordo en inglés.
Los bancos españoles rechazan impuestos cuyo objetivo sea recuperar ayudas públicas o penalizar el riesgo excesivo. "Los bancos españoles, por su modelo de banca comercial, no han contribuido en el desarrollo y desenlace de la crisis financiera internacional, tampoco han recibido ayudas públicas de capitalización", explican fuentes de la Asociación Española de Banca (AEB), de modo que "no tendría sentido, y además sería injusto, imponer a los bancos españoles una tasa que persiga alguno de esos dos objetivos". Si el fin es crear un colchón ante futuras crisis financieras, "los bancos españoles disponen del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que se capitaliza de forma permanente", añaden las mismas fuentes.
La patronal de las cajas de ahorros, la CECA, rehúye hacer declaraciones, si bien fuentes de este sector defienden la "neutralidad" de los productos financieros, para que ningún gravamen traslade el coste a los clientes.
"El sistema financiero actual es como un Ferrari que va sin faros por una carretera con curvas por la que nunca ha circulado, a toda velocidad", dice y retoma la metáfora de Tobin: "La única manera, en mi opinión, de evitar accidentes es poner baches en la carretera, echar un poco de arena en la máquina". Pero ¿seguro que la Tobin es la solución? "La tasa es potencialmente una buena forma de hacerlo, aunque la implementación es complicada y requiere un acuerdo internacional", muy difícil. Pero, en cualquier caso, "hay que entender que tal tasa no hubiera afectado a las burbujas inmobiliarias, y a la crisis del euro que estamos sufriendo", advierte Garicano.
Otros diques mantienen la batalla plácidamente estancada en los discursos. No hay definición ni consenso sobre el tipo de impuesto concreto que debería diseñarse, tampoco sobre los fines exactos a los que se destinaría su recaudación ni mucho menos el órgano supranacional que lo recaudaría, nuevo o ya existente (Banco Internacional de Pagos, Banco Mundial, FMI u otros), o si sería Estado por Estado. "Eso no deja de ser dar más poder a un organismo de Washington, también sería posible una aproximación país a país", dice Carlos Mulas, director de la Fundación IDEAS, que alumbró un informe dirigido por el Nobel Joseph Stiglitz que defiende los efectos que tendría una tasa financiera.
"El FMI y el Banco Mundial han perdido mucha credibilidad en la zona de América Latina", tercia Juan José Rubio, quien se muestra más partidario de alguna organización vinculada a la ONU. De hecho, en su opinión, "tampoco Washington pretende acumular más papel, Barack Obama se ha mostrado en estos años más partidario de distribuir un poco más las responsabilidades y eso se ve también en cómo ha afrontado las relaciones internacionales". El catedrático defiende un control vinculado a la ONU, pero recalca la necesidad de que cualquier gravamen tenga una dimensión global, dados los desplazamientos de capital que supondría que solo se aplicasen en algunos mercados.
La banca también advierte de eventuales de capital. Los defensores de la tasa coinciden en poner el mismo ejemplo: Reino Unido grava con un 0,5% las transacciones de acciones y Londres permanece como una de las mayores plazas financieras del mundo. También Brasil aplica desde 2009 un impuesto sobre operaciones financieras (IOF) del 2% con el fin de frenar la apreciación del su moneda, debido al fenomenal crecimiento económico y la entrada de capital caliente.
Desde Alemania, Spahn sí reconoce, no obstante, que este tipo de transacción está muy descentralizado, de modo que propone "comenzar con impuestos de transacciones monetarias para lograr cierta experiencia". El catedrático alemán plantea actuar sobre las transacciones que están altamente concentradas (y que es necesario resolver con el Banco Central Europeo (BCE), de forma que la parte en euros fuese gravada (a una tasa muy baja) en el cierre. En este caso, el BCE podría ser el recaudador y distribuidor de esos nuevos ingresos fiscales generados.
De momento, los que sí se han convertido en realidad son algunos impuestos a la banca en varios países (Alemania, por ejemplo) para asegurar el pago de rescates ante futuras crisis.El estudio de IDEAS defiende tres tipos de impuestos (ver cuadro), uno que incremente el IRPF sobre las plusvalías financieras, otro sobre los activos y el que defiende como idóneo, el de las transacciones financieras. Para este último plantean un tipo de entre el 0,01% y el 0,05% del importe negociado que restase atractivo a las operaciones especulativas cuyo beneficio depende de oscilaciones de precios muy pequeñas y de corto plazo (pero sobre grandes volúmenes, de ahí lo jugoso del negocio). La medida podría reducir este tipo de contrataciones hasta un 65%, tras el cual se prevé una recaudación de 2.200 millones de euros en España y de 467.000 millones en todo el mundo, según los expertos (ver cuadro).
Ese "puño" del que hablaba Dominique Strauss-Kahn -se supone que también invisible, como la mano del mercado, y, por tanto, bastante peligroso- no trata a todos por igual. Paul Krugman habló con mucha ironía del "sacrificio compartido" en uno de sus últimos artículos: "Los pobres tienen que aceptar grandes recortes en Medicaid
[seguro médico para personas con pocos ingresos] y los cupones de alimentos; la clase media tiene que aceptar grandes recortes en Medicare [seguro médico para personas mayores de 65 años] que en realidad suponen el desmantelamiento de todo el programa, y que las corporaciones y los ricos tienen que aceptar grandes bajadas en los impuestos que tienen que pagar. ¡Sacrificio compartido!".
Jesús Lizcano, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad, enmarca cualquier iniciativa para una tasa en el proceso hacia una mayor gobernanza económica global (un tema recurrente en Europa al prender la discordia entre una política monetaria común y la falta de sintonía fiscal). Lizcano destaca que la tormenta financiera "sensibiliza mucho" y que, independientemente del futuro próximo, "el debate ha alcanzado un punto sustantivo sobre el que es difícil volver atrás".
Ahora, a la vista de discursos como el de Nicolas Sarkozy, por ejemplo, parece que cosecha más apoyos que nunca. Aunque el presidente francés ha recibido alguna que otra acusación de electoralista. La última, la semana pasada. Su Gobierno anunció una ley para obligar al pago de una prima a los trabajadores de las empresas de más de 50 empleados que, aumenten los dividendos que pagan a sus accionistas. Otro -el enésimo- problema de la tasa Robin Hood es que el espíritu del arquero de Locksley convierta en un juguete político.
Quien se despachó así hace un par de semanas en una universidad de Washington no era portavoz de ningún movimiento anti-globalización, ni de una ONG. Era ni más ni menos que el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, quien, dicho sea de paso, se perfila como uno de los posibles candidatos socialistas y rival de Nicolas Sarkozy en las elecciones presidenciales francesas que se juegan de 2012, aunque aún no ha dado el paso.
