En el ranking (ranquin, en castellano, se lee raro) de cosas que odio hacer, junto con ponerle el forro al edredón, es ir a comprar comida. Gente, mucha, carritos que se van hacia un lado, feos tatuajes, colas.
Sí, he vuelto ahora mismo del supermercado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario