Durante una interesante conversación (bueno, vale, discusión) sobre política me preguntaron si yo votaría alguna vez a la derecha. Como, insisto, la conversación era agradable y sin mal rollo, traté de exponer con calma mi respuesta que, claro, fue no.
No es momento de repetir mis argumentos, no soy proselitista y creo que cada uno debe votar a quién quiera según su conciencia porque creo, quiero creer, que todos buscamos el mismo fin. Pero viendo la portada de LA RAZÓN de hoy no puedo quedarme callado; son mis tripas las que escriben, lo juro.
No votaría al PP nunca y por obvia extensión tampoco a CC. El espectáculo circense y teatral de Clavijo y Fijóo es para vomitar. Después del desastre de la Ley de Inmigración en el congreso, donde el PP, que apoya a CC en el Gobierno de Canarias, votó en contra impidiendo su avance hasta ahora; después de la reunión de Pedro Sánchez con Clavijo para buscar apoyos mutuos y una solución urgente; después de todo lo que hemos visto y leído sobre estos pobres chicos en El Hierro, hacinados y sin futuro... se reúnen Feijóo y Clavijo para firmar no-sé-qué y forzar al Ejecutivo, LA RAZÓN dixit. ¿Alguien entiende algo? No solo no le reprocha CC al PP dejarlos tirados (dejarnos tirados a todos los canarios, empezando por los herreños) en Madrid sino que se lamen los culos mutuamente para vergüenza de propios y extraños.
Otro día enumero mis razones para no votar a la derecha, prometido.
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