lunes, 13 de diciembre de 2021

YEYO Y VERÓNICA


Hace unos años, en plena crisis económica, se suicidaba un amigo cercano, compañero de profesión y de piso cuando estudiábamos en Las Palmas. Aquello supuso un verdadero mazazo, más aún cuando hacía unos días que habíamos estado despotricando del mundo al cruzarnos en el supermercado, a medio camino de nuestras casas. Esta mañana, al saber de la muerte de Verónica Forqué, me vino a la cabeza mi amigo como un flash; ¡qué terrible son las enfermedades de la cabeza y que poco las conocemos! Ricos y pobres, viejos y jóvenes, no se salva nadie. De mi amigo me queda la memoria del tiempo compartido y de la actriz los buenos momentos que nos hizo pasar con su voz y aspecto tan peculiar. Dura es la vida para muchos.
Descansen ambos en paz.

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