Estamos viendo con horror las noticias que nos llegan desde Turquía y Siria tras el terremoto de hace unos días. La cifra de muertos aumenta cada día y nos recuerda a aquellas fatídicas cifras del COVID en 2020, números a la altura de las guerras de antaño. A medida que pasan los días y siguen apareciendo supervivientes bajos los edificios arruinados, empieza a hablarse de la manera de construir en estos países. Aquí en Canarias, donde hasta ahora los terremotos existentes -no debemos olvidar que vivimos sobre islas volcánicas- no son graves, los arquitectos debemos incluir en todos los cálculos estructurales los coeficientes sísmicos, ¿se hará lo mismo allá? Si bien el terremoto fue duro, 7,8 en la escala Ritcher, ésta misma magnitud en Japón hubiera causado decenas de muertos, por ejemplo. ¿Cómo es posible esto? Fácil respuesta, la técnica constructiva japonesa está muy avanzada y los resultados resultan obvios. Claro que la construcción antisismo es muchísimo más cara, no se puede tener todo.
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