Strauss-Kahn, claves políticas al margen, defendió la implantación de un impuesto a las actividades financieras para obligar a la banca a absorber parte de los costes sociales de su comportamiento de vértigo, germen de la tormenta financiera. Reclamó la mejora de la supervisión mundial y un marco macroeconómico para un "nuevo mundo". Y con este, dijo, "el péndulo se desplazará -por lo menos un poco- del mercado hacia el Estado". Más Estado y menos mercado, binomio sacrílego antes de esta crisis. El patrón del FMI dando por amortizado el consenso de Washington y, con él, sus grandes mantras. A saber: que desregulación y privatización generan prosperidad per se, que nada como el propio mercado se supervisa y corrige mejor a sí mismo...
Adiós al tabú. Hablar de un impuesto global a los bancos ya no es mentar la bicha. Un millar de economistas de 53 países distintos enviaron hace dos semanas una carta al G-20 (el grupo formado por las grandes potencias económicas y las emergentes) para reclamar la implantación de lo que se ha rebautizado por las ONG como una tasa Robin Hood, una nueva versión de la tasa Tobin que grava las transacciones financieras no minoristas cuyos ingresos se destinasen a combatir la pobreza, el cambio climático y la población castigada por la crisis. En la lista de economistas figuran nombres como el de Jeffrey Sachs, de la Universidad de Columbia, o Dani Rodrik, de Harvard.
Líderes como Sarkozy que ahora ocupa la presidencia del G-20, y José Luis Rodríguez Zapatero también defendieron una tasa global de estas características en septiembre ante la ONU, durante la Reunión del Alto Nivel sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Y el FMI, aunque rechaza gravar las transacciones financieras, ha dado en esta crisis un vuelco a su postura al defender por primera vez impuestos al sector.
La mal llamada tasa Tobin -se utiliza el mismo nombre para fórmulas muy dispares- ha viajado del terreno de la utopía al debate de los grandes órganos de poder económico, aunque de momento se halla en el limbo de las buenas intenciones. El impuesto sobre los intercambios monetarios internacionales fue ideado por el Nobel James Tobin en los setenta, inspirado en Keynes, con el fin de "echar arena" en los engranajes de los mercados financieros y frenar la especulación. Luego fue tomada como bandera de los movimientos antiglobalización en los noventa -sobre todo de ATTAC-, de los que el economista de Yale se desmarcó.
¿Una tasa Tobin verá la luz? Cuando le hicieron una pregunta similar al propio Nobel, fallecido en 2002, respondió: "En absoluto, se oponen a ella los que deciden". Al menos tres giros en el guion del capitalismo reciente explican su oportunidad: la tecnología hace posible registrar los millones de transacciones financieras diarias que hace 40 años no se podían controlar; políticos de alto nivel y académicos de prestigio la han adoptado sin complejos como bandera; y tercero, los estragos que el capitalismo de casino -o de bingo- han provocado han resultado la mejor campaña para ganarse el respaldo social. Pero lagunas como la falta de definición y de consenso internacional, la mantiene de momento en el limbo de las buenas intenciones.
"La mentalidad está cambiando de un modo que yo no había anticipado", explica el economista alemán Paul Bernd Spahn, quien lideró en Alemania a principios de la década de 2000 un debate para implantar una Tobin reformulada para gravar los flujos de divisas. Juan José Rubio, catedrático de Hacienda Pública, destaca las dificultades de la implantación de una tasa, aunque cree que "tarde o temprano, la tendencia es ir hacia la creación de una Agencia Tributaria mundial y el G-20 sería el padrino idóneo".
Pero el G-20 celebra sus reuniones muy lejos del bosque de Sherwood, ese en el que un héroe robaba dinero a los ricos para dárselo a los pobres. Y Robin de Locksley no se ha dejado caer por las últimas citas. La UE aprobó en su cumbre de junio la implantación de una tasa de transacciones financieras, pero la supeditó a un acuerdo global con los países del G-20. Y el encuentro de Toronto de aquel mismo mes, en el que se debatió el establecimiento de nuevos impuestos los bancos e incluso la famosa tasa, lo descartó. Los mandatarios europeos y estadounidenses no lograron a convencer a los emergentes (Brasil, China, India) y otros desarrollados, como Canadá y Australia, que no han tenido que llevar a cabo rescates bancarios.
Oxfam ha retomado la defensa por la Tobin, con la Campaña por la tasa Robin Hood, un movimiento nacido en Reino Unido y trasladado a varios países cuyo ideólogo es Max Lawson, quien da por seguro que "2011 será el año de la tasa financiera". En España es Intermón Oxfam quien defiende esta campaña por el gravamen, que se aplicaría a las operaciones financieras de instituciones y profesionales, como el intercambio de acciones, bonos y otros en mercados organizados y operaciones extrabursátiles (OTC). Un tipo del 0,05% permitiría recaudar unos 400.000 millones de dólares en el mundo, y del 0,005%, 40.000 millones, según sus estimaciones. "El retorno sería recaudado a nivel nacional para destinarlo a las prioridades decididas por cada uno, aunque pedimos a cada Estado rico que done la mitad para luchar contra la pobreza", apunta Lawson.
El FMI, en concreto, propone una tasa fija sobre activos bancarios, sobre todo los de mayor riesgo, y una tasa sobre los beneficios que contribuiría a reducir el tamaño de las entidades: la Financial Activities Tax (FAT), cuyas siglas forman la palabra gordo en inglés.
Los bancos españoles rechazan impuestos cuyo objetivo sea recuperar ayudas públicas o penalizar el riesgo excesivo. "Los bancos españoles, por su modelo de banca comercial, no han contribuido en el desarrollo y desenlace de la crisis financiera internacional, tampoco han recibido ayudas públicas de capitalización", explican fuentes de la Asociación Española de Banca (AEB), de modo que "no tendría sentido, y además sería injusto, imponer a los bancos españoles una tasa que persiga alguno de esos dos objetivos". Si el fin es crear un colchón ante futuras crisis financieras, "los bancos españoles disponen del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que se capitaliza de forma permanente", añaden las mismas fuentes.
La patronal de las cajas de ahorros, la CECA, rehúye hacer declaraciones, si bien fuentes de este sector defienden la "neutralidad" de los productos financieros, para que ningún gravamen traslade el coste a los clientes.
