Ayer día 3 de enero, por esto de los regalos de Reyes, se abrió en el Camino Largo de La Laguna una pequeña feria de antigüedades. Yo suelo ser un poco escéptico ante estos rastrillos pues muchas veces se confunden las cosas viejas con las antigüedades, es decir que se vende cualquier cosa. Y no, menos mal, el nivel de lo expuesto estaba muy bien. No era muy grande pero los precios estaban bien y se podía encontrar un poco de todo. Entre todo lo expuesto destacaba, según mi visión personal, un estupendo y barato (mucho diría yo) juego de comedor de los años 20/30. Un claro ejemplo del mobiliario Art Decó formado por una mesa con bordes redondeados y cristal embutido y seis sillas, dos de ellas con brazos. La foto no le hace justicia ni de lejos, pero había poca luz y la saqué con el teléfono móvil. En fin, otra vez será...
El comedor es encantador, me gustan las antiguedaddes porque de alguna manera encierran el "aura" de las personas que las poseyeron. Una bonita forma de viajar al pasado.
ResponderEliminarTienes razón, la pena es que normalmente, no es este el caso, las antigüedades suelen ser casi imposible de pagar. Recuerdo unas gafas que compré en Buenos Aires hace tiempo, en un anicuario de San Telmo. Una vez le puse los cristales nuevos pasaron a ser "mis gafas" y llevaban consigo todo lo que vivieron con su antiguo dueño. La pena es que una vez, paseando al perro por el monte, las perdí...
ResponderEliminarGracias por escribir.