domingo, 10 de enero de 2010

ARTE

Versión de Francis Bacon del retrato de Velázquez del Papa Inocencio X

Francis Bacon es una figura indiscutible del arte contemporáneo. Sus misteriosos retratos son admirados por literatos y filósofos como Samuel Beckett, Milan Kundera o Gilles Deleuze. Nació en 1909 en Dublín y murió en 1992 en Madrid. Su adolescencia estuvo marcada por el descubrimiento paterno de su homosexualidad. Fue expulsado del hogar familiar y enviado a Berlín a casa de un pariente. Termina por ser seducido y abandonado por este "pariente" en un Berlín a punto de caer en manos de los nazis. Su arte es el resultadode la influencia pictórica de Picasso y de los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Cuando todo el arte europeo se orientaba hacia lo abstracto Bacon insistía en la figuración y el expresionismo, en el retrato. Siempre a contracorriente, contestatario, juerguista, alcohólico, extrovertido, explosivo.

Milan Kundera, "El gesto brutal del pintor, en Bacon. Retratos y autorretratos". Madrid. Debate, 1996:

Miro los retratos de Bacon y me sorprende que, pese a su «distorsión», se parezcan todos a su modelo. Pero ¿cómo puede parecerse una imagen a un modelo del que es, conscientemente, programáticamente, una distorsión? Sin embargo, se le parece; lo prueban las fotos de las personas retratadas; e incluso si no conociera esas fotos es evidente que en todos los ciclos, en todos los trípticos, las diferentes deformaciones del rostro se parecen, que se reconoce en ellas a una única y misma persona. Si bien «en distorsión», esos retratos son fieles. De ahí mi sensación de un milagro.
Podría decirlo de otra manera: los retratos de Bacon son la interrogación sobre los límites del yo. ¿Hasta qué grado de distorsión un individuo sigue siendo él mismo? ¿Hasta qué grado de distorsión un ser amado sigue siendo un ser amado? ¿Durante cuánto tiempo un rostro querido que se aleja en una enfermedad, en una locura, en un odio, en la muerte, sigue siendo aún reconocible? ¿Dónde está la frontera tras la cual un «yo» deja de ser «yo»?

Comprueba la argumentación de Kundera. Observa primero el retrato de Inocencio X de Velazquez. Míralo despacio. Todo lo malo que se te ocurra de un político puedes decírselo a la cara a ese tipo. Y algo más también.


Diego Velázquez, Inocencio X, 1650. Gallería Doria-Panphili, Roma.


Ahora estudia la versión de Bacon. Es como si desnudase al Papa Inocencio X, como si dejase solamente su esencia, su verdadero yo. Pero ¿qué es ese yo que nos queda? Parece que solo un grito ahogado y unos jirones de carne y ropa.

Francis Bacon: Study after Velazquez's Portrait of Pope Innocent X, 1949. Museo del Prado.

http://personal.telefonica.terra.es/web/auladefilosofia/arte/bacon.htm

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