"El sistema financiero actual es como un Ferrari que va sin faros por una carretera con curvas por la que nunca ha circulado, a toda velocidad", dice y retoma la metáfora de Tobin: "La única manera, en mi opinión, de evitar accidentes es poner baches en la carretera, echar un poco de arena en la máquina". Pero ¿seguro que la Tobin es la solución? "La tasa es potencialmente una buena forma de hacerlo, aunque la implementación es complicada y requiere un acuerdo internacional", muy difícil. Pero, en cualquier caso, "hay que entender que tal tasa no hubiera afectado a las burbujas inmobiliarias, y a la crisis del euro que estamos sufriendo", advierte Garicano.
Otros diques mantienen la batalla plácidamente estancada en los discursos. No hay definición ni consenso sobre el tipo de impuesto concreto que debería diseñarse, tampoco sobre los fines exactos a los que se destinaría su recaudación ni mucho menos el órgano supranacional que lo recaudaría, nuevo o ya existente (Banco Internacional de Pagos, Banco Mundial, FMI u otros), o si sería Estado por Estado. "Eso no deja de ser dar más poder a un organismo de Washington, también sería posible una aproximación país a país", dice Carlos Mulas, director de la Fundación IDEAS, que alumbró un informe dirigido por el Nobel Joseph Stiglitz que defiende los efectos que tendría una tasa financiera.
"El FMI y el Banco Mundial han perdido mucha credibilidad en la zona de América Latina", tercia Juan José Rubio, quien se muestra más partidario de alguna organización vinculada a la ONU. De hecho, en su opinión, "tampoco Washington pretende acumular más papel, Barack Obama se ha mostrado en estos años más partidario de distribuir un poco más las responsabilidades y eso se ve también en cómo ha afrontado las relaciones internacionales". El catedrático defiende un control vinculado a la ONU, pero recalca la necesidad de que cualquier gravamen tenga una dimensión global, dados los desplazamientos de capital que supondría que solo se aplicasen en algunos mercados.
La banca también advierte de eventuales de capital. Los defensores de la tasa coinciden en poner el mismo ejemplo: Reino Unido grava con un 0,5% las transacciones de acciones y Londres permanece como una de las mayores plazas financieras del mundo. También Brasil aplica desde 2009 un impuesto sobre operaciones financieras (IOF) del 2% con el fin de frenar la apreciación del su moneda, debido al fenomenal crecimiento económico y la entrada de capital caliente.
Desde Alemania, Spahn sí reconoce, no obstante, que este tipo de transacción está muy descentralizado, de modo que propone "comenzar con impuestos de transacciones monetarias para lograr cierta experiencia". El catedrático alemán plantea actuar sobre las transacciones que están altamente concentradas (y que es necesario resolver con el Banco Central Europeo (BCE), de forma que la parte en euros fuese gravada (a una tasa muy baja) en el cierre. En este caso, el BCE podría ser el recaudador y distribuidor de esos nuevos ingresos fiscales generados.
De momento, los que sí se han convertido en realidad son algunos impuestos a la banca en varios países (Alemania, por ejemplo) para asegurar el pago de rescates ante futuras crisis.El estudio de IDEAS defiende tres tipos de impuestos (ver cuadro), uno que incremente el IRPF sobre las plusvalías financieras, otro sobre los activos y el que defiende como idóneo, el de las transacciones financieras. Para este último plantean un tipo de entre el 0,01% y el 0,05% del importe negociado que restase atractivo a las operaciones especulativas cuyo beneficio depende de oscilaciones de precios muy pequeñas y de corto plazo (pero sobre grandes volúmenes, de ahí lo jugoso del negocio). La medida podría reducir este tipo de contrataciones hasta un 65%, tras el cual se prevé una recaudación de 2.200 millones de euros en España y de 467.000 millones en todo el mundo, según los expertos (ver cuadro).
Ese "puño" del que hablaba Dominique Strauss-Kahn -se supone que también invisible, como la mano del mercado, y, por tanto, bastante peligroso- no trata a todos por igual. Paul Krugman habló con mucha ironía del "sacrificio compartido" en uno de sus últimos artículos: "Los pobres tienen que aceptar grandes recortes en Medicaid
[seguro médico para personas con pocos ingresos] y los cupones de alimentos; la clase media tiene que aceptar grandes recortes en Medicare [seguro médico para personas mayores de 65 años] que en realidad suponen el desmantelamiento de todo el programa, y que las corporaciones y los ricos tienen que aceptar grandes bajadas en los impuestos que tienen que pagar. ¡Sacrificio compartido!".
Jesús Lizcano, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad, enmarca cualquier iniciativa para una tasa en el proceso hacia una mayor gobernanza económica global (un tema recurrente en Europa al prender la discordia entre una política monetaria común y la falta de sintonía fiscal). Lizcano destaca que la tormenta financiera "sensibiliza mucho" y que, independientemente del futuro próximo, "el debate ha alcanzado un punto sustantivo sobre el que es difícil volver atrás".
Ahora, a la vista de discursos como el de Nicolas Sarkozy, por ejemplo, parece que cosecha más apoyos que nunca. Aunque el presidente francés ha recibido alguna que otra acusación de electoralista. La última, la semana pasada. Su Gobierno anunció una ley para obligar al pago de una prima a los trabajadores de las empresas de más de 50 empleados que, aumenten los dividendos que pagan a sus accionistas. Otro -el enésimo- problema de la tasa Robin Hood es que el espíritu del arquero de Locksley convierta en un juguete político.
LA AUSTERIDAD SEGÚN EL PP
“Lo primero que hay que hacer es poner en marcha un programa de austeridad gastando lo que se tiene que gastar y en donde se tiene que gastar, y no tirando el dinero, porque cada euro que nos dan los ciudadanos a través de los impuestos es un dinero que no es nuestro y de él tenemos que rendir cuentas exigentes a los ciudadanos”. El presidente del PP de Toledo y candidato a presidir la diputación de la provincia castellana, Arturo García-Tizón, dijo estas palabras con solemnidad, y recibió solemnes aplausos de sus seguidores en la localidad de Orgaz. Desde el escenario también aplaudían dirigentes y altos cargos del PP, entre ellos estaban el senador del PP por Toledo Tomás Burgos Beteta. El mitin se celebró hace apenas 20 días.
La austeridad es una obsesión del Partido Popular en todas las campañas electorales. Frente a la izquierda derrochona y a los nacionalismos ombliguistas, el PP nos ofrece siempre el Paraíso de la bajada de impuestos y el crecimiento económico que nos permitirá tener los mismos servicios sociales con menos dinero. Uno se pregunta ¿en qué estaría pensando el senador Tomás Burgos cuando aplaudía ese mensaje de austeridad, de no tirar el dinero, de cuidar cada impuesto que se recibe de los impuestos de los ciudadanos? Bueno, quizá estaba pensando en él mismo, en sus austeras vacaciones de la semana santa del año pasado. Cuatro noches en la habitación 517 del hotel Faro de Jandía que al común de los mortales nos hubieran costado 560 euros, pues a don Tomás y a su esposa no les costó nada. Lo que ocurre es que la austeridad del portavoz adjunto del PP en el Senado la pagamos entre todos.
Lo pueden leer en la información de Alexis González que hoy publica este periódico. El Patronato de Turismo presidido por Águeda Montelongo pagó las vacaciones del señor Burgos Beteta (no jugaremos con su segundo apellido, que su mamá no tiene la culpa). Montelongo estaba muy agradecida a Tomás Burgos porque en noviembre de 2009 asistió a su coronación como presidenta del PP majorero en el congreso insular que desbancó al Marqués de la Oliva. “Muy maja vuestra isla”, debió decirle don Tomás, y Águeda, en medio de la euforia, debió responderle “Pues vente en Semana Santa, te invito, que ahora soy la Marquesa del PP”. Y así fue como don Tomás pudo quedarse en el hotel propiedad de un familiar de Mario Romero Mur, amigo personal de José Manuel Soria y candidato frustrado a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria.
En ese mismo congreso ya la delegada de Soria en Fuerteventura utilizó el presupuesto del cabildo para pagar el coche de alquiler del secretario general del PP, Manuel Fernández. Estamos ante una obsesión por subvencionar a los ricos. Tomás Burgos, como portavoz adjunto del PP debe cobrar entre sueldo base, complementos y dietas más de 6000 euros al mes. Manuel Fernández no sabemos lo que gana, a sus más de 3000 eurillos como diputado autonómico hay que sumarle lo que percibe en las empresas privadas donde el hombre trabaja con una compatibilidad envidiable.
Recordemos que cuando CANARIAS AHORA publicó que el alquiler del coche de Manuel Fernández se había pagado con dinero público la reacción del presidente del cabildo de Fuerteventura, Mario Cabrera (de CC) fue cesar a José Luis Cabrera Bonny, gerente del patronato. Cabrera Bonny es cuñado de Enrique Hernández Bento, que ocupó el cargo de Interventor general de la consejería de Economía y hacienda cuando Soria era el consejero. Por seguir recordando este interventor llegó a escribir un artículo titulado “se acabó la fiesta” donde planteaba que la crisis económica estaba dejando a las administraciones sin presupuesto, y que por tanto había que hacer grandes recortes, como en los presupuestos de la familia, decía. Su artículo concluía que había que eliminar cualquier gasto que no sea absolutamente imprescindible”. El predicador de la austeridad, Hernández Bento, podía haber empezado llamando a su cuñado para explicarle que el Patronato de Turismo de Fuerteventura no estaba para pagar las vacaciones de un senador, también podía haberle dicho a su hermana (¡cómo cuida esta gente a la familia!) que ya ocupaba el cargo de “jefa de gabinete de estudios económicos” que se inventó Soria para darle un sueldo público a su jefa de campaña electoral.
Pero Águeda Montelongo o Manuel Fernández son simples alumnos del mejor profesor de Austeridad que hemos tenido y tendremos en Canarias. José Manuel Soria, PP Manolo en esta esquina virtual, es todo un ejemplo de austeridad en el presupuesto familiar. La pasta que se ahorró en el chalet que le dejó el empresario amigo Javier Esquivel. Tras publicar este periódico que PP Manolo no paga el chalet, tuvieron que hacer los recibos en un blog de facturas comprado en una tienda de chinos. En el museo de la risa se exhibirá algún día aquel recibo fechado el 31 de enero de 2005 que ponía “He recibido de doña Mari Carmen Benítez la cantidad de 12.800 euros por los meses de junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 2004”. Cuando Soria pidió 2 años de cárcel para Carlos Sosa por contar la aventura del chalet gratis total cedido por un empresario beneficiado en el concurso eólico, el juez se aguantó la risa y dictó una sentencia demoledora que absolvía al director de este periódico y acusaba a PP Manolo de amedrentar a periodistas y le obligaba a pagar las costas.
“No conozco nada a coste cero” declaró Soria después de escuchar a Paulino Rivero justificando sus viajes en helicóptero porque están en un contrato que, según el presidente, no suponen un dinero extra para las arcas públicas. Parece mentira que sea Soria el que dice que no conoce nada que tenga coste cero. Lo que no tiene precio es su memoria, por eso vamos a ayudarlo un poco. Recordemos cinco cosas a coste para sus beneficiarios: viajes a Austria y Noruega en el avión de Björ Lyng, estancia durante año y medio en el chalet de Esquivel, el alquiler del coche de Manuel Fernández y las vacaciones del senador Tomás Burgos. Sus respectivas familias pueden presumir de vacaciones austeras, a costa nuestra, pero austera.
JUAN GARCÍA LUJÁN elcorreillo@canariasahoraradio.com
La austeridad es una obsesión del Partido Popular en todas las campañas electorales. Frente a la izquierda derrochona y a los nacionalismos ombliguistas, el PP nos ofrece siempre el Paraíso de la bajada de impuestos y el crecimiento económico que nos permitirá tener los mismos servicios sociales con menos dinero. Uno se pregunta ¿en qué estaría pensando el senador Tomás Burgos cuando aplaudía ese mensaje de austeridad, de no tirar el dinero, de cuidar cada impuesto que se recibe de los impuestos de los ciudadanos? Bueno, quizá estaba pensando en él mismo, en sus austeras vacaciones de la semana santa del año pasado. Cuatro noches en la habitación 517 del hotel Faro de Jandía que al común de los mortales nos hubieran costado 560 euros, pues a don Tomás y a su esposa no les costó nada. Lo que ocurre es que la austeridad del portavoz adjunto del PP en el Senado la pagamos entre todos.
Lo pueden leer en la información de Alexis González que hoy publica este periódico. El Patronato de Turismo presidido por Águeda Montelongo pagó las vacaciones del señor Burgos Beteta (no jugaremos con su segundo apellido, que su mamá no tiene la culpa). Montelongo estaba muy agradecida a Tomás Burgos porque en noviembre de 2009 asistió a su coronación como presidenta del PP majorero en el congreso insular que desbancó al Marqués de la Oliva. “Muy maja vuestra isla”, debió decirle don Tomás, y Águeda, en medio de la euforia, debió responderle “Pues vente en Semana Santa, te invito, que ahora soy la Marquesa del PP”. Y así fue como don Tomás pudo quedarse en el hotel propiedad de un familiar de Mario Romero Mur, amigo personal de José Manuel Soria y candidato frustrado a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria.
En ese mismo congreso ya la delegada de Soria en Fuerteventura utilizó el presupuesto del cabildo para pagar el coche de alquiler del secretario general del PP, Manuel Fernández. Estamos ante una obsesión por subvencionar a los ricos. Tomás Burgos, como portavoz adjunto del PP debe cobrar entre sueldo base, complementos y dietas más de 6000 euros al mes. Manuel Fernández no sabemos lo que gana, a sus más de 3000 eurillos como diputado autonómico hay que sumarle lo que percibe en las empresas privadas donde el hombre trabaja con una compatibilidad envidiable.
Recordemos que cuando CANARIAS AHORA publicó que el alquiler del coche de Manuel Fernández se había pagado con dinero público la reacción del presidente del cabildo de Fuerteventura, Mario Cabrera (de CC) fue cesar a José Luis Cabrera Bonny, gerente del patronato. Cabrera Bonny es cuñado de Enrique Hernández Bento, que ocupó el cargo de Interventor general de la consejería de Economía y hacienda cuando Soria era el consejero. Por seguir recordando este interventor llegó a escribir un artículo titulado “se acabó la fiesta” donde planteaba que la crisis económica estaba dejando a las administraciones sin presupuesto, y que por tanto había que hacer grandes recortes, como en los presupuestos de la familia, decía. Su artículo concluía que había que eliminar cualquier gasto que no sea absolutamente imprescindible”. El predicador de la austeridad, Hernández Bento, podía haber empezado llamando a su cuñado para explicarle que el Patronato de Turismo de Fuerteventura no estaba para pagar las vacaciones de un senador, también podía haberle dicho a su hermana (¡cómo cuida esta gente a la familia!) que ya ocupaba el cargo de “jefa de gabinete de estudios económicos” que se inventó Soria para darle un sueldo público a su jefa de campaña electoral.
Pero Águeda Montelongo o Manuel Fernández son simples alumnos del mejor profesor de Austeridad que hemos tenido y tendremos en Canarias. José Manuel Soria, PP Manolo en esta esquina virtual, es todo un ejemplo de austeridad en el presupuesto familiar. La pasta que se ahorró en el chalet que le dejó el empresario amigo Javier Esquivel. Tras publicar este periódico que PP Manolo no paga el chalet, tuvieron que hacer los recibos en un blog de facturas comprado en una tienda de chinos. En el museo de la risa se exhibirá algún día aquel recibo fechado el 31 de enero de 2005 que ponía “He recibido de doña Mari Carmen Benítez la cantidad de 12.800 euros por los meses de junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 2004”. Cuando Soria pidió 2 años de cárcel para Carlos Sosa por contar la aventura del chalet gratis total cedido por un empresario beneficiado en el concurso eólico, el juez se aguantó la risa y dictó una sentencia demoledora que absolvía al director de este periódico y acusaba a PP Manolo de amedrentar a periodistas y le obligaba a pagar las costas.
“No conozco nada a coste cero” declaró Soria después de escuchar a Paulino Rivero justificando sus viajes en helicóptero porque están en un contrato que, según el presidente, no suponen un dinero extra para las arcas públicas. Parece mentira que sea Soria el que dice que no conoce nada que tenga coste cero. Lo que no tiene precio es su memoria, por eso vamos a ayudarlo un poco. Recordemos cinco cosas a coste para sus beneficiarios: viajes a Austria y Noruega en el avión de Björ Lyng, estancia durante año y medio en el chalet de Esquivel, el alquiler del coche de Manuel Fernández y las vacaciones del senador Tomás Burgos. Sus respectivas familias pueden presumir de vacaciones austeras, a costa nuestra, pero austera.
JUAN GARCÍA LUJÁN elcorreillo@canariasahoraradio.com
domingo, 24 de abril de 2011
INMOVILIZADOS DE PAVOR
Javier Marías, EL PAÍS SEMANAL, 24.04.11
El método más eficaz para cargarse una palabra es su usurpación y su consiguiente ensuciamiento por parte de los usurpadores. A ello han recurrido todas las dictaduras que en el mundo han sido. ¿Cómo creen que quedó el adjetivo "democrático" en el territorio que durante décadas se llamó "República Democrática Alemana" y que no fue sino un Estado totalitario dominado por su ubicua policía secreta, la Stasi? Pero no hace falta una dictadura para llevar a cabo la contaminación. Así lo hemos visto en nuestro país, donde el noble vocablo "liberal" (que, más allá de su acepción económica, no tan noble, significó "Tolerante o respetuoso con las ideas o actitudes de los demás", así como "Partidario del liberalismo", el cual a su vez fue definido como "Doctrina política surgida en el siglo XIX, que aspira a garantizar las libertades individuales de la sociedad"), al habérselo apropiado la derecha más recalcitrante, ha quedado por los suelos. Hasta el punto de que el resultado ha sido aún más grave que el mancillamiento de la palabra (muy malparada sale, en efecto, si se la aplica a sí misma Esperanza Aguirre): se ha acabado con la propia noción o concepto de "liberal", de tal modo que ya casi nadie, ni de izquierdas ni de derechas, está dispuesto a serlo. Y esto, curiosamente, ocurre no sólo en España, sino en todas partes.Ser liberal, en su sentido social y en el uso más coloquial del término, equivalía, entre otras cosas, a no inmiscuirse en la vida y en las costumbres de los demás; a diferenciar entre las capacidades, la competencia y el talento de alguien y su moral, sus vicios particulares, sus ideas y sus creencias. Entre sus obras y su comportamiento en la esfera privada. Esa separación llegó a ser aceptada por la mayoría. Sólo los muy dogmáticos o los muy fanáticos eran incapaces de hacer la distinción. Alguna vez he contado que mi abuela Lola era tan católica que se negaba a ver las películas de Chaplin o Charlot, "porque se ha divorciado muchas veces". Ella se lo perdía, indudablemente, ya que era mujer dulce, afable y de risa fácil, nada iracunda pese a su puritanismo. También recuerdo cómo, durante el franquismo, numerosos falangistas y "leales al régimen" se empeñaban en decir que Picasso era muy mal pintor y que sus "garabatos" estaban al alcance de cualquier niño, sólo porque no podían tragar al individuo con sus ideas "comunistas". Pues bien, este tipo de intolerancia desmedida ha regresado y se le inflige a cualquiera. No ya a los políticos, cuyas andanzas sexuales empezaron a tenerse en cuenta en los países anglosajones y ahora ya son motivo para apartarlos de sus cargos en casi todo lugar, independientemente de lo bien que los desempeñen, sino a los intelectuales, actores, modistos, bailarines y cantantes.
Ya se ha comentado mucho la negativa del Estado francés a rendir homenaje literario al novelista Céline por sus posturas antisemitas, que son muy condenables pero que no influyen en la calidad de sus escritos. Ahora leo que una serie de televisión titulada Glee y protagonizada por Gwyneth Paltrow se plantea suprimir, ante las protestas, una secuencia porque en ella uno de los personajes iba a interpretar una canción -¡de 1973!- compuesta por Gary Glitter, antigua estrella del pop británico que -con mucha posterioridad, en 1999- fue condenado por posesión de pornografía infantil; luego, en 2002, deportado de Camboya a Vietnam bajo sospecha de actividades pedófilas, y, tras cumplir condena en este último país, devuelto al Reino Unido, donde está inscrito en el registro de delincuentes sexuales y tiene prohibido volar en compañías aéreas (?), como si en el transcurso de un trayecto, rodeado de pasajeros, fuera a poder practicar sus depravaciones. A mí me parece bien que contra el señor Glitter se tomen todas las medidas posibles para que no reincida, pero no entiendo que una canción de 1973, por el mero hecho de haberla compuesto él, tenga que ser castigada y nunca más escuchada, sobre todo si la canción es buena. No sé, es como si las editoriales del mundo decidieran no volver a reeditar la maravillosa novela Bajo el volcán, de Malcolm Lowry, porque es sabido que éste, alcoholizado, intentó estrangular un par de veces a su mujer, sin mucho ahínco, todo sea dicho. Aun así, las sanciones contra el ciudadano Lowry me habrían parecido justas y necesarias; las adoptadas contra su obra, semejantes a la represalia de mi abuela contra Chaplin por sus muchos divorcios.
Veo también que en Rusia el director de bailarines de la compañía Bolshoi, Guennadi Yanin, ha perdido el puesto y toda posibilidad de convertirse en director artístico porque "un emisor anónimo" envió a millares de emails y webs de todo el planeta "imágenes de un hombre muy parecido a Yanin en posturas sexualmente atrevidas". El diario Kommersant observó que el hombre había sido víctima de una técnica utilizada por grupos cercanos al Kremlin para desprestigiar a opositores y críticos: "Poco importa que las imágenes sean auténticas. El daño ya está hecho y el objetivo cumplido". En un mundo mínimamente liberal, esas imágenes, aunque hubieran sido auténticas, no deberían haber tenido la menor consecuencia para el señor Yanin, si hacía bien su trabajo. Nos estamos deslizando hacia unas sociedades tan fanáticas, puritanas y represoras como la que albergó la época de mayor esplendor de nuestra malfamada Inquisición. Sólo que lo que hoy se denuncia y condena es tan variado que pronto nos quedaremos todos inmovilizados de pavor.
Ya se ha comentado mucho la negativa del Estado francés a rendir homenaje literario al novelista Céline por sus posturas antisemitas, que son muy condenables pero que no influyen en la calidad de sus escritos. Ahora leo que una serie de televisión titulada Glee y protagonizada por Gwyneth Paltrow se plantea suprimir, ante las protestas, una secuencia porque en ella uno de los personajes iba a interpretar una canción -¡de 1973!- compuesta por Gary Glitter, antigua estrella del pop británico que -con mucha posterioridad, en 1999- fue condenado por posesión de pornografía infantil; luego, en 2002, deportado de Camboya a Vietnam bajo sospecha de actividades pedófilas, y, tras cumplir condena en este último país, devuelto al Reino Unido, donde está inscrito en el registro de delincuentes sexuales y tiene prohibido volar en compañías aéreas (?), como si en el transcurso de un trayecto, rodeado de pasajeros, fuera a poder practicar sus depravaciones. A mí me parece bien que contra el señor Glitter se tomen todas las medidas posibles para que no reincida, pero no entiendo que una canción de 1973, por el mero hecho de haberla compuesto él, tenga que ser castigada y nunca más escuchada, sobre todo si la canción es buena. No sé, es como si las editoriales del mundo decidieran no volver a reeditar la maravillosa novela Bajo el volcán, de Malcolm Lowry, porque es sabido que éste, alcoholizado, intentó estrangular un par de veces a su mujer, sin mucho ahínco, todo sea dicho. Aun así, las sanciones contra el ciudadano Lowry me habrían parecido justas y necesarias; las adoptadas contra su obra, semejantes a la represalia de mi abuela contra Chaplin por sus muchos divorcios.
Veo también que en Rusia el director de bailarines de la compañía Bolshoi, Guennadi Yanin, ha perdido el puesto y toda posibilidad de convertirse en director artístico porque "un emisor anónimo" envió a millares de emails y webs de todo el planeta "imágenes de un hombre muy parecido a Yanin en posturas sexualmente atrevidas". El diario Kommersant observó que el hombre había sido víctima de una técnica utilizada por grupos cercanos al Kremlin para desprestigiar a opositores y críticos: "Poco importa que las imágenes sean auténticas. El daño ya está hecho y el objetivo cumplido". En un mundo mínimamente liberal, esas imágenes, aunque hubieran sido auténticas, no deberían haber tenido la menor consecuencia para el señor Yanin, si hacía bien su trabajo. Nos estamos deslizando hacia unas sociedades tan fanáticas, puritanas y represoras como la que albergó la época de mayor esplendor de nuestra malfamada Inquisición. Sólo que lo que hoy se denuncia y condena es tan variado que pronto nos quedaremos todos inmovilizados de pavor.
PASEO EN MOTO
El jueves santo nos dimos un paseo en moto por el interior de Gran Canaria. Como estamos en semana santa y todo el mundo se muda al sur de la isla, en Tenerife ocurre lo mismo, nos encontramos con un paisaje casi desierto y muy pocos coches en la carretera. Nuestra intención era llegar a la presa de Soria (fotos) y regresar a casa a través de la presa de Las Niñas. Nos acompañó un día muy bueno y soleado, y únicamente pasamos algo de frío durante el regreso, pues era ya tarde, y cuando el sol empieza a ponerse la bajada de la temperatura, yendo en moto, se nota muchísimo. En la última foto Pablo y Juan contemplan el paisaje durante una de nuestras paradas para estirar las piernas.
INTO THE WILD
Edward Louis Severson III (n. 23 de diciembre de 1964), más conocido como Eddie Vedder es el vocalista principal, compositor y líder del grupo de Grunge estadounidense Pearl Jam . Desde 1990, también ha tocado la guitarra en algunas de las canciones de Pearl Jam. Además, toca otros diversos instrumentos, incluyendo el ukelele, la batería y la armónica. Como artista, Vedder ha aportado canciones a proyectos ajenos a Pearl Jam, como bandas sonoras de películas, y ha realizado contribuciones en álbumes de otros músicos. El 2007, Vedder lanzó su primer álbum en solitario como una banda sonora para la película Into the Wild (2007). Vedder fue considerado el vigésimo tercer mejor vocalista de Heavy Metal en su lista de los 100 mejores vocalistas de Heavy Metal de todos los tiempos de la revista Rolling Stone y Hit Parade. En el año 2007, Sean Penn se pone en contacto con Vedder para ofrecerle la composición de la banda sonora de su cuarta película llamada Into the Wild. Este es el primer álbum solista del vocalista y líder de Pearl Jam, grupo emblemático de los 90's que ha logrado sobrevivir y seguir vigente en la escena musical. Vedder no se conforma con hacer experimentos o bocetos sonoros ni tampoco toma el argumento como excusa, sino que, con la historia en la mano, crea una colección de canciones hondas y bellas, que disipan cualquier temor a su debut. Casi sin menciones al rock, apoyado en instrumentos folk de los que él toca absolutamente todos, Eddie Vedder da una lección de simpleza y buen gusto, demuestra que puede ser un excelente compositor de canciones y, en cierto modo, aviva la llama por ver a Pearl Jam y saber cómo acogerá la banda composiciones de este tipo en su seno.
Eddie Vedder en un concierto en solitario. Su voz, en este disco esencialmente cálida y sin aspavientos, vuelve a desprender los matices emocionantes de siempre, interpreta sin dramatismo impostado todas las canciones y deja una apuesta por la libertad individual y por la necesidad de un mundo nuevo. A veces dolido, otras emocionado, Vedder es la voz del protagonista de la película, quien incluso en sus momentos más duros, en sus versos más alienados (Sure as I’m leaving / Sure as I’m sad / I’ll keep this wisdom / In my flesh), no puede dejar de estar en paz con la decisión tomada. Como en paz está ya Eddie Vedder, desde que se quitó el lastre de voz de una generación. Ahora suena más sabio y más capaz de explorar sus límites. Se trata de un disco de raíces (musicales y vitales). Este álbum compuesto por once canciones le permite a Vedder obtener el premio Grammy a mejor canción adaptada a una película. También obtiene el premio Golden Globe por mejor canción original .
Para el 2008 Vedder mantiene su ideología activista y expone sus ideales en sus constantes criticas hacia el gobierno de Bush y sus políticas Imperialistas, también mantiene una equidad entre las presentaciones de Pearl Jam, sus presentaciones solistas y sus deberes como padre ya que siempre antepuso las prioridades de su hija Olivia y su familia sobre su carrera.
En una entrevista para el canal VH1 se le preguntó qué opinaba de su reciente éxito como solista, el éxito que ha mantenido Pearl Jam y la responsabilidad que tiene al ser una de las caras que miles de personas alrededor del mundo admiran, el respondió: "Yo no soy famoso, simplemente soy una persona que tiene la suerte de que sus pensamientos sean escuchados, no soy famoso, soy amante de la música, de la vida y de mi familia".
Eddie Vedder en un concierto en solitario. Su voz, en este disco esencialmente cálida y sin aspavientos, vuelve a desprender los matices emocionantes de siempre, interpreta sin dramatismo impostado todas las canciones y deja una apuesta por la libertad individual y por la necesidad de un mundo nuevo. A veces dolido, otras emocionado, Vedder es la voz del protagonista de la película, quien incluso en sus momentos más duros, en sus versos más alienados (Sure as I’m leaving / Sure as I’m sad / I’ll keep this wisdom / In my flesh), no puede dejar de estar en paz con la decisión tomada. Como en paz está ya Eddie Vedder, desde que se quitó el lastre de voz de una generación. Ahora suena más sabio y más capaz de explorar sus límites. Se trata de un disco de raíces (musicales y vitales). Este álbum compuesto por once canciones le permite a Vedder obtener el premio Grammy a mejor canción adaptada a una película. También obtiene el premio Golden Globe por mejor canción original .
Para el 2008 Vedder mantiene su ideología activista y expone sus ideales en sus constantes criticas hacia el gobierno de Bush y sus políticas Imperialistas, también mantiene una equidad entre las presentaciones de Pearl Jam, sus presentaciones solistas y sus deberes como padre ya que siempre antepuso las prioridades de su hija Olivia y su familia sobre su carrera.
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*Guaranteed.
DEMENCIA
No hay duda de que Aznar López vive en un permanente estado de malhumor. Sus últimas declaraciones como conferenciante español de derechas en el extranjero y las ultimísimas en Estepona fueron tan asombrosamente incomprensibles que sirvieron para que algunos nos planteáramos la posibilidad de comprenderlo. Se trata de un ex presidente de Gobierno que, reincidentemente, habla mal de su patria en el extranjero y en casa y denigra, calumnia y envilece, de forma sistemática y compulsiva, al presidente que democráticamente le sustituyó. Y esto lo hace obedeciendo ciegamente a los expertos USA asesores de su FAES. Le dijeron que, para recuperar el poder perdido en 2004, la gran estrategia es insultar, denigrar, dejar en ridículo a quien ahora tiene el poder, destacar exageradamente sus fracasos e ignorar absolutamente sus aciertos. En fin, le explicaron que no hay táctica más eficaz para hundir a una persona o a un presidente que el ataque ad hominem paciente y constante, negándole, además, el pan y el agua hasta verlo morir odiado por una masa contagiada e hipnotizada. La FAES y, por ende, Aznar López, han dirigido escrupulosamente la estrategia del PP como principal partido de la oposición. La oposición del PP en estos siete años de gobierno socialista ha sido vergonzosa y vergonzante, jamás ha sido una oposición racional y razonable y siempre fue y sigue siendo una oposición emocionalmente incontrolada e incontrolable, proyectora de rabia y de pésima frustración.
Con Aznar López ocurre que ni la comprensión verbal, ni la lógica, ni siquiera la comprensión empática son instrumentos eficaces. Con el único tipo de comprensión con la que puedo comprenderle es con la comprensión diagnóstica. Aznar López presenta toda la sintomatología y toda la semiología de un complejo de Napoleón, en su doble versión de Napoleón Coronado y Napoleón Destronado. Durante sus ocho años como presidente de Gobierno ejerció su complejo de Napoleón Coronado. Enriqueció a las arcas del Estado y a los españoles con monedas de aire, procedentes de la burbuja inmobiliaria, que él infló con tal fuerza que perdió la visión de futuro. Construyó un encandilante rascacielos sobre base de arenas movedizas, del que se sintió orgulloso y, cuando éste empezó a desmoronarse, miró silbando para otro lado. Luego, también ejerció de Napoleón Coronado cuando se empenicó a la altura de Bush y Blair en las Azores, declarando la guerra a Irak, en contra de la ONU, en contra del Rey, en contra de su Papa y, sobre todo, en contra de la inmensa mayoría del pueblo y en contra del Parlamento. No envió soldados porque sus superiores no se los pidieron. Cuando, a causa de esa guerra mentirosa y a causa, también, de sus engaños en la gestión del 11-M, el pueblo le quitó la corona, apareció la otra fase de su complejo, la del Napoleón Destronado. En esta versión del complejo aumenta peligrosamente la tensión psíquica por la acumulación de rabia, de ira, de sed de venganza; pone en práctica, de forma obsesivo-compulsiva, técnicas indecentes para demonizar la imagen de su sucesor; avanza hacia la ausencia psicopática del sentimiento de culpa; se obnubila su conciencia cívica y el sentido del ridículo hasta identificarse con un malvado payaso; mezcla la incontinencia verbal con la confección de cadenas de sofismas, casi bien hilvanados; no siente que ha perdido el poder, sino que se lo han arrebatado injustamente, y esto le carcome. Lo peor es que este complejo napoleónico supone un gasto tan ingente de energía que acaba por demenciar y cretinizar a Napoleón en su doble versión. Ambos son malos y engendradores de maldad; pero ¿quién es peor, un Napoleón Destronado en la oposición o un Napoleón Coronado en el Gobierno?
Con Aznar López ocurre que ni la comprensión verbal, ni la lógica, ni siquiera la comprensión empática son instrumentos eficaces. Con el único tipo de comprensión con la que puedo comprenderle es con la comprensión diagnóstica. Aznar López presenta toda la sintomatología y toda la semiología de un complejo de Napoleón, en su doble versión de Napoleón Coronado y Napoleón Destronado. Durante sus ocho años como presidente de Gobierno ejerció su complejo de Napoleón Coronado. Enriqueció a las arcas del Estado y a los españoles con monedas de aire, procedentes de la burbuja inmobiliaria, que él infló con tal fuerza que perdió la visión de futuro. Construyó un encandilante rascacielos sobre base de arenas movedizas, del que se sintió orgulloso y, cuando éste empezó a desmoronarse, miró silbando para otro lado. Luego, también ejerció de Napoleón Coronado cuando se empenicó a la altura de Bush y Blair en las Azores, declarando la guerra a Irak, en contra de la ONU, en contra del Rey, en contra de su Papa y, sobre todo, en contra de la inmensa mayoría del pueblo y en contra del Parlamento. No envió soldados porque sus superiores no se los pidieron. Cuando, a causa de esa guerra mentirosa y a causa, también, de sus engaños en la gestión del 11-M, el pueblo le quitó la corona, apareció la otra fase de su complejo, la del Napoleón Destronado. En esta versión del complejo aumenta peligrosamente la tensión psíquica por la acumulación de rabia, de ira, de sed de venganza; pone en práctica, de forma obsesivo-compulsiva, técnicas indecentes para demonizar la imagen de su sucesor; avanza hacia la ausencia psicopática del sentimiento de culpa; se obnubila su conciencia cívica y el sentido del ridículo hasta identificarse con un malvado payaso; mezcla la incontinencia verbal con la confección de cadenas de sofismas, casi bien hilvanados; no siente que ha perdido el poder, sino que se lo han arrebatado injustamente, y esto le carcome. Lo peor es que este complejo napoleónico supone un gasto tan ingente de energía que acaba por demenciar y cretinizar a Napoleón en su doble versión. Ambos son malos y engendradores de maldad; pero ¿quién es peor, un Napoleón Destronado en la oposición o un Napoleón Coronado en el Gobierno?
Jaime Llinares Llabrés.
viernes, 22 de abril de 2011
MALA ÉPOCA
Estamos en Semana Santa, sí, y dejando aparte beaterías religiosas es también una época para descansar, desconectar del trabajo y no dar golpe. Bueno, me refiero a disfrutar con un buen libro, con los amigos, una buena excursión, un paseo en moto, con los perros, ya me entienden. Yo, dentro de lo que cabe, no me debo quejar, pero en vez de estar tirado viendo alguna serie o disfrutando del libro Éxodo, de Leon Uris, que es con el que ando metido ahora, me he traído trabajo del Ayuntamiento para adelantar algo en casa. Sé que ésta no es la solución, sí, pero cuando llego a mi oficina en La Esperanza con trabajo hecho me siento más liviano, aunque sea la pescadilla que se muerde la cola. Al final trabajo durante la semana, trabajo los fines de semana, trabajo, trabajo, trabajo. Y vuelvo a decirlo para que no me malinterpreten, soy afortunado (según parece).
¿Saben qué me apetece? Pues echarme a la calle en Manhattan cual Holden Caufield y dejar que pasen las horas. Me iría a dar un garbeo por Central Park, a ver patinar (bueno, imagino que ya habrá empezado el buen tiempo y que la pista habrá cerrado, así como la del Rockefeller), cruzaría el puente de Brooklin o me sentaría en un banco de Union Sq. o en el borde de la fuente de Washington Sq. ¿Y para cenar? pues tranquilamente en un mexicano del Greenwich... aunque no estaía mal un japonés también.
127 HORAS
Vimos anoche la película dirigida por Danny Boyle "127 horas". Protagonizada por James Franco, en un papel muy bueno donde prácticamente acapara los planos en el 100% de la película, y los paisajes de Canyonlands National Park -Utah- de fondo, supone un ejercicio vital increíble, más aún si uno conoce de antemano la historia de Aron, el protagonista: el film está basado en la historia real de Aron Ralston, el escalador de montañas estadounidense que se amputó el brazo para liberarse después de quedar atrapado bajo una roca en Robbers Roost, Utah durante casi 5 días en abril-mayo del 2003. La película fue nominada a 5 Oscars-2010: Mejor película; Mejor actor, James Franco; Mejor guión adaptado; Danny Boyle y Simon Beaufoy; Mejor canción, A. R. Rahman; Mejor banda sonora, A. R. Rahman Nominado y Mejor montaje, Jon Harris.